La bandera de la confederación confronta a EU

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Durante años, los legisladores de Carolina del Sur se negaron a reabrir la discusión sobre la bandera de la Confederación en terrenos del Capitolio estatal con el argumento de que se la retiró de la cúpula por acuerdo entre partidos y que el debate echaría sal sobre las heridas sin necesidad.

Las opiniones cambiaron a pocos días de la masacre de nueve personas en una iglesia histórica negra en Charleston, cuando un número creciente de republicanos se sumó al clamor para retirar la bandera del monumento a la Confederación -los estados secesionistas del sur durante la Guerra Civil- frente al Capitolio y enviarla a un museo.

El lunes, la gobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley hizo lo que para un gobernador republicano anterior fue suicidio político. Haley, republicana también, no solo reclamó que se quite la bandera sino que se comprometió a convocar a la legislatura dentro de algunas semanas durante el receso si no resuelve el asunto en una sesión especial.

Días atrás, el presunto autor de la masacre, Dylann Storm Roof, fue acusado de asesinato. El hombre blanco de 21 años apareció en fotos alzando la bandera de la Confederación y quemando una bandera de Estados Unidos, y en escritos atribuidos a él se habla de fomentar la violencia racial.

Durante años, Haley se negó a hablar de la bandera. Pero el lunes dijo que se sentía conmovida por la ola de amor y perdón que siguió al “verdadero odio” del crimen. La gobernadora y su familia asistieron al oficio de la iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel el domingo.

Recalcó que para muchos habitantes de Carolina del Sur, la bandera aún representa una noble tradición de herencia y deber, pero para muchos otros “es un símbolo altamente ofensivo de un pasado brutalmente opresor”.

“El asesino lleno de odio que masacró a nuestros hermanos y hermanas en Charleston, tiene una retorcida y enferma visión de la bandera. De ninguna manera representa a la gente de nuestro estado”, subrayó.

Las palabras de la gobernadora provocaron que líderes de otros estados entraran en acción: el martes, el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, ordenó que se reemplacen todas las matriculas vehiculares personalizadas que lleven la bandera confederada, señalando que es “ofensiva” para muchas personas.

El presidente de la cámara baja en Mississippi, Philip Gunn se convirtió en el más alto republicano del estado en solicitar que se retire el emblema confederado de la bandera del estado. Y en Tennessee, tanto demócratas como republicanos señalaron que debe retirarse del Senado un busto de Nathan Bedford Forrest, general de la Confederación y líder del Ku Klux Klan.

En tanto, la cadena Wal-Mart anunció el lunes que retirará de todos sus aparadores y su sitio web todos los artículos que tengan la bandera confederada.

De todas maneras, no será fácil retirar la bandera.

Cualquier cambio requiere una mayoría de dos tercios en ambas cámaras bajo un acuerdo de 2000 que la trasladó de la cúpula a un monumento a los soldados de la Confederación.

Los legisladores regresan este martes para lo que se consideraba el fin de una sesión especial para aprobar el presupuesto estatal. La sola moción de introducir el tema de la bandera requiere el apoyo de dos tercios de ambas cámaras.

Fuente: AP

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