Una presa con capacidad para almacenar 4 millones de cúbicos de agua, para el riego de 300 hectáreas de nogal, fue construida en el rancho “El Pozo Nuevo de Padrés”, propiedad del gobernador de Sonora, Guillermo Padrés y de su familia. La obra, sin embargo, no tiene permiso de la Conagua ni de la Semarnat. Según Padrés, “el represo” está ahí desde hace 60 años, pero un reportaje de la periodista Fátima Monterrosa, de Punto de Partida de Televisa, con apoyo de la tecnología de Google Earth, documenta que la construcción es reciente.
Hasta hace tres años los habitantes de la comunidad de Bacanuchi del municipio de Arizpe en el estado de Sonora, no tenían problemas en el abasto de agua. Se quedaron sin agua a raíz de que en el rancho El Pozo Nuevo de Padrés, propiedad de el gobernador Guillermo Padrés y de su familia se construyó una presa hidráulica con capacidad de 4 millones de metros cúbicos de agua para la siembra y el riego de 300 hectáreas de nogal.
El rancho llamado El Pozo Nuevo de Padrés se ubica 5 kilómetros de la comunidad de Bacanuchi habitada por 248 personas, todos pequeños productores que viven de la agricultura y la ganadería.
La propiedad de 3 mil 670 hectáreas se encuentra escriturada a nombre de el gobernador Guillermo Padrés Elías, de su hijo Guillermo Padrés Dagnino, de su hermano Miguel Padrés Elías y de su sobrino Miguel Padrés Molina.
En la propiedad se construyó la presa hidráulica que tienen las cortina de 120 metros de longitud y 80 metros de altura y almacena 4 millones de metros cúbicos de agua que capta del ría Manzanal.
Sin embargo, el gobernador Guillermo Padrés asegura que la obra existe desde hace muchos años.
“Hay un represo que tienes pues más de 60 años, porque cuando lo compró mi padre en aquel entonces ya estaba, era una comunidad minera que me imagino que para eso lo usaban. Y éste, si definitivamente hay muchos represos en toda la zona, incluyendo el rancho nuestro”, dijo el gobernador a Punto de Partida.
En las fotografías satelitales del Google Eart del 2008, en las coordenadas en donde se encuentra la presa no aparecen imágenes, ni rastros de la obra.
Sin embargo, en imágenes tomadas en el 2012 programa satelital llamado Digital Globe World View, se puede ver la obra a la que Punto de Partida verifico con las mismas coordenadas y tomamos estas imágenes.
La delegación de la Comisión Nacional del Agua de la reconoce que la presa se construyó sin permiso y no se otorgó concesión para explotar, usar o aprovechar las aguas superficies en el rancho Pozo Nuevo.
“No hemos encontrado ningún expediente, ninguna solicitud, ningún trámite que se haya hecho para construir esa obra. Esta obra está simple y llanamente en el terreno de la ilegalidad”, dijo el delegado de la Conagua, César Alfonso Lagarda.
La reportera Fátima Monterrosa dijo al gobernador Padrés:
-Preguntamos a Conagua del represo que está en su, en su propiedad gobernador y nos decían que no tiene ningún documento que avale el uso y explotación de agua.
-Muy bien –respondió el gobernador-, pues tiene más de 60 años. Como te digo: ahí estaba; debe de tener mucho más que eso porque cuando compró el Rancho mi padre en aquel entonces, ahí estaba.
“Entonces, con mucho gusto hacemos lo que tengamos que hacer o lo vemos; no tengo ningún problema en que se revise o si hay que hacer algún trámite, lo hacemos y si hay que hacer una gestión, con mucho gusto lo atendemos. Hay que estar siempre dentro de la ley, ¿no?”, dijo Padrés.
Una presa de dimensiones similares se está construyendo en Nacozary para garantizar el suministro de agua de 11 mil personas.
Según el delegado de la Conagua en Sonora: “Esta debe ser una presa muy similar a la de que se está pidiendo autorización en Nacozary”.
“Es una presa que va a almacenar aproximadamente cuatro millones de metros cúbicos de agua anuales; va a tener un costo de 170 millones de pesos”, dijo el funcionario.
De acuerdo con el reportaje, la familia Padrés tampoco solicitó permiso a la Secretaría del Medio Ambiente.
El delegado de la Semarnat, Jorge Andrés Suilo Orozco, dijo ante las cámaras de Televisa:
“No tenemos ningún registro en la delegación en donde hayan solicitado algún tipo de trámite para hacer ninguna obra de presa; ningún manifiesto ni impacto ambiental, que es lo que se requeriría en ese caso y un cambio de uso de suelo”.
“Se usa mucho aquí los pequeños represos para brevadero en los diferentes ranchos que hay; pero son obras de otro tipo: son pequeños bordos”, explicó.
En los últimos cuatro años, el rancho Pozo Nuevo se ha transformado: de ser un predio que estuvo abandonado, hoy tiene sembradas 300 hectáreas de nogal, con un sistema de alta tecnología de riego por goteo, pozos electrificados y dos reservorios de agua, según el reportaje.
En la declaración patrimonial que Guillermo Padrés presentó en el 2005, cuando fue subdelegado de la Sagarpa en Sonora, señaló que su rancho Pozo Nuevo tenía un valor de 800 mil pesos. Hoy se calcula que en el rancho se ha hecho una inversión millonaria, de acuerdo con Punto de Partida, de Denisse Maerker.
El reportaje completo puede verse aquí:
