La “noche de brujas” de la derecha y la falsa izquierda

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Por Francisco Javier Pizarro Chávez

En teoría, la democracia es una forma de organización social que atribuye al conjunto de la ciudadanía la titularidad del poder del Estado, mediante la participación directa o indirecta que confiere legitimidad a sus representantes, los gobernantes, legisladores, funcionarios del poder judicial y partidos políticos.

En la realidad, no son los ciudadanos sino sus representantes, los que se apropian del poder político y definen mediante mecanismos contractuales las relaciones sociales conforme a sus intereses, que nada tienen que ver con los de los ciudadanos.

Ejemplo de ello, es el conflicto que se ha generado entre el presidente de la República y la “Alianza Federalista” que agrupa a 10 gobernadores, los cuales amenazan con separarse de la Federación, si el gobierno federal no modifica el Pacto Fiscal, el cual, aducen, ha puesto en quiebra las finanzas de sus Estados.

Los gobernadores de la Alianza Federalista pueden abandonar el acuerdo de coordinación fiscal cuando lo deseen, pero no el Pacto Federal como lo establecen los artículos 40 y 41 de la Constitución de la República: Art. 40: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. Art. 41: El pueblo ejerce su Soberanía por medio de los Poderes de la Unión”.

Y por si fuera poco Arturo Herrera secretario de Hacienda y Crédito Público, en su cuenta de Twitter, les dio a conocer que ellos mismos son responsables de la coordinación fiscal que cuestionan. “Contrario a lo que se ha señalado, el acuerdo fiscal prevaleciente no fue establecido por esta administración, sino producto, fundamentalmente, de la reforma de 2007 impulsada por el entonces presidente Felipe Calderón”, la cual fue aprobada por los diputados panistas (hoy gobernadores) que ahora critican.

Pero no solo eso; la SHCP declaró que era falso que la Federación tuviera adeudos a los gobernadores aliancistas a los que se le otorgó un monto extra de 1,545 mdp más este año, pese a que ellos no han entregado al gobierno federal los recursos por retención del ISR, ni lo que corresponde al ISSSTE, y deben 70 mil millones de impuestos a la federación tal y como lo establece la ley que ellos aprobaron.

Este trance tiene por donde quiera que se le mire un sesgo político electoral en relación a los inéditos y trascendentes comicios de 2021. No hay que olvidar que el sistema electoral actual es mixto, esto es, que integra características mayoritarias y proporcionales, y genera casos de sobre y sub representación en algunos partidos. Sobre representación es cuando se presenta un menor porcentaje de escaños frente al porcentaje de votos. Sub representación, es la inversa: cuando se presenta un mayor porcentaje de escaños en relación al porcentaje de votos.

El sistema de partidos, por su parte, es competitivo y plural. Representa diversas opciones políticas a los ciudadanos, aunque no todos los partidos tienen un respaldo ciudadano significativo y/o participan durante un período de tiempo corto en los procesos electorales y terminan por extinguirse.

El politólogo italiano Giovanni Sartori lo tenía muy claro. Advertía que solo los partidos consolidados eran los que tenían fuerza para integrar una alianza para oponerse al partido gobernante en turno. Eso es lo que pretenden demostrar y cuajar desde ya, el PAN, PRI y el PRD en los comicios legislativos federales y estatales y gubernaturas de 10 entidades federativas del 2021, mediante una coalición de los tres partidos mencionados que cuente electoralmente con el respaldo ciudadano en las entidades y ciudades que gobiernan cada uno de ellos.

La confrontación de la Alianza Federalista con el presidente de la República, es, metafóricamente hablando, una “escoba más de las “brujas de la derecha” para emprender el vuelo rumbo a las elecciones del año entrante. Las otras “escobas” enfocadas a aterrorizar a la sociedad e imputar al presidente de la República que para ellos es el “Diablo de todos los maleficios”, los contagios y muertes de la población generada por el Covid 19; la violencia y asesinato de mujeres; el crecimiento del crimen organizado y el desplome de las finanzas públicas y la economía, al que hay que “exorcizar” en el 2020 en la revocación de su mandato.

Los” brujos” de la derecha corrupta están felices que los clanes de la “falsa izquierda” de Morena, lejos de apoyar al presidente y la 4t, están febrilmente inmersos en acres disputan por el control de los liderazgos partidistas y candidaturas electorales lo que, ha generado una profunda desorganización de sus militantes y una creciente confusión de sus electores, como quedó demostrado en las recientes Elecciones de Hidalgo y Coahuila.

Veremos y diremos en que termina esta “Noche de brujas”.

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