México y Corea, dos historias

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Por Pineda Jaimes

El encuentro del próximo sábado entre México y Corea del Sur nos sirve para ir más allá del futbol. Aunque de por medio tenemos miles y miles de kilómetros de distancia, en cierta manera nuestras historias son muy cercanas y particularmente con Ciudad Juárez.

Ambos países decidieron basar su desarrollo en lo que se conocería como el Modelo Maquilador… solo que el final de la película fue muy distinto.  55 años después del proceso, Corea del Sur es una potencia tecnológica y México sigue sumido en la miseria. Futbolísticamente nos ha ido un poco mejor.

A vuela pluma van algunos datos: La de Corea del Sur es la 13 economía más grande del mundo y de acuerdo a los índices que generan la ONU, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, está considerado como un país desarrollado. Es uno de las naciones más avanzadas en materia tecnológica (no en balde la cantidad de memes que han salido después del primer partido de los coreanos)

Entre los países miembros de la OCDE, es el tercero con mayor número de usuarios de Internet de banda ancha. Son líderes mundiales en producción de aparatos electrónicos y teléfonos celulares. Líder mundial en la industria naval y muchas de sus empresas son marcas mundiales como Hyundai y Samsung.

Y los dos países iniciaron muy similarmente sus procesos. Aquí en México, el modelo se ancló en la frontera norte, particularmente en dos ciudades: Juárez y Tijuana. Hoy a casi medio siglo de distancia, nuestra ciudad por increíble que parezca tiene polígonos de pobreza extrema. Esto es, tenemos zonas territoriales donde abundan los pobres en una ciudad donde se supone no debería haber. ¿Qué nos pasó? Es algo que debemos responder seriamente.

Pero mientras, gocemos el Mundial. México, -¡cómo son las cosas!- de golpe y porrazo se ha convertido en la sorpresa del torneo y -¡ahh, paradojas de la vida!-  está entre las esperanzas latinas, luego del pobrísimo desempeño de los argentinos que ya solo viven de su fama; de los colombianos que son muy parecidos a nosotros pues van de lo sublime a lo grotesco. Así que el peso de la tradición latina recae en Uruguay, sin dejar a un lado por supuesto, a los aguerridos peruanos.

En papel, somos superiores a los coreanos futbolísticamente hablando, pero…

Ojalá y nos salgan con una chambonada.

Con que don Juan Carlos, no meta a los Dos Santos y los muchachos jueguen como los primeros 30 minutos contra Alemania, las cosas pintarán bien.

Esperemos.

Buen día y buena suerte.

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