Parábola de la “Semana Santa”

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Por Francisco Javier Pizarro Chávez

Literalmente, la parábola de la “Semana Santa” es un suceso que se deduce de una verdad importante o una enseñanza moral, que Jesucristo en sus doctrinas religiosas difundía antes de ser crucificado.

Cuando Jesús de Nazareth predicó, no buscaba crear una nueva religión, deseaba que el judaísmo se cumpliera de manera correcta, pero algunos sumos sacerdotes como Anás y Caifás, así como los “escribas”, “Fariseos” y otros que obtenían ventajas políticas, económicas y de otros tipos más, no estuvieron de acuerdo y acusaron a Cristo de blasfemo por decir que era “Hijo de Dios” y enemigo de Roma.

De ahí, nació el cristianismo basado en el amor y el perdón, corriente emanada del judaísmo, pero con el correr de los siglos se hicieron antagónicos. Tiempo después vendrían las herejías y las divisiones político-económicas y religiosas, al separarse los cristianos ortodoxos del poder papal de Roma.

A partir de entonces se generó una curva abierta formada por dos líneas simétricas de un eje a distancia (cristianismo y catolicismo), que se contraponen y conforman por el bien o el mal.

La “Semana Santa” es una parábola sumamente relevante para los “cristianos” dado que en esos días se conmemora la “pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”, no para los “católicos”. Para ellos, la fe es creer algo sin verlo, para los “cristianos” en cambio, la fe de Jesucristo mueve montañas.

El presidente de la República desde junio de 2021, dejó en claro que no era católico. “Yo soy cristiano y quiero aclararlo, hay en la iglesia evangélica una denominación cristiana, pero mi cristianismo –lo que yo practico—tiene que ver con Jesús Cristo porque el defendía a los pobres y estaba a favor de los oprimidos”.

Reitero que Jesucristo “profesaba amor hacia los pobres, los débiles y los desprotegidos que es una forma de humanismo. Si todos fuésemos así, viviremos en una sociedad mejor, porque hay la paradoja como en todos los que son seguidores de Jesús Cristo, pero no siguen su ejemplo”.

Para los cristianos, la resurrección es una prueba de la divinidad de Jesús y la promesa de vida eterna para quienes “creen en él”. Jesucristo para los cristianos es la fuente de la salvación y la principal razón de esperanza en este mundo terrenal; el “sábado de Gloria”, es un día de reconocimiento y reflexión para los cristianos en el que se recuerda la muerte de Jesús y se espera su resurrección.

En julio pasado, el presidente en una conferencia matutina señaló que “Jesucristo es su dirigente social mas admirado y al que respeta más” debido a su entrega en favor de los pobres”.

Textualmente agregó: Si me piden que yo exprese cual es mi dirigente social más admirado, al que respeto más por su entrega en favor de los desposeídos, es Jesucristo que, de acuerdo a mi interposición teológica, encabezó un movimiento en favor de los pobres y por eso los poderosos de su época “lo seguían, lo espiaban y lo crucificaron”.

La parábola referida de la “Semana Santa” que hemos expuesto, es un eje trascendente no solo en lo religioso sino también en lo social y en lo político de la 4ta Transformación que, reitero, es un reconocimiento y reflexión de los cientos de miles de ciudadanos mexicanos.

La revocación de mandato de Morena el próximo sexenio, desde mi punto de vista consolidará la “conciencia social” del pueblo, el bienestar social de los mexicanos de la tercera edad y de las nuevas generaciones; rescatará la Soberanía e Independencia de nuestra nación; las reformas en ciernes de la electricidad, el petróleo, la minería del neoliberalismo, el sistema educativo y el de salud y la democracia participativa que el pueblo decide y manda.

Veremos y diremos si los medios de comunicación que desdeñan el proceso en boga de la 4ta transformación, rememoran lo que el Papa Francisco del Vaticano les difundió el 26 de octubre de 2021,”Que terminen con la lógica de la Post-Verdad; la desinformación, la difamación, la calumnia y esa fascinación enfermiza por el escándalo y lo sucio, y que mejor busquen contribuir la fraternidad humana impulsada por Jesucristo”    

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