EU busca agilizar Cruces fronterizos

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Por Lisa Rathke

Una zona de esquí al norte del estado de Vermont y varios otros puntos del país quieren más agentes en los cruces fronterizos y en las aduanas, y están dispuestos a pagar por ellos. El objetivo no es impedir el ingreso de personas, sino agilizarlo.

El centro de esquí Jay Peak, el aeropuerto de Miami y otros puntos de Texas fronterizos con México figuran entre quienes quieren facilitar el tráfico de mercancías y turistas en la frontera. Y esperan ser parte de un programa piloto en el que se ensayarán distintas formas de agilizar el tránsito de los puntos fronterizos, incluida la infusión de dinero de empresas privadas.

El dinero podría ser usado para contratar más personal, pagar horas extras y servicios tales como inspecciones. La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza está analizando las postulaciones de más de una docena de sitios de todo el país y seleccionará cinco en las próximas semanas.

“Por un lado, no creo que debamos pagar por más servicios, pero estoy dispuesto a hacerlo porque esto es muy importante para nosotros”, comentó Bill Stenger, presidente del Jay Peak de Jay, Vermont, localidad al sur del ferrocarril de Quebec. “No podemos permitir que nuestros huéspedes sufran demoras innecesarias en la frontera”.

La seguridad fronteriza –sobre todo la cantidad de agentes– es uno de los temas centrales del debate en torno a una reforma a las leyes de inmigración. Pero la adición de 20.000 agentes para vigilar la frontera no reduciría las esperas porque ese personal no sería asignado a cruces oficiales sino que debería vigilar los cruces usados por los inmigrantes sin papeles.

Es importante garantizar la seguridad de la frontera, pero también hay que saber recibir a la gente, declaró Stenger. “Y eso implica hacer el trámite en un tiempo razonable”.

El 55% de los visitantes que van al Jay Peak provienen de Canadá. Tienen otras opciones para esquiar en Quebec, pero el Jay Peak es más alto y tiene una caída más pronunciada.

Michael De Wolfe, de Montreal, cruzaba la frontera por el puerto que une Highwater, en Quebec, y North Troy, en Vermont, pero ahora va por el de Frelighsburg, Quebec, y West Berkshire, Vermont, porque generalmente es más rápido.

Tiene donde alojarse, de modo que, cada vez que puede, cruza por la tarde o la noche. Pero si lo hace un sábado por la mañana, indicó, le tocan esperas de 30 minutos.

“Quienes van a Jay con frecuencia saben cómo evitar las largas esperas”, comentó en un correo electrónico.

Stenger está dispuesto a pagar por personal adicional en la frontera los fines de semana y feriados. Calcula que le costaría unos 1.000 dólares diarios. Pero no ve esto como una solución a largo plazo.

“Tenemos muy buena relación con los agentes de la frontera, pero tienen limitaciones presupuestarias que están fuera de su control”, expresó Stenger. “Estoy dispuesto a aportar dinero y ayudar a pagar por el personal adicional que sé que necesitan y para el cual no tienen recursos”.

Ash Ambirge, de Filadelfia, se alegró cuando supo que el aeropuerto internacional de Miami se postuló para el programa piloto. Ella y su esposo, quien es de Costa Rica, a menudo viajan a ese país y deben soportar colas largas y experiencias desagradables, según indicó en un correo electrónico.

“Preferiría no tener que viajar por Miami en el futuro, pero lamentablemente es la terminal grande más cercana a Filadelfia y la más barata”, explicó.

Igual que otras dependencias del gobierno, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza vio reducido su presupuesto y está buscando soluciones para sus problemas.

Una de ellas es el programa piloto, a través del cual se firmarán acuerdos de hasta cinco años.

“La frontera debe ser vista como una oportunidad económica, no como una amenaza”, sostuvo el representante demócrata de El Paso, Texas, Beto O’Rourke, quien propuso el programa piloto.

El año pasado el comercio entre Estados Unidos y México fue de 494 millones de dólares y el intercambio comercial con Canadá ascendió a 616 millones, de acuerdo con la oficina del censo.

El Paso, donde las esperas en la frontera van de diez minutos a varias horas, intentó resolver el asunto en el 2011 aumentando las tarifas en tres puentes internacionales durante las horas pico y le dio los 2,5 millones de dólares extras que recaudó al Departamento de Seguridad Interior para que contrate más personal para la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, pero el organismo no pudo aceptar fondos de afuera.

La municipalidad y la Ley de Mejoras de los Cruces Fronterizos (Cross Border Enhancement Act), que alienta fuentes alternativas de financiación para reducir las esperas en la frontera, fueron lo que le dieron ímpetu al programa piloto.

Se calcula que anualmente cruzan este puerto mercaderías por valor de 92.000 millones de dólares y que 6 millones de personas cruzan a pie, aportando 1.400 millones de dólares a la economía local, de acuerdo con O’Rourke. Estas actividades ayudan a mantener unos 100.000 puestos de trabajo en El Paso, agregó.

Otra organización de Texas, el South Texas Asset Consortium -integrado por las ciudades de Laredo, McAllen y Pharr, así como el condado de Cameron y la Starr-Camargo International Bridge Co.- también hizo una propuesta para el programa piloto para sus 11 puertos de entrada.

El aeropuerto internacional de Miami, por el que ingresan entre 9 y 10 millones de personas al año, ha estado hablando con la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza por más de dos años acerca de la posibilidad de asignar más agentes para agilizar el tráfico internacional, según su portavoz Greg Chin.

“Somos el aeropuerto internacional de mayor crecimiento en Estados Unidos”, declaró, y el personal disponible “no está a la altura de ese crecimiento”.

Fuente: AP

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