WikiLeaks y el periodismo

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WikiLeaks y otros medios de revelaciones comprometedoras y sensacionalistas persisten y son útiles mientras sean gratis.

Por Kira Kalínina

No obstante, al publicar información en capacidad de demoler la reputación de políticos, e incluso hacer tambalear las posiciones de Estados, estos recursos mediáticos obliga a que sus propietarios, como por ejemplo, Julian Assange, no puedan ni deban recibir ingresos por el trabajo de sus empresas. Pues en el caso contrario, WikiLeaks y otros sitios similares pueden convertirse en un arma peligrosa.

En abril de 2010, la opinión pública mundial quedó conmocionada con el video titulado “Asesinato colateral”. El vídeo con subtítulos y comentarios llegó a la red gracias a WikiLeaks y se convirtió en símbolo del sentido trágico de la guerra. El video fue filmado en Iraq desde un helicóptero estadounidense. Esa vez, soldados norteamericanos ametrallaron a doce personas, entre ellas a dos niños, un periodista y un chofer de la agencia Reuters, en el este de Bagdad. Según un declaración oficial, se trataba de un grupo de extremistas armados, y las autoridades no estaban al tanto de cómo fueron asesinadas.

El director de WikiLeaks, Julian Assange, afirma que no es necesario presentar ese video en Iraq o Afganistán, donde sus habitantes ven a diario los horrores de la guerra. Pero considera indispensable mostrar documentos de esta naturaleza a la gente común, a fin de que puedan ver lo que ocurre en otros lugares y formarse una opinión de lo que acontece.

El experto alemán en Internet Eric Kubitz no resta importancia a WikiLeaks para los ciudadanos corrientes, pero considera, sin embargo, que este recurso está destinado más bien para los periodistas:

–WikiLeaks puede ser un recurso muy importante. Es cierto que los ciudadanos recibieron un nuevo cuadro de la guerra, posiblemente más veraz. Ahora tienen una noción más aproximada del mundo. Pero, este recurso contiene un cúmulo de información dispersa que es necesario clasificar, con el objeto de distinguir los momentos de veras importantes. De ahí que este recurso ha servido, en primer lugar, de una instancia de control y una fuente de información para los periodistas.

En su artículo “WikiLeaks y los periodistas se necesitan” Kubitz destacaba el vínculo indisoluble entre los medios tradicionales y los recursos de prensa sensasionalistas. WikiLeaks es para los periodistas un tesoro de información que, sin embargo, difícilmente llegaría al vasto público, debido a que, en un comienzo es un arsenal de documentos aislados, incomprensibles para el lector no experto:

–El periodismo y WikiLeaks se complementan perfectamente. Para el periodista constituye una enorme fuente de información, gracias a la que es posible dar a conocer algo de veras importante. Dicho de otro modo, WikiLeaks es una enorme playa de perlas junto al mar. Pero, solo los periodistas pueden encontrar realmente perlas hermosas y valiosas, entender lo que es y no es importante, y apreciar detalles interesantes.

Además, la utilidad sigue siendo exclusivamente informativa, y a juicio de Eric Kubitz está descartada toda utilidad comercial:

–Considero que WikiLeaks debe existir únicamente mientras nadie se lucre con ello. Pues no hay aspectos jurídicos ni comerciales: es una información accesible a todos. Pienso que, si en el juego va a entrar el dinero, se acaba la posibilidad de que la información que llegue sea de tan buena calidad.

WikiLeaks fue fundado en 2006 como un recurso cerrado, en un comienzo. Tan solo en 2010 adquirió popularidad cuando fue publicado el video “Asesinato colateral”, y el titular del proyecto, Julian Assange, se convirtió, de la noche a la mañana en héroe para millones de ciudadanos, y en enemigo de una decena de Estados.

Fuente: La Voz de Rusia

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