Juez federal liberó a hijo de un capo de la Familia Michoacana por 400 mil pesos

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Un juez federal fue presuntamente sobornado con 400 mil pesos por narcotraficantes michoacanos para liberar al hijo de un fundador de la Familia Michoacana, publica Milenio. Diversos audios demuestran cómo La Familia y Los Viagras rescataron a El Chuchín Méndez, según el reportaje.

Por Víctor Hugo Michel

Jorge Armando Wong Aceituno, juez federal que exoneró a 43 de 44 supuestos autodefensas detenidos tras un tiroteo en el que murieron nueve personas en Apatzingán el pasado 6 de enero, fue presuntamente sobornado por los remanentes de La Familia michoacana y dirigentes de Los Viagras para evitar que el hijo de un alto capo fuera identificado por el gobierno federal y sometido a proceso.

Así lo registra una docena de intervenciones telefónicas en las que se escucha cómo ambas organizaciones aceitaron con 400 mil pesos el proceso judicial mediante sobornos al juez y a un agente del Ministerio Público federal, a quienes ordenaron manipular el caso, desaparecer evidencias y, en contubernio, reducir las acusaciones para obtener la liberación de uno de los hijos de Jesús Méndez, El Chango, fundador deLa familia michoacana.

Las grabaciones a las que MILENIO tuvo acceso revelan, entre otros datos hasta ahora desconocidos, que:

a) Operadores de La Familia michoacana y Los Viagras, agrupación que ha sido señalada de reclutar sicarios para llenar el vacío de poder dejado por Los caballeros templarios, estuvieron detrás del movimiento que tomó la presidencia municipal de Apatzingán en diciembre pasado, el cual terminó en un enfrentamiento a balazos con la Policía Federal.

b) El 6 de enero, al liberar la alcaldía, el Ejército detuvo a Jesús Méndez,El Chuchín, hijo de Jesús Méndez Vargas, El Chango, multihomicida confeso que encabezó el cártel tras la caída de Enrique Kike Plancarte, quien está por ser extraditado a Estados Unidos para enfrentar un juicio por tráfico de drogas en la Corte del Distrito de Nueva York.

c) El Chango y Nicolás Sierra Santana, dirigente de Los Viagras, aportaron dinero para el soborno que llevaría a que El Chuchín —y posiblemente el resto de sus compañeros— salieran libres.

d) En al menos el caso de una persona, el proceso que terminó con la derrota judicial de la PGR y la PGJE —43 de 44 detenidos terminaron siendo liberados—, fue viciado por sobornos a un juez federal.

II

Las grabaciones, que comprenden en total 40 minutos, revelan detalles de cómo el hijo de El Chango Méndez participó en la toma de la alcaldía, acto que en un principio fue presentado como una “protesta social”, pero en el que hubo presencia de personas vinculadas a criminales.

Los audios también dan una idea de cómo se fue urdiendo el plan para obtener con base en un soborno la liberación de El Chuchín. Aunque no se menciona por nombre a quién se sobornará, se especifica en las grabaciones que se harían pagos al juez que llevaba el proceso de los detenidos en Apatzingán a principios del presente año.

El titular del juzgado quinto de distrito y responsable de la exoneración de los 43 autodefensas detenidos, Jorge Armando Wong Aceituno, fue quien llevó el caso.

No solo eso: durante una semana, y pese a que estuvo recluido en el penal de máxima seguridad de Tepic junto con otros autodefensasdetenidos en Apatzingán, Méndez júnior logró ocultar su identidad, lo que evitó que fuera llevado a la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada (Seido), donde se le consideraba un blanco de alto valor. Durante su estancia en el reclusorio fue ingresado bajo el nombre falso de “Juan Carlos Gutiérrez Segura”, aun cuando en distintos medios se publicó quién era en realidad. Ninguna autoridad se percató de que, en efecto, tenían al hijo de El ChangoMéndez.

Hasta ahora, la participación de operadores de organizaciones criminales en la toma del palacio municipal de Apatzingán —22 de diciembre al 6 de enero— no había podido ser corroborada, pese a la sospecha en distintas áreas del gobierno federal de que el movimiento estaba infiltrado por la delincuencia organizada.

Desde un inicio, la toma de la alcaldía fue presentada como una respuesta cívica al enfrentamiento entre los grupos de Hipólito Mora y Simón El Americano, el 17 de diciembre en La Ruana.

Cuando ocuparon la presidencia municipal a nombre del Grupo 250 de la extinta Fuerza Rural, medio centenar de autodefensas aseguraron que la protesta tenía como meta exigir al gobierno federal “apoyar a Mora” en su confrontación con El Americano, detener a los responsables del tiroteo y presionar al entonces comisionado para Michoacán, Alfredo Castillo, para que se lanzara una ofensiva contra Los caballeros templarios, y en especial su líder, Servando Gómez Martínez, La Tuta.

“Para nosotros. En este momento la batalla la está ganando La Tuta“, dijo Nicolás Sierra, uno de los líderes de Los Viagras, que encabezó la toma y quien después jugaría un papel central en la liberación de Méndez júnior. Hablaba poco después de la ocupación del ayuntamiento, cuando se colgaron pancartas con leyendas como “Señor presidente Enrique Peña Nieto, el pueblo exige la detención de los delincuentes”.

Pero esos argumentos eran solo una fachada. Las conversaciones telefónicas, en las que destacan las que sostuvieron un abogado y un contrabandista de armas conocido por la inteligencia federal, revelan que entre quienes coordinaron la ocupación de la presidencia municipal se encontraba El Chuchín, también conocido como El león rapado, a quien se considera heredero de lo que queda del imperio criminal forjado por su padre.

Su aprehensión, el pasado 6 de enero, echó a andar una trama de corrupción que terminaría 10 días después con el juez Jorge Armando Wong ordenando su liberación, cuando el caso construido por la PGR y la Procuraduría General de Justicia de Michoacán se colapsó. El MP, dijo el juez, había fallado en la integración de los expedientes, por lo que procedía retirar los cargos.

Las grabaciones dejan claro que el Ministerio Público falló por una razón: porque le ordenaron hacerlo.

III

Las conversaciones (los fragmentos medulares podrá escucharlos esta noche en MILENIO Televisión), se dieron en 14 llamadas realizadas entre el 7 de enero y el 5 de febrero recientes, y dan idea de qué tan fácilmente se pueden caer acusaciones ministeriales cuando se cuenta con unabuena defensa y el MP está decidido a torpedear el caso.

Los diálogos fueron protagonizados, entre otros, por Jaime Gutiérrez Escobedo, reconocido traficante de armas que ha estado al servicio deLa Familia, Los Valencia y Los templarios, así como un abogado identificado como “el licenciado Nahúm”, y Roberto Contreras Betancourt, yerno de Gutiérrez Escobedo.

Desde un principio, Gutiérrez Escobedo, viejo amigo de El ChangoMéndez, accede a prestarse como operador, y es quien coordina las transferencias de dinero de la familia Méndez y Los Viagra para pagar los sobornos y obtener la liberación del joven.

El 8 de enero, Nahúm y Gutiérrez Escobedo hablan por primera vez. Acaban de enterarse que el hijo de El Chango Méndez fue detenido y transferido al penal de alta seguridad de El Rincón, en Nayarit, y comienzan a urdir la defensa legal y extra legal del muchacho que, por lo que se dicen, sí quebrantó la ley.

Nahúm: Lo trasladaron para allá. Pero los expedientes se quedan aquí. ¿Sabes por qué los trasladaron, por qué delito?

Jaime: Acopio de armas.

Nahúm: Acopio de armas. No lo van a poder sostener, porque para que sea acopio de armas necesitan, necesariamente, (sic)saber quién y quiénes eran los propietarios de las armas.

Jaime: Sí.

Nahúm: Y ninguno lo va a aceptar.

Las primeras señales de que se buscará sobornar al MP llegan el día siguiente: Jaime Gutiérrez Escobedo llama a su hija, quien le informa que Nahúm acaba de salir de Uruapan y requiere 10 mil pesos, porque el sábado 10 de enero comenzará la tarea de lograr que se eliminen los cargos. Ese dinero, dijo, “es para llevar a comer al MP para que le borren eso, la portación de armas”.

Para el 10 de enero, presumiblemente después de que Nahúm “llevó a comer” al MP, el abogado y Gutiérrez Escobedo hablan de cómo las acusaciones han comenzado a desvanecerse. Y acuerdan la importancia de mantener la identidad del hijo del capo en secreto.

Luego de atender al MP, “ya le quitamos dos de los tres delitos que iban”, se ufana Nahúm. “Ya le quitamos dos, que es asociación delictuosa y la portación de arma”. La única acusación que queda es la portación de una Beretta 9 milímetros y, para desestimar esa evidencia, se ha preparado una teleconferencia con el muchacho para que sepa qué decir cuando lo careen con el soldado que lo detuvo en Apatzingán.

El muchacho responde, según Nahúm: “Yo me sostengo, licenciado, en lo que usted me diga”.

Jaime revela que ese día, en algunos medios de comunicación, apareció la noticia de que se había detenido al hijo de El Chango Méndez durante los operativos en Apatzingán. Nahúm responde enojado: “¿Quién hijos de la chingada dijo?”.

Nahúm: Nadie sabe quién es. No saben quién es. Por eso yo le pedí a Roberto que no vayan a comentar nada. Ni decir nada, porque a mí se me acercó el Ministerio Público y me dijo: ‘¿Oye, tú no sabes quién sea el hijo de El Chango Méndez?’. Ni madres, dije. Yo ni conozco, o sea…”.

Jaime: Ajá.

Nahúm: Yo lo mandé mucho a la fregada al Ministerio Público.

Jaime: Ah, perfecto.

El 10 de enero, Roberto Betancourt, yerno de Jaime Gutiérrez, le llama por teléfono y le informa que ese día ha visto a la hermana de El ChangoMéndez, quien le entregó 50 mil pesos para el fondo de liberación de El Chuchín. De forma abierta, Roberto admite que en cosa de horas el abogado Nahúm dará los respectivos sobornos al juez y agente del MP.

Roberto: Ya me dio los 50. Yo agarré los 10 pesos nomás, porque tenía que hacer unos pagos.

Jaime: Sí, sí, está bien. Ahorita no he visto a este amigo, pero más o menos lo preparaste de que el miércoles, posiblemente, ya aquel amigo la libre.

Roberto: Sí, así está.

Jaime: Exactamente.

Roberto: Y dice la hermana: ‘Yo sé que mi sobrino la está librando, porque él ya hubiera estado en Seido desde un principio’. Ayer me dijo Nahúm que carearon a él con el soldado, y que le dijo que estuvo bien lo que hizo, muy bien, o sea que, previniendo y prepararla que ya se va a ver al Ministerio Público y al juez para que el miércoles salga. Este, se le va a dar una lana a ellos. Y lo del cobro del licenciado queda pendiente.

El 12 de enero, Nahúm llama a Jaime. Le informa que “Juan Carlos” estará en libertad en cosa de horas. En esta llamada queda en evidencia la obsequiosidad con la que se comporta el juez con el abogado del hijo del capo, quien hasta le da órdenes. En un último intento por descubrir siEl Chuchín está entre los detenidos, la PGR pide investigarlo.

Nahúm: Me acaba de hablar el juez. Él a mí.

Jaime: Ajá.

Nahúm: Que en dos horas, dice, ahorita ya está egresando, pero en dos horas que salga de las oficinillas que tiene que pasar por ahí, al Cereso.

Jaime: ¿En dos horas?

Nahúm: En dos horas, pero dice: ‘Todo bien, licenciado, pero son mamadas, son 24 horas que lo retuvieron a lo pendejo’.

Jaime: Hey. ¿Qué dijo el juez?

Nahúm: Pues: ‘Sí, discúlpame, pero lo investigaron en México, nos mandaron la orden de México que teníamos que investigarlo, pero no encontramos nada’.

El 14 de enero, Nahúm revela que el juez le ha adelantado de la virtual liberación. Y queda claro quién está cofinanciando el soborno. Se menciona que El Gordo, de Los Viagras, Nicolás Sierra. Aportó 100 mil pesos. El resto lo entregó la familia de El Chango Méndez.

El 16 de enero se cumple lo prometido: los detenidos en Apatzingán son liberados por el juez Wong Aceintuno, quien argumenta que el MP falló en la integración de la averiguación previa, al no ofrecer ninguna evidencia sólida que pruebe que los acusados realmente portaban armas de uso exclusivo del Ejército.

Al día siguiente, el 17, Gutiérrez llama a Roberto. El hijo del capo está libre y es hora de hacer cuentas. Pero entre ladrones no hay honor. Ambos acuerdan quedarse con parte del dinero y mentirle a El ChangoMéndez y al Nico.

Roberto: Se deben 400 de la ministerial y del juez entonces. Y se deben aparte los 200 del licenciado.

Jaime: Sale, pues…

Fuente: Milenio

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