Test para detectar tu (anti) peñamanía

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Por Jorge Zepeda Patterson

¿Cuán cerca está Peña Nieto de tu corazón, o por el contrario, de tu hígado? A menos de dos semanas del arranque del próximo sexenio surgen todo tipo de polémicas sobre el gobierno que tendremos. Algunos creen que el regreso del PRI mejorará al país, otros piensan que será un desastre. Con el propósito de ayudar a descubrir tus fobias o tus filias, propongo a continuación someterte al siguiente test. Elige la respuesta a cada una de las siguientes preguntas y suma el número colocado entre paréntesis. La cuenta final te dirá cuán cerca estás de ser un Peñanietista militante o de clóset, o un antipriísta furibundo.  Nota: este test carece de validez científica (pero la política también).

1.- “El Quinazo” Los presidentes necesitan dar un manotazo sobre la mesa para establecer su liderazgo sobre la clase política. Salinas metió a la cárcel a “La Quina”, el poderoso líder petrolero; Zedillo a encerró a Raúl Salinas; Calderón sacó al Ejército a las calles. ¿Qué hará Peña Nieto para afirmar su liderazgo? ¿Quién sería una víctima propicia para un “quinazo”?

a)   Un gobernador priísta. (4)

b)   Un gobernador de oposición. (1)

c)   Un líder sindical poderoso. (3)

d)   Calderón o un miembro de su gabinete. (5) e)   Ninguno. (0)

2.- El papel de Angélica Rivera, “La Gaviota”, como primera Dama. Al inicio de la campaña la ahora esposa del presidente electo tuvo un desempeño protagónico en la formación de la imagen del candidato. En la última fase pasó a segundo plano para evitar mayores críticas sobre los vínculos de Peña Nieto con Televisa. Quien conoce a Angélica Rivera asegura que tiene una personalidad fuerte, lo que lleva a preguntarnos ¿Qué tipo de primera Dama habrá de ser?

a)   Modelo Martha Sahagún: protagonismo personal directo, vicepresidenta de facto. (2)

b)   Modelo Margarita Zavala: Influyente tras bambalinas, pero opacada por el Presidente. (3)

c)   Modelo Zedillo: cero a la izquierda, anulada. (5)

d)   Modelo Salinas: no termina el sexenio como primera dama; el mandatario tendrá otra pareja de facto. (1)

e)   Peña Nieto enviuda. (1)

3.- El destino de Elba Esther Gordillo. Al inicio de cada sexenio se afirma que ahora sí será el último de Elba Esther Gordillo, lideresa histórica del sindicato de maestros. Sin embargo, su poder ha ido en ascenso sexenio tras sexenio. ¿Qué pasará en el siguiente?

a)   Terminará el sexenio como empezó, poderosa e intocable. (1)

b)   Aumentará su poder tomando el control de la SEP. (0)

c)   Se retirará de la escena pública pero seguirá manteniendo los hilos de control en el SNTE. (3)

d)   Retiro forzado por la mano del presidente, pero con amnistía para gozar su riqueza personal. (4)

e)   Retiro forzado y desacreditación pública; acusaciones en tribunales por riqueza inexplicable y otras faltas. (5)

4.- El papel de Luis Videgaray. Hasta ahora el economista ha sido el brazo derecho de Peña Nieto: coordinador de su campaña, jefe de facto del equipo de transición. ¿Qué le deparan los próximos seis años?

a)   Hombre poderoso del régimen y delfín del Presidente para el 2018. (1)

b)   Hombre poderoso del régimen pero con fin trágico (Camilo Mouriño). (0)

c)   Hombre poderoso del régimen pero obligado a renunciar por sus enemigos (Reyes Heroles). (2)

d)   Cerebro gris del gobierno, pero opera tras bambalinas (Córdoba Montoya). (4)

e)   Secretario poderoso, pero neutralizado desde el principio por los Dinosaurios. (3)

5.- El empresario del sexenio. Tradicionalmente los presidentes del país solían favorecer a un empresario por sobre el testo. Lo hacían en parte para evitar que alguno de ellos adquiriera un peso desproporcionado, pero también porque preferían que el empresario del momento le debiera los favores al Presidente en turno y no al anterior. Salinas hizo a Slim, Fox a Olegario Vázquez Raña. ¿Cuál será el mimado por Peña Nieto?

a)   Carlos Slim. (1)

b)   Emilio Azcárraga. (0)

c)   Harp Helú. (5)

d)   Germán Larrea. (4)

e)   Esos y todos los grandes empresarios. (0)

Diagnóstico:

17 a 25 puntos. Eres un Peña Nietista convencido y un optimista inveterado. Confías en que el buen gobierno y el oficio político regresa con el PRI. En tu fuero interno asumes que debajo de ese copete hay un buen hombre y el potencial para convertirse en un Jefe de Estado. Eso, o simplemente no sabes sumar.

12 a 16 puntos. Mantienes algunas reservas sobre Peña Nieto y el PRI, pero consideras que no nos puede ir peor que con el PAN. En todo caso, asumes que con todos sus defectod el PRI hará un gobierno más eficiente. No importa que roben, pero carajo, que permitan trabajar.

7 a 11 puntos. Seguramente no votaste por Enrique Peña Nieto y no te entusiasma el regreso del PRI, pero consideras que la sociedad mexicana es más compleja y exigente que en el pasado. Eso acotará algunos excesos del nuevo PRI.  Las cosas no mejorarán, pero tampoco empeorarán gracias a la presión social y a la crítica. Revisarás la prensa con escepticismo pero con la esperanza de ver signos alentadores muy de vez en cuando.

1 a 6 puntos. Estás convencido de que el regreso del PRI es una calamidad: “peor de los mismo”. Peña Nieto servirá a los intereses de los monopolios, los poderes factuales. Sus reformas están encaminadas a favorecer al gran capital, el resto es maquillaje legitimador. En tu caso se sugieren dosis adecuadas de exilio, alcohol y literatura para aliviar el paso de los próximos seis años.

¿Te reconoces en alguna de las categorías anteriores? ¿Hay otras?

@jorgezepedap

www.jorgezepeda.net

Fuente: Sin Embargo

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