Exorcismo en México, ¿la manera definitiva para curar la sociedad?

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Aunque en el país no existe una estadística exacta sobre el número de exorcismos practicados, hay clérigos que afirman que han realizado miles de ellos durante su sacerdocio.

exorcismos juan sandovalMéxico está despertando el interés internacional por un fenómeno que ya no solo viven sus habitantes de manera individual, sino la nación completa: los exorcismos, una práctica que se presenta como la solución ante los problemas del narcotráfico que vive el país. A pesar de las posturas que afirman que estos actos son producto de la mente, la polémica práctica del exorcismo va en aumento en la República Mexicana.

Especialistas religiosos afirman que el número de exorcismos llevados a cabo en México ha aumentado, llegando incluso a practicarse a ciudades enteras, y no solo a personas. Así, en la catedral de la ciudad de San Luis Potosí se celebró en secreto y a puerta cerrada el primer magno exorcismo, considerado como el máximo ritual de su tipo, en donde exorcistas, canónigos, sacerdotes, seminaristas y laicos buscaban eliminar a los demonios que afirman han ocasionado esta ola violencia que ha vivido el país debido principalmente al narcotráfico.

Satanismo y narcotráfico, ¿hay una relación?

Aunque en el país no existe una estadística exacta sobre la cantidad de exorcismos practicados, algunos clérigos afirman que han realizado miles de exorcismos durante su sacerdocio. Entre ellos se encuentra el padre Francisco López, excoordinador de los Exorcistas de México, que confiesa que a veces tiene tres o cinco casos al día, y agrega que en total ha realizado “5.000 o 6.000 exorcismos”.

El periodista independiente José Alberto Villasana dice: “Sin duda alguna hay una relación entre el satanismo y el narcotráfico, por el simple hecho que consta que las bandas de narcos ofrecen sacrificios, rituales satánicos, o tienen cultos a la así dicha Santa Muerte para que los demonios les protejan el negocio”.

Sin embargo, el padre Ricardo Blanco, nombrado exorcista por la Iglesia desde hace más de 15 años, sostiene que afirmar que existan exorcismos es evadir responsabilidades.

“Se han hecho exorcismos por el país y se quieren hacer exorcismos por el país. Eso es tratar de despolitizar a la gente, de que la gente no se haga responsable del mal, de la injusticia, la violencia que hay en el país, y todos personalmente trabajemos por resolver el problema. Le echamos la culpa al demonio, eso es más fácil”.

La realidad social de los poseídos

Casos como el de Jorge Tercero reflejan la realidad social que viven quienes afirman que han sido poseídos en este siglo XXI. Jorge ha vivido las dos caras de un exorcismo. Hijo de un pastor pentecostal, creció viendo prácticas exorcistas en su congregación desde la década de los ochenta en el estado de Chiapas.

Ahora, siendo seminarista confiesa: “A raíz de un problema emocional, de un problema de pareja que tuve, ahí es donde yo experimentaba estas experiencias de oír cosas, gruñidos, sonidos extraños, el clásico muerto que le llamamos en México que ‘se te sube’, miedo extremo que no sabes ni por qué, se mueven cosas, apagan luces, se mueven bolsitas y cositas en el piso”.

Católicos y pentecostales son las dos principales ramas religiosas que practican exorcismos. Pero para una parte de la misma Iglesia, las posesiones demoníacas son producto de un conjunto conflictivo de situaciones biológicas, psicosociales y culturales.

María Gabriela Herrera, creyente presbiterana, opina que se trata de “un producto no de la imaginación, sino de la mente”. “Las circunstancias te van llevando a ciertos sentimientos y emociones que pueden provocar creer que hay algo que te posee o que lleva a hacer cosas que incluso no están bajo tu control”, agrega.

Cada época le ha dado un toque especial al fenómeno de exorcismo y cada generación, marcada por los tiempos que atraviesa y por el contexto social, tiene su particular percepción. A pesar de las investigaciones que se han hecho y de los casos que se siguen analizando, el fenómeno del exorcismo, con el paso de los años, va dejando más interrogantes que respuestas.

Fuente: RT

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