Amenazas de Obama disparan venta de armas en EU

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Para los fabricantes de armas de fuego, era una historia familiar. El domingo pasado, el presidente Barack Obama hizo un llamado para hacer más difícil la compra de armas después del ataque terrorista en San Bernardino, California. El lunes, en contraste, las acciones de dos de los principales fabricantes de armas, Smith & Wesson y Ruger, se dispararon.

“El presidente Obama fue en realidad el mejor vendedor de armas”, aseguró a The New York Times Brian W. Ruttenbur, analista de BB&T Capital Markets, una firma de servicios financieros.

El temor a las restricciones a la compra de armas fue el principal impulsor en el incremento de la venta, según los datos del fondo de verificación federal de antecedentes analizado por el diario estadounidense.

Al citar fuentes gubernamentales, el NYT señala que 1.2 millones de esos equipos fueron a las calles del país en noviembre de 2015, algo que tal vez fue impulsado por las amenazas terroristas, según expertos.

Tras la masacre de Newtown, en Connecticut, en diciembre de 2012, Obama pidió más restricciones, entre ellas la prohibición de rifles de asalto y de cargadores de alta capacidad, lo que motivó que muchas personas se lanzaran a comprar tales artefactos.

Aunque las estimaciones indican que las compras se duplicaron, existe la preocupación de que éstas se quedan cortas pues hay estados que no requieren de antecedentes para las ventas privadas y otros permiten a las personas comprar varias armas de fuego con una sola verificación en su investigación de antecedentes.

Por otro lado, hay estados donde las leyes son muy frágiles y los equipos bélicos adquiridos son traspasados a otras regiones donde existen fuertes limitaciones.

Desde hace varios años, el tema de las armas en el país polariza a los estadounidenses, ya que muchos plantean que prohibir su compra o establecer fuertes controles de antecedentes viola sus derechos constitucionales.

La venta de armas en EU se duplicó de 7 millones en 2002 hasta más de 15 millones en 2013, según un informe que publicó el diario neoyorkino.

El texto aborda los aspectos que impulsan el negocio de armas en el país, entre ellos, el terrorismo y las demandas de poner restricciones a su compra.

Precisa que sólo en un mes después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 se vendieron 750 mil artefactos y al mes de la elección del presidente Barack Obama, se vendieron 1.1 millones.

Las ventas se registraron pese a los esfuerzos de Obama y del Partido Demócrata de limitar las ventas y aprobar mayores controles sobre los compradores, esfuerzos bloqueados por los republicanos en el Congreso.

Paradójicamente, a los esfuerzos de la Casa Blanca para establecer más regulaciones y controles de antecedentes a los compradores, por lo general las ventas se dispararon al igual que los precios de las acciones de los principales fabricantes de armas.

Fuente: The New York Times

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