Homofobia mata a 120 mexicanos cada año

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En los últimos 10 años se han cometido en México mil 218 homicidios por homofobia en el país,

Por Ariadna Ortega/ Sin Embargo

Óscar Manuel Ramírez Siordia, de 27 años, ha pasado casi un lustro en la cárcel por el homicidio de quien fuera su pareja sentimental durante más de 5 años. El 7 de julio de 2010, el joven encontró el cuerpo de su novio tirado muerto en el piso de su recámara. Llamó a la familia de su pareja y a la policía. Él pasó de estar en calidad de testigo a ser presunto responsable.

En los últimos 10 años se han cometido 1,218 homicidios por homofobia en el país, es decir, 121 por año, según el más reciente informe de la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia (CCCOH) de la organización civil Letra S Sida, Cultura y Vida Cotidiana AC. De acuerdo con este documento, la mayor cantidad de asesinatos se ha registrado en hombres (976), seguido por la comunidad trans (travestis, transgénero y transexuales) con 226 casos reportados,  y por último las mujeres con 16 casos, esto último debido a que muchas veces estas agresiones son consideradas como feminicidios.

Aunque la muerte de Jacobo, la pareja sentimental de Óscar, no está dentro de los casos de homicidio por homofobia, el caso tiene un sesgo de discriminación puesto que inmediatamente fue calificado como “crimen pasional” por sus preferencias sexuales y –de acuerdo con la defensa del acusado– los jueces emitieron una sentencia con prejuicios homofóbicos.

Días después de haber encontrado el cuerpo de Jacobo se le dictó auto de formal prisión a Óscar  por el delito de homicidio calificado y aunque posteriormente un joven de 19 años confesó ser el responsable del asesinato debido a que el occiso se negó a tener relaciones sexuales con él a cambio de dinero como lo habían convenido por Internet, Ramírez Siordia fue condenado a 27 años y seis meses de prisión.

Actualmente un grupo de abogados están a la espera de que el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito revise la solicitud de amparo que interpusieron hace siete meses, considerando que a Óscar Manuel se le violaron sus derechos al debido proceso, a la presunción de inocencia y a la no discriminación en razón de sus preferencias sexuales.

LAS FALTAS AL DEBIDO PROCESO

La Clínica de Interés Público del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), organismo que acompaña legalmente al inculpado, considera que la inocencia de Óscar es latente y que el juzgado 49 del Distrito Federal tuvo una actitud discriminatoria al emitir su sentencia.

El órgano jurisdiccional vulneró el Artículo 1 de la Constitución y desestimó tanto el testimonio de Óscar como el de otros familiares, pero sí consideró los alegatos del Ministerio Público, pese que se modificó la escena del crimen y las pruebas no se resguardaron de manera correcta.

Por su parte, el abogado  director de la organización civil Letra S Sida, Cultura  y Vida Cotidiana AC, pidió al Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primero Circuito, presidido por Silvia Carrasco Corona y conformado por Juan Wilfrido Gutiérrez Cruz y Horacio Armando Hernández Orozco, que cumplan los plazos establecidos y den la resolución del amparo.

Activistas, abogados y familiares del acusado consideran que es un caso emblemático porque se le negaron sus derechos por lo que piden la revisión del Tribunal por todas las irregularidades que se presentaron durante el proceso.

María de Lourdes Salazar Jiménez, integrante de la Clínica de Interés Público del CIDE, explicó que durante el proceso hubo múltiples deficiencias en el sistema de impartición de justicia del DF, pues existe la confesión del asesino, además de que los estudios periciales “estuvieron mal elaborados y sin cadena de custodia” porque se modificó la escena del crimen, hubo interpretaciones “indebidas” de la necropsia y, por si fuera poco, hay testigos de que el día y la hora del crimen Óscar estuvo en su casa.

“HOMICIDIO PASIONAL”

El 6 de julio de 2010 Óscar estuvo con su pareja en el departamento donde vivía Jacobo, en la colonia Nápoles, comieron juntos y tuvieron relaciones sexuales. Posteriormente salieron de la casa juntos y tomaron caminos distintos.  Óscar planeaba ir a su casa, pero decidió regresar para revisar su correo electrónico. Él había vivido allí mientras estudiaba la licenciatura y todavía tenía llaves, por eso entraba y salía con regularidad sin necesidad de avisar.

Entonces escuchó cuando su novio entró con otra persona a quien presentó como su sobrino. Óscar tuvo un mal presentimiento pues recién había escuchado en la radio sobre asesinatos de homosexuales que suelen invitar a desconocidos a sus casas y aun así los dejó solos en el departamento, cuando regresó a la mañana siguiente encontró a Jacobo muerto.

Jacobo había conocido un día antes en una chat de encuentro gay a Noé, quien buscaba dinero para irse a Mexicali con su novia. Acordaron tener relaciones sexuales a cambio de mil pesos.

En el departamento, Jacobo invitó a Noé a pasar a su recámara para ver una película. Ahí comenzaron los altercados luego que el joven de 19 años rechazara ser besado y tocado por el dueño del departamento.  Ante su negativa comenzó un forcejeo con el novio de Óscar, pero éste perdió. Noé lo sometió con una llave conocida como “mataleones” hasta que dejó de moverse, después tomó un celular y una laptop y se fue.

Al día siguiente, cuando Óscar encontró el cuerpo, llamó a la policía y a los familiares de su ex pareja.  Después de su declaración,  pasó de testigo a presunto culpable. Nadie parecía haber sido el culpable más que él. La postura de la autoridad no era aún clara, pero no se descartaba la posibilidad de un “crimen pasional”.

Como parte de las pesquisas por el robo de los artículos, las autoridades dieron con Noé, quien reconoció que él sólo había agredido al novio de Óscar y que lo había visto salir y éste nunca regresó al departamento; además afirmó que cuando salió del lugar, la víctima estaba en el piso.

Sin embargo, la investigación de las autoridades concluyó que ambos asesinaron a Jacobo, a pesar de que algunos dictámenes periciales determinaron que la presencia de cabellos de Óscar en el inmueble y un poco de piel en las yemas del dedo de la víctima eran consecuencia de su constate presencia en lugar y del encuentro sexual sostenido horas antes.

En enero de 2012, la juez 49 Penal en el Distrito Federal determinó que Óscar y Noé eran culpables de homicidio calificado. Además, determinó el agravante de traición, ya que argumentó que ambos quebrantaron la confianza de la víctima, y que según los datos que tenía los motivos que los llevaron a trasgredir la norma penal es que fueron de “carácter pasional”.

HOMOFOBIA EN MÉXICO

El informe de la Comisión Ciudadana contra los Crímenes de Odio por Homofobia, realizado a través de monitoreo de medios en 32 estados de la República, señala que la entidad con mayor número de casos es el Distrito Federal (190), seguido del Estado de México (119), Nuevo León (78), Veracruz (72), Chihuahua (69), Jalisco (66), Michoacán (65) y Yucatán (60).

El documento muestra que desde 2005 se registra una tendencia a la alza en el número de homicidios motivados por el prejuicio homofóbico lo que coincide con la mayor visibilidad pública ganada por la comunidad de la diversidad sexual desde ese año, aunque considera que el aumento también puede darse por una mayor cobertura periodística de este tipo de crímenes.

La investigación realizada por Alejandro Gabriel Flores Medel detalla que el rango de edad más frecuente de las víctimas va entre 30 y 39 años, después de los 18 a 29 años y posteriormente el grupo de personas de entre 40 y 49 años de edad.

De acuerdo con Flores Medel, México es el segundo país, después de Brasil con mayor número de casos de homicidio por homofobia.

Fuente: Sin Embargo

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