Cada voto costó 446 pesos, un 300 por ciento más caro

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Cada voto emitido el pasado 4 de junio costó al erario más de 446 pesos. Esta cifra triplica el costo estimado por voto en las elecciones federales de 2012 y ubica los comicios locales de 2017 entre los más caros de la historia.

Por Ernesto Núñez/ Reforma

A pesar del gasto, el sistema electoral no generó confianza entre los contendientes. Al menos en Coahuila y el Estado de México, las autoridades electorales fueron descalificadas por los partidos y, en ambos casos, se pedirá al Tribunal Electoral la anulación de los procesos.

Elecciones caras…

Según datos del Instituto Nacional Electoral, los procesos electorales del Estado de México, Veracruz, Coahuila y Nayarit tuvieron un costo global de 4 mil 948 millones de pesos, cifra que resulta de sumar los presupuestos de los cuatro institutos electorales (4 mil 222 millones) y los 726 millones de pesos que destinó el INE a los procesos locales.

Los datos disponibles tras los cómputos distritales indicaban que se emitieron más de 11 millones 88 mil votos, sumando las votaciones de gobernador en Estado de México, Coahuila y Nayarit, y las municipales de Veracruz.

Con listas nominales que sumaban en las cuatro entidades 19 millones 766 mil 554 ciudadanos, la participación general fue del 56 por ciento.

Si se divide el presupuesto total destinado a estos procesos electorales (4 mil 948 millones de pesos) entre los 11 millones de votantes, el costo de cada voto rebasa los 446 pesos.

Esta cifra supera a la de los anteriores comicios federales que, según estimaciones del INE, fueron de 112 pesos por voto en 2012, y 300 pesos por voto en 2015.

Pero inciertas

La del Estado de México fue la elección más cara de este año.

El Instituto Electoral del Estado de México recibió un presupuesto de 2 mil 228 millones de pesos para el ejercicio 2017, y el INE destinó 395 millones de pesos más para apoyar el proceso.

Si se divide el presupuesto total (2 mil 623 millones de pesos) entre los 6 millones 79 mil votos emitidos por los mexiquenses (según el reporte del cómputo con el 99.4 por ciento de las casillas), el costo promedio de cada voto fue de 431.5 pesos.

Con una lista nominal de 11.3 millones de electores, el proceso mexiquense implicó la instalación de más de 18 mil casillas, y la capacitación y movilización de 130 mil funcionarios en las mesas de votación.

Todo, para elegir solamente un gobernador, pues las elecciones de diputados locales y presidentes municipales se celebrarán hasta el próximo año.

El IEEM, encabezado por el psicólogo Pedro Zamudio, enfrentó cuestionamientos por parte de Morena y el PAN durante todo el proceso electoral. Incluso, la candidata panista, Josefina Vázquez Mota, pidió al INE atraer las elecciones, debido a la parcialidad de los consejeros locales, pero el INE rechazó hacerlo.

Al concluir la jornada electoral, el representante de Morena ante el IEEM, Horacio Duarte, denunció irregularidades en el Programa de Resultados Electorales Preliminares, inconsistencias en el conteo rápido (ejercicio estadístico con el que se declaró ganador al priista Alfredo del Mazo a las 22:30 horas del 4 de junio) y, días más tarde, parcialidad del IEEM al negarse a abrir la mayoría de los paquetes electorales para recontar los votos.

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El Estado de México fue una de las dos entidades en las que el INE no logró que el consejo local aceptara el PREP sugerido desde la instancia nacional.

La otra es Coahuila, donde también se lanzaron descalificaciones a la autoridad electoral.

En Coahuila, el instituto electoral presidido por Gabriela de León Farías cometió una pifia enorme que provocó la movilización unificada de los candidatos opositores al PRI, al cerrar el PREP con apenas un 72 por ciento de avance.

Además, mientras el PREP daba como ganador al priista Miguel Ángel Riquelme, el conteo rápido elaborado por el IEEC -y difundido en la medianoche del 4 de junio- daba como ganador al panista Guillermo Anaya.

El proceso coahuilense fue descalificado por el PAN, Morena y los candidatos independientes, quienes se retiraron de los cómputos distritales y anunciaron que buscarán la anulación de este proceso ante el Tribunal Electoral, para que se convoque a nuevas elecciones.

En el caso de Coahuila, la elección de un gobernador, 38 presidentes municipales y 25 diputados locales tuvo un costo global de 496.8 millones de pesos (sumando los 374.8 millones presupuestados para el IEEC, y 122 millones aportados por el INE).

Según el cómputo distrital con el 100 por ciento de las casillas, en Coahuila se depositaron un millón 264 mil votos, por lo que el costo de cada uno al erario habría rebasado los 392 pesos.

Si prospera la impugnación que prepara la oposición, la elección de gobernador deberá repetirse.

Nayarit fue la elección menos costosa, y la que generó menor controversia.

Ahí se eligieron un gobernador, 30 diputados locales y 20 alcaldes. Y la victoria del panista Antonio Echavarría fue clara.

El proceso tuvo un costo global de más de 249 millones de pesos, y votaron 511 mil nayaritas, por lo que cada voto habría costado 490 pesos.

En el caso de Veracruz, donde sólo se eligieron presidentes municipales, el Ople recibió un presupuesto anual de mil 452. 6 millones de pesos, más 126 millones que le dio el INE.

Con una participación de 3 millones 232 mil electores, según el cómputo municipal al 98.3 por ciento, el costo del voto de los veracruzanos se elevó a 488 pesos.

En esta entidad, la alianza del gobernador Miguel Ángel Yunes (PAN-PRD) ganó 112 de 212 municipios, incluidos el Puerto de Veracruz -donde el candidato es el hijo del gobernador, el hoy senador Fernando Yunes Márquez-, y Boca del Río, donde el alcalde actual es Miguel Ángel Yunes Márquez, otro hijo del mandatario estatal.

La elección veracruzana se tensó a partir del miércoles en algunos municipios, cuando los cómputos distritales provocaron inconformidad y conatos de violencia.

Costo por partido

De los más de 11 millones de votos emitidos el 4 de junio, 2.6 millones fueron por el PRI, 2.5 millones por Morena, 1.8 millones por el PAN y 1.3 millones por el PRD, según los resultados preliminares.

Un millón de votos adicionales se dividieron entre los otros cinco partidos con registro nacional: PES, PT, MC, Panal y PVEM, que alcanzaron entre 142 mil y 279 mil votos cada uno.

Y otro millón de sufragios fueron emitidos por partidos locales, candidatos no registrados, candidatos independientes, o fueron anulados.

El sufragio le cuesta más caro a unos partidos que a otros, si se considera el financiamiento público que recibió cada fuerza política en 2017 y la votación obtenida.

El partido al que cada voto le sale más caro es Encuentro Social, que recibió más de 61 millones de pesos en los cuatro estados donde hubo comicios, y cosechó únicamente 142 mil votos, por lo que cada sufragio le habría costado 431 pesos.

Morena es el partido que aprovecha mejor su financiamiento. Con un presupuesto de 172 millones de pesos en los cuatro estados, logró 2 millones 505 mil votos (cada uno le habría costado 68.6 pesos) y, con sólo tres años de existencia, se colocó como la segunda fuerza más votada en estos comicios.

El PRI es el partido que más dinero público recibió en 2017: 375.1 millones de pesos, con los que consiguió 2 millones 654 mil votos, por lo que cada sufragio le costó 141.3 pesos.

Para el PRI, el 4 de junio implicó la pérdida de un millón de votos en el Estado de México, si se considera que Eruviel Ávila había obtenido 3 millones de votos en las elecciones de 2011. En Coahuila, la votación priista cayó de 721 mil sufragios en 2011, a 400 mil en 2017, y en Nayarit bajó de 220 mil en 2011, a 135 mil este año.

PVEM y Panal -que al igual que el PES se aliaron con el PRI en el Estado de México, Coahuila y Nayarit- también son partidos a los que cada voto les cuesta caro.

El Partido Verde recibió prerrogativas por más de 99.6 millones de pesos en los cuatro estados con elecciones, y alcanzó apenas 279 mil votos. Compitió en alianza total con el PRI por casi todos los cargos en disputa. Solo, ganó únicamente cuatro municipios de Veracruz y uno en Coahuila. Su costo por voto fue de 356 pesos.

Nueva Alianza recibió 67 millones de pesos y sumó 276 mil votos, para un costo por voto de 242 pesos. La mayor parte de sus sufragios (209 mil) los consiguió en Veracruz, estado donde compitió solo y en el que ganó 18 ayuntamientos.

El PAN fue el tercer partido más votado en estos comicios, muy abajo de el PRI y Morena. Cosechó un millón 848 mil sufragios, perdiendo votos en Coahuila y Nayarit, respecto a lo que había obtenido en las pasadas elecciones locales.

La caída de Vázquez Mota al cuarto lugar en el Estado de México fue el golpe más duro para el panismo, aunque la ex candidata presidencial obtuvo casi 90 mil votos más de los que había cosechado su partido en las elecciones de 2011.

Al PRD lo salvó el mexiquense Juan Zepeda, que logró un millón 84 mil votos, que representan más del 80 por ciento de la votación que obtuvo el sol azteca en los cuatro estados. Al partido de Alejandra Barrales, cada voto le habría costado 123 pesos.

Fuente: Reforma

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