No es un gato: es un manul siberiano

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Los participantes de una expedición a Jacasia (al sur de Siberia Occidental) partieron en busca de manules, una especie de felinos parecida a los gatos que se creía exterminada.

¿Qué tipo gato es?, se preguntaban los especialistas al mirar las fotografías de irbis o leopardo de las nieves, hechas por las cámaras colocadas en los senderos usados por este raro felino. El dueño de los montes Sayanes, irbis, es observado durante varios años en los vedados del sur de Siberia. Pero, inesperadamente, en las fotografías se vio un animal no parecido al irbis. Un gato no muy grande, de abundante pelaje, paticorto y cola peluda.

Parecía inverosímil que fuera un manul. En el último decenio ha sido prácticamente exterminado. El área de este animal tiene forma de terrenos aislados uno de otro. Jacasia no figuraba entre estos terrenos. ¡Y de repente tal sensación! Pasado cierto tiempo, en las fotografías fueron revelados dos gatos más.

Sin embargo, ver con sus propios ojos o, incluso, hallar sus huellas es una cosa muy difícil, explica el biólogo Serguei Istómov:

—Es un fantasma, una maravilla de las maravillas. Se las ingenia para no dejar huellas de su actividad vital. Es asombroso. Pues, no vuela. En su vida , parece que no pisa la nieve, permanece inmóvil y observa. Como si esperara cuando se derrita la nieve y solo después poner su pata para no dejar huella. O espera hasta que pasen las cabras de monte y anda por las huellas de sus cascos. Además, se pone tan gordo para la llegada del invierno y se vuelve tan perezoso que puede yacer sin moverse hasta dos semanas.

Se refugia en grietas de peñascos, madrigueras y huecos en árboles tumbados. Corre mal y no aguanta la persecución. A diferencia del irbis este gato silvestre tiene bastantes enemigos. Digamos que a un lobo no le cuesta trabajo aplastar al manul, lo mismo puede hacer un perro bastante grande También tiene rivales alimentarios: el zorro, el glotón, la marta que, igual que el manul, cazan roedores y pájaros.

Este carnívoro prefiere “no asomarse”, prácticamente se funde con el terreno gracias a su pelaje color arena-pardo. Su apariencia y su conducta le permiten pasar imperceptible para los enemigos y para la caza. El manul no persigue su víctima sino que la agarra desde su emboscada.

Los participantes de la expedición también decidieron tender una trampa para atraer a este gato, explica el director del vedado de Jacasia Víctor Nepómniasgchiy:

—Con este fin en los lugares en que habita se lleva a cabo un complejo de medidas biotécnicas. ¿Qué es? Primero alimentamos adicionalmente a pequeños mamíferos que sirven de comida para el manul. Y cuando la base alimentaria se concentra, el gato presta atención a este lugar y aparece aquí más a menudo. Y, por supuesto, es retratado por nuestras cámaras.

Además de esto se propone poner collares a manules, pero no satelitales, que ponemos a irbis, sino radiofónicos, para determinar los lugares en que habita. Si se acierta a hacerlo, los científicos recibirán información valiosa sobre este animal. Del manul se conoce poco hasta la fecha. Verlo vivo es cosa irreal. Incluso en los zoos sobreviven mal y sus gatitos mueren de distintas infecciones. Además, este gato es nocturno y de día duerme, saliendo de sus escondites cuando el zoo se cierra y los visitantes se van.

– Elena Kováchich

Fuente: La Voz de Rusia

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