Suiza detiene a 7 directivos de FIFA por crimen organizado

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La policía suiza reportó este miércoles la detención de siete funcionarios de la Federación Internacional de Futbol Asociación, por cargos de corrupción y en vías a su extradición a Estados Unidos. El Departamento de Justicia de EU ha explicado que los cargos son por primen organizado, lavado de dinero y sobornos y abarca 25 años de corrupción.

Varios dirigentes del fútbol latinoamericano fueron arrestados en Suiza y aguardan su extradición a Estados Unidos por un escándalo de corrupción “rampante, sistemática y arraigada”, mientras la fiscalía suiza abrió un expediente criminal por el proceso en el que la FIFA eligió las sedes de los mundiales de 2018 y 2022.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que entre los arrestados están el uruguayo Eugenio Figueredo, representante de la Conmebol en el comité ejecutivo de la FIFA; el presidente de la CONCACAF y vicepresidente de la FIFA Jeffrey Webb; el vicepresidente de la FIFA y líder de la federación de Venezuela, Rafael Esquivel; y el presidente de la federación de Costa Rica y candidato al comité ejecutivo de la FIFA, Eduardo Li.

También fueron arrestados el ex presidente de la federación brasileña José María Marín, el funcionario nicaragüense de la FIFA Julio Rocha, y el asesor del presidente de la CONCACAF, Costas Takkas.

Otros acusados son el ex presidente de la Conmebol Nicolás Leoz; y el ex líder de la CONCACAF Jack Warner.

La FIFA dijo que las elecciones presidenciales del viernes, en las que Joseph Blatter buscará un quinto período al mando, se realizarán como están programadas. Blatter no fue nombrado en las investigaciones.

Además, el organismo rector del fútbol descartó volver a elegir las sedes de los mundiales de 2018 y 2022, que fueron otorgados a Rusia y Catar, respectivamente.

La fiscalía de Suiza dijo en un comunicado que confiscó “información electrónica y documentos” en la sede de la FIFA como parte de su pesquisa. Y la policía suiza indicó que interrogará a 10 miembros del comité ejecutivo de la FIFA que participaron en la votación en diciembre de 2010.

La investigación suiza contra “personas desconocidas bajo sospecha de actividad criminal y lavado de dinero” vuelve a arrojar dudas sobre la integridad de la votación.

“La FIFA coopera totalmente con la investigación y en ese sentido respalda la recopilación de evidencia”, señaló la FIFA en un comunicado.

El anuncio de las autoridades suizas se produjo poco después que los dirigentes latinoamericanos, entre un total de 14 personas, fueron acusados en Estados Unidos por corrupción. Siete fueron arrestados por la policía suiza a solicitud de las autoridades estadounidenses en un hotel de lujo en Zurich, y quedaron a la espera de ser extraditados.

El caso iniciado en Estados Unidos implica supuestos sobornos “que ascendieron a más de 100 millones de dólares” relacionados con contratos comerciales desde la década de 1990 para torneos de fútbol en Estados Unidos y América Latina, señaló la Oficina Federal de Justicia suiza en un comunicado.

La oficina de la fiscalía suiza señaló que el caso estadounidense es independiente de su investigación, pero que ambos países estaban colaborando.

Docenas de directivos del mundo del fútbol viajaron a Suiza para asistir al congreso internacional y a las elecciones presidenciales de la FIFA, en las que se espera que Blatter obtenga un quinto mandato al timón del organismo que rige el fútbol mundial.

“La orden de acusación alega que la corrupción es rampante, sistémica y profundamente arraigada tanto en el extranjero como aquí, en Estados Unidos”, señaló en un comunicado la secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta E. Lynch. “Abarca al menos dos generaciones de directivos de fútbol que, supuestamente, abusaron de sus posiciones de confianza para adquirir millones de dólares en sobornos”.

“Las acciones de hoy dejan claro que el Departamento de Justicia tiene la intención de poner un fin a estas prácticas corruptas, a erradicar los actos delictivos, y a llevar ante la justicia a los delincuentes, y anticipamos seguir trabajando con otros países en estos esfuerzos”.

El único rival de Blatter en los comicios presidenciales del viernes, el príncipe jordano Ali bin al-Hussein, dijo que era “un día triste para el fútbol”, pero declinó hacer más comentarios.

Los arrestos se realizaron en el hotel de Baur au Lac en el centro de Zúrich, un establecimiento junto a un lago, popular desde hace tiempo entre los directivos de la FIFA. Allí se celebraron intensas sesiones de cabildeo antes de las decisiones sobre los países anfitriones de los mundiales de 2018 y 2022, tomadas en diciembre de 2010.

La CONCACAF se presentó de forma voluntaria ante el fisco estadounidense en 2012. La organización, entonces con sede en Nueva York, no había pagado impuestos durante varios años, cuando su presidente era Warner, de Trinidad y Tobago, y su secretario general era el estadounidense Chuck Blazer.

Warner dejó el mundo del fútbol en 2011 para evitar sanciones de la FIFA en un caso de sobornos durante las elecciones presidenciales de ese año. Blazer se fue en 2013, y el Departamento de Justicia dijo que coopera con las autoridades.

“No he sido interrogado en este asunto. Reitero que soy inocente de cualquier acusación”, dijo Warner al canal TV6 en Trinidad y Tobago. “Si el Departamento de Justicia me quiere, saben dónde encontrarme”.

Webb, de Islas Caimán, fue el sucesor de Warner como líder de CONCACAF y vicepresidente de la FIFA.

Las autoridades estadounidenses sospechan que los siete arrestados recibieron o pagaron millones de dólares en sobornos, unos delitos acordados y preparados en Estados Unidos con pagos a través de bancos estadounidenses.

“El anuncio de hoy debe enviar un mensaje de que ya es suficiente”, dijo la secretaria de Justicia interina, Kelly Currie. “Después de décadas de lo que la acusación describe como una corrupción descarada, el fútbol internacional necesita un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para que sus instituciones provean una supervisión honesta y respalden un deporte que es amado en todo el mundo, y cada vez más aquí en Estados Unidos”.

“Voy a dejar algo claro: esta acusación no es el último capítulo en nuestra investigación”, agregó.

Fuente: AP

 

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