“¡Hagan lío!”, aconsejó Papa a líder de defensores de la familia “natural”

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El representante del Frente Nacional por la Familia, Rodrigo Iván Cortés Jiménez, relata cómo, después de obtener el apoyo de los obispos mexicanos para las movilizaciones que realizaron el mes pasado, viajó al Vaticano para cabildear el respaldo del Papa Francisco. Finalmente consiguió que éste lo alentara a “hacer lío en defensa de la familia”. Lo que sigue, dice, es que el  frente se convierta en un movimiento permanente, porque ya no confía en las promesas del gobierno y del PRI de reconocer sólo el matrimonio “natural”, entre un hombre y una mujer… 

Por Rodrigo Vera/ Proceso

“Salgan a las calles y hagan lío en defensa de la familia”, le dijo el Papa Francisco a Rodrigo Iván Cortés Jiménez, el representante del Frente Nacional por la Familia (FNF), que se reunió con el pontífice para informarle sobre las acciones de su organización.

Bergoglio lanzó la frase luego de hojear rápidamente los documentos que Cortés Jiménez le entregó en las manos y de oír sus proyectos de realizar, en distintos puntos de México, marchas multitudinarias de laicos católicos en contra de la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto que intenta legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Ambos estaban en la Loggia Alejandrina –del laberíntico Palacio Apostólico del Vaticano–, donde el Papa suele dar algunas audiencias. Era el pasado 28 de agosto. Y el “hagan lío” era la ansiada instrucción papal que el FNF estaba esperando para emprender sus marchas de los pasados días 10 y 24 de septiembre, así como las futuras.

En entrevista con Proceso, Cortés Jiménez detalla sus gestiones ante la Curia Romana para obtener este encuentro con Bergoglio:

“Por esos días yo participaba en Roma en un coloquio sobre cristianos perseguidos en distintas partes del mundo. Y mi objetivo era, en representación del frente, tener contacto con el Papa Francisco para informarle sobre lo que pasa en México a raíz de que Peña Nieto presentó su iniciativa, también para darle a conocer nuestras acciones de protesta y obtener palabras de aliento de parte suya.”

Antes que nada, Cortés se dirigió a las oficinas del recién creado Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la instancia de la Curia que trata directamente los asuntos relacionados con los fieles católicos y sus movilizaciones. Ahí, Cortés dejó documentación y se reunió con algunos funcionarios.

“En este dicasterio fui muy puntual y objetivo en mis explicaciones –relata–. Ahí me dijeron: ‘Vemos muy interesante su tema, lo vamos a analizar muy bien. Y ya en su momento veremos si obtiene o no unas palabras de aliento por parte del Santo Padre’. Salí muy satisfecho.”

Aparte, Cortés Jiménez consiguió reunirse con monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Se refiere a este encuentro:

“Monseñor Gallagher es un personaje importante, depende directamente del secretario de Estado. A él también le expliqué a detalle la actual situación en México y le entregué un escrito de parte del frente.”

Otro influyente jerarca con quien conversó para obtener la audiencia papal fue el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena. Cuenta Cortés:

“Al cardenal Schönborn lo conozco desde hace tiempo. Es muy cercano al Papa Benedicto XVI y además aprecia todo lo relacionado con la activación cívica de los laicos católicos. Me senté con él para explicarle lo que los laicos estamos haciendo en México. Fue muy receptivo.

OBJETIVO CUMPLIDO

“Finalmente conseguí mi objetivo de hablar con el Papa; se me citó para el día 28. A esa audiencia fueron algunos políticos preocupados por la situación de la libertad religiosa en sus países. Uno a uno fuimos hablando con el Papa.”

–¿Y cómo se dio el encuentro con usted?

–Primero le hablé del contrastante cambio de actitud de Peña Nieto, pues cuando el Papa vino a México, en febrero pasado, en su recibimiento en el aeropuerto y en su discurso de Palacio Nacional le prometió defender a la familia, estar en sintonía con la Iglesia y todas estas cosas. Pero luego, le expliqué al Papa, el presidente cambió totalmente de actitud al presentar, en mayo pasado, una iniciativa para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.

“Le detallé que la iniciativa presidencial consiste en cambiar el artículo cuarto constitucional y el Código Civil Federal. Y que además va acompañada de cuatro acciones ejecutivas, una de ellas encaminada a modificar los libros de texto gratuito para educar a los niños dentro de la ideología de género.

“De ahí pasé a comentarle que los laicos católicos no nos sentimos representados en esa iniciativa, por lo que estamos realizando actos de protesta para impedir que el Congreso la apruebe. Le hablé de las marchas que teníamos programadas para el 10 y el 24 de septiembre.

“Le entregué en sus manos una carta del frente dirigida a él. Ahí le explicamos que somos un frente ciudadano conformado por redes nacionales y estatales, y que en él participan distintas confesiones religiosas, incluso personas no creyentes. También le decimos en la carta que pusimos una iniciativa ciudadana para que en la Constitución se reconozca el matrimonio entre hombre y mujer, y el derecho de los padres de familia a la educación de sus hijos.

“El Papa me escuchaba detenidamente. Luego le echó un rápido vistazo a la carta y me dijo: ‘Sí, salgan a las calles y hagan lío en defensa de la familia’. Era la frase de aliento que estábamos esperando.”

Fue así como, al cobijo de la más alta jerarquía, primero se realizaron las marchas del 10 de septiembre en 130 ciudades del país y en las que participaron –asegura el FNF– más de 1 millón 200 mil personas.

Vino después la “megamarcha” del sábado 24 en la Ciudad de México, que partió del Auditorio Nacional al Ángel de la Independencia y, según los organizadores, sumó alrededor de 450 mil manifestantes que llegaron de distintas entidades. Pero para el gobierno capitalino fueron sólo 20 mil.

Al día siguiente, durante su misa dominical en el Vaticano, Francisco externó públicamente su apoyo a la marcha:

“Me asocio de buena gana a los obispos de México para sostener el compromiso de la Iglesia y de la sociedad civil en favor de la familia y de la vida, que en este tiempo requieren especial atención pastoral y cultural en todo el mundo.”

“UN MOVIMIENTO PERMANENTE”

Al terminar la marcha del 24, en su mitin del Ángel, el FNF dio a conocer un “manifiesto” conformado por 10 puntos. Ahí anuncia que se constituirá en “un movimiento cívico permanente” con el objetivo de incluir en la Carta Magna su “iniciativa constitucional ciudadana” a favor del “matrimonio natural” y del derecho “a la educación de nuestros hijos”.

El decálogo también manifiesta su “profundo desacuerdo con la ideología de género” que quiere “imponerse en las leyes, en las escuelas, en las familias”, y pide “un encuentro” con Peña Nieto para darle a conocer las “inquietudes y argumentos” del FNF.

Fuente: Proceso

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