Malala Yousafzai, la nobel de la Paz pakistaní que sobrevivió a un atentado por defender la educación de las niñas en su país, se ha pronunciado este jueves en contra del muro que el presidente estadunidense Donald Trump insiste en construir en la frontera con México.
“Creo en el amor, la armonía, en vivir juntos y cuando veo un globo terráqueo, me digo que todos somos humanos, entonces ¿por qué la división, por qué el odio en nombre de las nacionalidades, el color de piel? La división y la discriminación no son correctas. Debemos seguir con nuestras tradiciones, culturas, religiones, nacionalidades, pero el odio es inaceptable”.
En su primera visita a México, Malala estuvo este jueves en el Campus Santa Fe del Tecnológico de Monterrey, donde sostuvo un encuentro con 2 mil 800 estudiantes y ex alumnos del Tec, así como profesores y empresarios.
La joven activista tenía 15 años cuando un talibán le disparó en la cabeza en el autobús que la llevaba a la escuela en el valle de Swat, en Pakistán. Fue trasladada a un hospital de la ciudad inglesa de Birmingham, y se quedó a vivir ahí con su familia y continuó con sus estudios y su activismo. En 2014, cuando tenía 17 años, le fue otorgado el premio Nobel de la Paz junto al indio Kailash Satyarthi, por su defensa de los derechos de los niños.
Cuestionada sobre la construcción del muro la Nobel de la Paz dijo que “vemos que hay líderes ignorantes que no pueden entender el sufrimiento que pasa la gente” y que las razones que tienen los inmigrantes para dejar sus países son múltiples, pero que “todos merecen el derecho a la educación y a vivir. Hay que pensar en ello y en todos como una sola comunidad”.
Quizás, planteó, “tengamos diferentes culturas o color de piel, pero esa es la belleza, la diversidad”.
A lo largo de una hora, Malala habló de sus experiencias, de la importancia que tiene la educación y del poder de las mujeres.
”Muchos países se comprometen con la educación, pero sólo con la primaria. Y en esos lugares hay líderes que envían a estudiar a sus hijos a estudiar al extranjero la preparatoria o la universidad, pero no tratan al resto de los niños igual”.
Hizo un llamado a los jóvenes a involucrarse en las labores a favor del cambio. “A veces estamos en la escuela, tenemos once o quince años y pensamos que no podemos hacer mucho por cambiar el mundo, que tenemos que tener 40 años para eso o que necesitamos ser el primer ministro. Ustedes pueden cambiar al mundo sin importar sin son niños, hombres, mujeres. Necesitamos su energía, que crean en ustedes y en que su voz y sus acciones pueden traer cambios”.
Malala está por iniciar sus estudios superiores en filosofía, política y economía en la Universidad británica de Oxford. Dijo que “al igual que muchos jóvenes, no estoy segura de lo que haré después de la universidad, pero sé que seguiré con mi labor a favor de la educación”.
Fuente: La Jornada