En un vertiginoso regreso a las campañas políticas, el presidente Donald Trump afirmó el sábado que los republicanos necesitan controlar el Congreso, al considerar implícitamente las elecciones de noviembre próximo como un referendo personal.
Durante un bullicioso acto en un caluroso gimnasio al norte de Columbus, Ohio, Trump expresó apoyo a un candidato republicano que disputará la semana entrante una elección especial y rechazó enérgicamente la idea de que históricamente el partido que controla la Casa Blanca sufre en los comicios de medio periodo: “pero, digo, ¿eso por qué?”
“¿Por qué debería haber una ola azul? Creo que la ola podría ser roja”, declaró Trump en referencia a las perspectivas electorales de su partido. “Ellos quieren quitar lo que hemos brindado. Y hemos hecho muchas cosas de las que la gente ni enterada está siquiera”.
Aunque estridente y agresivo, Trump se abstuvo de mencionar el borlote que causó la noche anterior cuando censuró a uno de los hijos favoritos de Ohio, el basquetbolista LeBron James.
En un tuit que emitió entrada la noche, Trump ridiculizó la inteligencia de uno de los afroestadounidenses más prominentes de Estados Unidos. Trump criticó a James, que también ha arremetido contra el mandatario, poco después de que el superastro de la NBA inaugurara una escuela para menores desfavorecidos. En un comunicado, la primera Dama Melania Trump se distanció del enfrentamiento, que tuvo tintes de una disputa racial, y ensalzó las acciones de James.
Sin mencionar por su nombre al jugador oriundo de Akron, Trump dedicó palabras similares contra uno de sus nuevos blancos políticos favoritos: la representante demócrata afroestadounidense Maxine Waters, de California, a la que describió como “una persona con un QI extremadamente bajo”.
Entre carteles que decían “Promesas Hechas” y “Promesas Cumplidas”, Trump deleitó a la multitud con su discurso de siempre.
El mandatario dijo que algunos medios de prensa difunden “noticias falsas” y afirmó que algunos periodistas “han sido personas terribles”. Reiteró sus críticas a la inmigración ilegal y exageró el tema de la amenaza de las pandillas violentas como la MS-13. La multitud ovacionó al mandatario y coreó el grito “¡Construyan el muro, construyan el muro!” infaltable en los actos políticos de Trump.
El mandatario dijo a sus simpatizantes que “ya no están olvidados” y señaló que ellos y él eran la verdadera “élite” de la nación.
“La élite. ¿Ellos son más élite que yo? Yo soy mejor que ellos, incluido en esto”, afirmó Trump mientras señalaba a su cabeza. “Yo llegué a la presidencia y ellos no. Lo que significa que ustedes se volvieron el presidente. Y eso los está poniendo locos”.
Trump ha hecho alarde de su poder para impulsar y destruir candidaturas republicanas a las que él se ha opuesto, como la del representante Mark Sanford, de Carolina del Sur, que fue derrotado.
Fuente: AP
