Privatización del agua, en curso

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Activistas de 17 países de América Latina advirtieron que “en México hay una privatización del agua en curso” en el marco del foro interacional “El derecho humano al agua y al saneamiento en las constituciones: Avances y retos en América Latina”, donde discutieron la situación de la región en materia de acceso al agua, a través de la exposición de las experiencias adquiridas en países como Bolivia, Uruguay, Ecuador, Colombia, Perú, Honduras, Chile y México.

Las organizaciones reflexionaron sobre las diferentes formas de administración desarrolladas en la región, hablaron sobre la calidad del agua y su correcta medición y coincidieron en rechazar prácticas como las diversas formas de privatización del agua y la administración del recurso que ya han sucedido en diversas provincias y países de Latinoamérica.

Incluso, mencionaron que en México hay casos ya existentes de privatización y “semi-privatización” del agua. Los casos que consideran privatización son por ejemplo en el DF, “un caso privatización parcial” (sólo facturación, reparaciones y cobro); en el Estado de México, señalaron hay una reciente reforma que “apenas se concreta en la realidad”. Finalmente, las organizaciones afirmaron que hay ya en el Senado una iniciativa con la intención de privatizar el agua a nivel nacional.

Las organizaciones, investigadores y activistas de 17 países que participaron en este foro conforman la Red de Vigilancia Interamericana para la Defensa y el Derecho del Agua (Red Vida), creada en 2003. Dentro de la Red Vida participa la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA), quienes organizaron el encuentro. Las organizaciones y los participantes provienen de diversos países como son Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela, Colombia, Honduras, Costa Rica, Brasil, El Salvador, Guatemala, Estados Unidos, Canadá e Italia.

Las organizaciones saludaron y se unieron a las diferentes resistencias y luchas latinoamericanas, las cuales además de ser expuestas en su problemática, fueron definidas en la declaración conjunta (la puedes leer al final) como “un proceso colectivo de construcción de un mundo diferente, de recuperación de nuestra memoria histórica, de nuestros valores; un proceso que permitió poner en nuestras acciones y pensamientos la esperanza frente a la resignación, la esperanza frente a la fatalidad, la alegría frente a la tristeza, es decir: la vida frente a la muerte.”

Animal Político pudo conversar con especialistas con ponencias sobre la situación en México, como son Elena Burns, quien trató el tema “El derecho humano al agua y al saneamiento en las leyes”, mientras que el Dr. Rodrigo Gutiérrez -constitucionalista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM- habló en la mesa sobre “El derecho humano al agua y al saneamiento en el marco jurídico actual”. Además, platicamos con Claudia Campero, quien forma parte de la COMDA y moderó la mesa final del foro, con las conclusiones sobre el mismo y la lectura del posicionamiento final.

Elena Burns, investigadora en proyectos conjuntos con la UAM, encabeza hoy una iniciativa ciudadana para generar una reforma a la normativa federal sobre el agua, una que se construya de abajo hacia arriba, y “que se anteponga al rumor que ya circula de que se está preparando una ley a puerta cerrada, que seguramente dará la espalda a los contenidos que las organizaciones consideran necesarias.”

La investigadora, que ha coordinado experiencias de gestión comunitaria de agua en la zona conurbada al oriente del Valle de México respaldada por la UAM, sostuvo durante su intervención que en el Senado se entregó una iniciativa que plantea privatizar el agua a nivel nacional y, en respuesta, ha coordinado con académicos y organizaciones una propuesta alterna de reforma a la federal ley que regula el uso y administración del agua, vigente desde 1994.

¿Se puede decir que México está en una crisis por la disponibilidad o la calidad del agua?

Para Claudia Campero, “definitivamente estamos en una crisis, pero es importante destacar que es una crisis que no se sufre parejo, hay ciertos sectores de la población que nunca sufren la falta de agua y otros sectores que recurrentemente o incluso a diario están sufriendo la escasez del recurso, la mala calidad, la inequidad del acceso. Por esto es que la evaluación puede ser muy diversa.” Campero señaló que la ciudad de México exhibe esta desigualdad, pues “el poniente de la ciudad es privilegiado en el acceso al agua, aunque hay barrios aun en el poniente con escasez del recurso”, por lo que consideró que “hay una situación discriminatoria e inequitativa,” Para la integrante de COMDA, “durante muchísimos años se ha pensado simplemente en cómo mover el agua con tubos con bombas y en cómo sacar el agua sucia, lo más lejos posible, sin hacer un esfuerzo por limpiarla, lo cual ha generado consecuencias muy severas, por ejemplo, el caso del Río Santiago, en Guadalajara, el cual “de ser una atracción turística, se convirtió en un río de muerte y donde se han registrado -simplemente por aspirar los gases- altísimas incidencias de cáncer,insuficiencia renal.”

Para Rodrigo Gutiérrez, “es una situación francamente preocupante”, a lo que agregó que “en términos de disponibilidad, México tiene alrededor de 5 mil 400 metros cúbicos por persona al año en promedio”, esto significa que cada mexicano tieneesta cantidad de agua potable por año. “Esta disponibilidad media e construye sabiendo el número de litros que llueve en el país y distribuyéndolo entre el número de habitantes”, explicó el investigador. Además, agregó que a escala mundial, esta cifra pone a México en “media tabla”, sin embargo, “lo que es preocupante es que hace 60 años teníamos 11 mil metros cúbicos por persona, esto quiere decir que en 60 año hemos disminuido más del 50% de la disponibilidad media de agua”, además que de acuerdo con el investigador no se está haciendo nada contra esta tendencia y, por el contrario, “México es el quinto país con mayor grado de deforestación, sabiendo que los árboles son fundamentales para la captura y filtración del agua.” En cuanto a disponibilidad, “hay 63 ciudades en situación de desabasto, seguimos sacando el agua del subsuelo de una forma muy irracional, la Conagua no tiene un mapeo claro de cómo fluye el agua por el subsuelo, y es muy omisa en las mediciones que la ley de Aguas Nacionales le exige para saber cuánta agua tenemos, mientras sigue entregando concesiones sin saber exactamente cuáles son los caudales hídricos con los que contamos.”

Para Elena Burns, “hay una crisis cada vez mayor“, tanto en el agua que nos llega a través de la llave, como en la reproducción del ciclo natural del agua, por lo que “se registran más inundaciones, más sequías, más escasez del líquido y peor calidad del mismo.” Sin embargo, para Burns, esta “es una crisis casi invisible”, pues a pesar de la información que han recibido cada vez más numerosa y grave acerca de la calidad del agua supuestamente potable, hay muy poca atención de la prensa en el tema.” Por otra parte, la investigadora afirmó que para resolver esta situación “hay que entender que no se necesitan más tubos, sino otra forma de gestionar el agua.”

Fuente: Animal Político

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