La mujer en la agenda mundial

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La agenda de desarrollo post 2015 de la ONU, un análisis crítico

Por Natalie Raaber

A medida que el año 2015 y el plazo establecido para dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se acercan –con un progreso limitado, escaso y desigual– y tras la decepcionante Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible Río+20, la ONU está llevando adelante un proceso para definir una nueva agenda global de desarrollo más allá del 2015.

En base a una Nota de los Viernes recientemente publicada por AWID, este artículo presenta un análisis crítico del proceso de la Agenda de Desarrollo Post-2015 que ha ocurrido hasta la fecha y  entrega información clave sobre cómo las feministas y los grupos defensores de los derechos de las mujeres se están organizando para incidir en este importante proceso.

Los elementos de esta nueva agenda de desarrollo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (registrados como resultado de Rio+20) están siendo discutidos y negociados en un contexto lleno de desafíos e incertidumbres. No es posible dar fin a la pobreza y a las desigualdades si no contamos con recursos adicionales y si no desafiamos críticamente las causas profundas de las múltiples crisis.

Las repercusiones de la crisis de 2008 continúan haciéndose sentir, por ejemplo en el impacto desproporcionado particularmente en las mujeres, en los intensos desafíos que enfrentan las mujeres para poder mantener sus medios de vida y en la erosión de los derechos humanos de las mujeres. Las respuestas a las crisis no han logrado abordar la causa raíz –el fracaso (tanto en la ideología como en la práctica) del modelo de desarrollo predominante. Las comunidades marginadas continúan siendo las más afectadas por las consecuencias de las crisis, así como por las severas medidas de austeridad que han implementado los gobiernos, especialmente en el Norte. La inseguridad ha crecido, las redes de protección social se han reducido allí donde existían y el desempleo (y el subempleo) se han incrementado, lo cual ha agudizado la crisis del trabajo decente, que ha golpeado sobre todo a las/os jóvenes y migrantes[1]. Como resultado, la desigualdad ha aumentado al interior de los países y entre ellos[2].

Desafíos y esperanzas para la Agenda Mundial de Desarrollo Post-2015

El contenido, los procesos y el posible impacto de esta agenda aún son difusos y hay poca claridad en torno a la conexión entre el proceso post-2015 y el diseño real de las políticas. Se trata de un contexto en el cual se considera que la ONU es débil, con credibilidad limitada y recursos restringidos y necesitada de una reforma significativa para ser capaz de enfrentar los temas mundiales más apremiantes. No obstante, las/os defensoras/es de los derechos de las mujeres en muchas partes del mundo ven esta situación como una oportunidad potencial de renovar la misión de la ONU hacia los países del Sur, de reformular el modelo de desarrollo y de presionar por un sistema de la ONU y de desarrollo internacional más democrático, inclusivo y con más mecanismos de rendición de cuentas, que haga frente a los factores estructurales en la raíz de las múltiples crisis, la profundización de las desigualdades, la pobreza y la degradación medioambiental.

Si bien los ODM fueron una herramienta importante para sostener la atención global y concitar el apoyo internacional para promover el desarrollo, presentaron claras limitaciones. El ODM3 llamó específicamente a la promoción de la igualdad de género y al empoderamiento de las mujeres, pero, en general, los ODM fracasaron en reconocer que la igualdad de género no es sólo un objetivo en sí mismo, sino que es esencial para alcanzar todos los objetivos de desarrollo. Formulados para respaldar un modelo de desarrollo neoliberal, los objetivos no necesariamente apoyaron los derechos de las mujeres ni de los grupos marginados –representando a las mujeres como víctimas vulnerables más que como agentes de cambio– y no analizaron ni afrontaron la raíz de la causas del subdesarrollo.

Un nuevo marco de desarrollo debe erigirse a partir de las lecciones aprendidas de los ODM: cuestionar críticamente los presupuestos que hace largo tiempo orientan los modelos de desarrollo dominantes y basarse en políticas macroeconómicas diferentes y en maneras de comprender el desarrollo más allá del crecimiento económico. El desarrollo debe por lo tanto confrontar las injusticias del modelo neoliberal y las sociedades patriarcales, posibilitar la justicia social y de género, y ser sostenible aplicando un enfoque medioambiental a los retos que enfrenta el mundo[3].

Asimismo, las discusiones post-2015 no pueden ser vistas aisladamente de otros procesos en curso; las políticas y los marcos que dan forma a las posibilidades de desarrollo de los países y al avance de los derechos humanos de las mujeres están siendo negociados en distintos espacios. En la ONU, por ejemplo, las políticas de desarrollo se están discutiendo en la revisión de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la Conferencia de las Partes (COP), las negociaciones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el trabajo del Foro sobre Cooperación para el Desarrollo de la ONU (FCD-ONU), por mencionar algunos. A nivel nacional y local existe la necesidad de un fuerte trabajo de incidencia para hacer que los Estados rindan cuentas de la implementación de los acuerdos de derechos humanos existentes.

Finalmente, las consultas excesivas y complejas no necesariamente conducen a una participación significativa, y el éxito estará supeditado a un proceso genuinamente participativo, en el cual la participación de la sociedad civil no sea un simple ejercicio de marcar casillas de consulta, sino más bien uno en el que una diversidad de voces, demandas y llamados sean incorporados y claramente reflejados en los documentos que alimentan los procesos oficiales.

La participación de los grupos por los derechos de las mujeres y grupos feministas

En los últimos meses, ha surgido una coalición de mujeres post-2015[4] que está generando demandas para un marco post-2015. Hasta ahora la coalición está integrada por organizaciones que trabajan en un abanico de temas desde la perspectiva de los derechos de las mujeres, feminista y de la justicia social –incluyendo mujeres, paz y seguridad, salud y derechos sexuales y reproductivos, gobernanza, VIH y sida, sostenibilidad, cambio climático, políticas macroeconómicas y construcción de movimientos. Además de la coalición global de mujeres emergente, se han desarrollado plataformas de la sociedad civil en general, entre ellas Beyond 2015 (Más allá del 2015). Algunos grupos feministas y por los derechos de las mujeres están trabajando en esta plataforma para influir en los mensajes más amplios de la sociedad civil desde una perspectiva feminista.

Entre otras instancias, destacamos la reciente Consulta de las Mujeres de la Sociedad Civil Regional de África sobre el Marco de Desarrollo Post 2015 que tuvo lugar en Monrovia, Liberia, el 21 y 22 de octubre de 2012, con la participación de representantes de organizaciones y redes de mujeres regionales, subregionales, nacionales y de base, y que hizo énfasis en temas prioritarios y recomendaciones para la acción en torno a los derechos de las mujeres de África. Estas recomendaciones nutrirán los procesos más amplios, incluyendo la consulta general de OSC de África.

A comienzos de noviembre de 2012, varias redes de mujeres y de la sociedad civil se reunieron en Bangkok para participar en el Diálogo Regional sobre el Desarrollo Sostenible y la Agenda de Desarrollo Post-2015[5]. En la declaración El Futuro que las Mujeres de Asia-Pacífico Quieren, expresaron que:

Actualmente, está claro que en la región de Asia-Pacífico las desigualdades sociales –de género, discapacidad, casta, etnicidad, orientación sexual e identidad de género entre otras– resultan en una exclusión y discriminación sistemáticas. Puede que ya se hayan establecido normas y estándares internacionales de derechos humanos, pero los gobiernos aún no están cumpliendo sus obligaciones como garantes. Estos desafíos son particularmente preocupantes para los derechos de las mujeres trabajadoras, para las mujeres en situaciones de conflicto y transición a la paz, para la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y para la participación de las mujeres en política.

Para cada una de estas preocupaciones específicas presentadas, brindaron un análisis de los principales desafíos por delante y también incluyeron recomendaciones de intervenciones necesarias en el contexto de la agenda de desarrollo post-2015.

La Red Género y Desarrollo (GADN) de Reino Unido también produjo un informe, La Igualdad de Género y el Marco Post 2015, en el que se sostiene que la igualdad de género debe ser central en un marco post-2015 y propone el modelo de un nuevo objetivo de igualdad de género.

Una Conferencia de la Sociedad Civil sobre el proceso post-2015 denominada  Avanzando en la agenda de desarrollo sostenible post-2015: Reconfirmando Derechos – Reconociendo Límites – Redefiniendo Objetivos[6] tendrá lugar del 26 al 29 de marzo de 2013 en Bonn, Alemania. Según las/os organizadoras/es, “la conferencia pretende reunir a actores clave en la discusión sobre el desarrollo sostenible post-2015 ayudándolos a intercambiar información y a aprender unos de otros al tiempo que se benefician de la diversidad de nuestro sector, así como a acordar demandas y estrategias conjuntas siempre que sea posible”. Este podría ser el momento para que las activistas y organizaciones feministas y por los derechos de las mujeres de diferentes regiones ejerzan influencia sobre los mensajes generales de la sociedad civil, así como para reunirse y auto-organizarse entre regiones. Pero esto dependerá del financiamiento, entre otros factores. El plazo para las solicitudes de participación en esta conferencia es el 13 de enero de 2013.

Varios grupos de mujeres –incluyendo la emergente coalición de mujeres– se están involucrando de distintas maneras en los procesos oficiales liderados por la ONU, a través de presentaciones en las consultas a nivel nacional, regional y global, incidiendo dentro y a través de Beyond 2015 (una de las plataformas de OSC creadas para el proceso post-2015), mediante reuniones con organismos de la ONU, personas responsables de la toma de decisiones y el Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes (GAN), así como divulgación a grupos locales. Será esencial que los mensajes presentados en las consultas lideradas por la ONU realmente lleguen y sean incluidos en el informe del GAN –que está siendo elaborado por el redactor jefe Homi Kahras– e incorporados en el proceso intergubernamental.

Mensajes claves de los grupos de mujeres: Una tarea en marcha

La emergente declaración de la coalición de mujeres post-2015 esboza la perspectiva inicial de la coalición, que hace un llamado a que el marco post-2015 de la ONU esté explícitamente conformado y basado en las normas y acuerdos de derechos humanos, incluyendo los principios de igualdad y no discriminación –y a que la igualdad de género, los derechos humanos de las mujeres y el empoderamiento de las mujeres sean su eje.

Existe la preocupación de que la urgencia por definir objetivos reste atención y energía a cuestiones y discusiones más fundamentales y cruciales para la construcción de un marco de desarrollo eficaz post-2015 y eclipse el hecho de que otros objetivos de derechos humanos ampliamente acordados a nivel internacional están lejos de ser implementados. Por lo tanto, será importante examinar el tipo de desarrollo que queremos ver, y es esencial repensar la ideología subyacente al modelo de desarrollo predominante.

Un marco post-2015 debe reconocer las formas en que las políticas macroeconómicas –incluso aquellas patrocinadas por las IFI y los flujos financieros en general (comercio, pagos de deuda, inversión extranjera directa, políticas impositivas, etc.)– dan forma a los derechos humanos y a las posibilidades de las mujeres.

Si bien una divulgación más amplia y un proceso participativo abierto e incluyente para el desarrollo de un marco post-2015 son bienvenidos, será esencial que los resultados de las consultas sean realmente tenidos en cuenta e incorporados.  Si la meta es la participación genuina y significativa de un abanico de partes interesadas, la ONU debe brindar acceso a toda la información sobre el proceso post-2015 de manera oportuna y en múltiples idiomas –y debe mantener sesiones de intercambio de información con grupos a nivel local y nacional y no solo a nivel internacional.

Aunque pueda ser políticamente conveniente presentar al GAN y a otras/os responsables de las decisiones algunos mensajes claves en tanto que sociedad civil, el GAN, la ONU y otras/os deben comprender que la sociedad civil es diversa (tanto en su ideología política como en sus prácticas) en sus diagnósticos de los actuales retos globales, en las críticas planteadas y en las recomendaciones propuestas. La ONU no debe aglutinar la gama de voces de la sociedad civil en una única plataforma o grupo, sino comunicarse con un amplio espectro de grupos, en particular grupos feministas y por los derechos de las mujeres, abarcando las organizaciones de base y los niveles nacional, regional y global.

Es esencial contar con financiamiento para la movilización colectiva de los grupos por los derechos de las mujeres y feministas a fin de que exista coordinación entre los grupos y puedan influir en el proceso. La participación en las consultas y las actividades de incidencia, tanto globales como nacionales, requiere tiempo y recursos considerables, y la ONU y la comunidad de donantes tienen un rol que jugar en este sentido.

Se necesita un sistema de monitoreo y rendición de cuentas basado en los mecanismos de rendición de cuentas sobre derechos humanos ya existentes y que pueda hacer que todos los gobiernos, del Norte y del Sur, se responsabilicen y revisen sus obligaciones.

La tarea por delante exige debates y discusiones sólidos sobre estas y otras cuestiones críticas antes de proceder con el borrador de un conjunto de objetivos que esencialmente representen una versión actualizada de los ODM. Es importante que logremos introducir los mensajes y las demandas de los movimientos activos y emergentes, así como otras expresiones de descontento social (e.g. Indignados, Ocupar, las movilizaciones en curso en la región de Medio Oriente y Norte de África y otras partes) que son claves para esta agenda. En AWID creemos que esta es otra oportunidad de fortalecer el movimiento y la solidaridad transnacional de mujeres y feminista y de presionar por un desarrollo que incluya las visiones, estrategias y enfoques emergentes de las formas locales de resistencia y lucha.  Debemos promover y defender con firmeza un marco de desarrollo que tenga en cuenta el abanico completo de los derechos humanos de las mujeres, abordando los factores históricos y estructurales que perpetúan las crisis, la inseguridad, la desigualdad y las violaciones de los derechos humanos.

[1] En España, por ejemplo, el desempleo ha alcanzado 50%. Ver: http://www.telegraph.co.uk/finance/financialcrisis/9181776/Youth-unemployment-passes-50pc-in-Spain-and-Greece.html Ver: OIT: Tendencias Mundiales del Empleo 2012:http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/dgreports/dcomm/publ/documents/publication/wcms_171699.pdf

[2]http://inequality.org/oecd-on-inequality-rise/ y http://www.imf.org/external/pubs/ft/survey/so/2012/INT061412A.htm

[3] Ver el artículo de AWID Abordando las desigualdades – Llegando a la raíz: Reintegrando los derechos humanos y la igualdad de género en la agenda de desarrollo post-2015 http://www.worldwewant2015.org/node/287974

[4] Las organizaciones participantes en esta etapa temprana de la creación de la coalición son: la Asociación por los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), la Comunidad Internacional Baha’i (BIC), el Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres (CWGL), Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN), el Grupo de Trabajo Feminista (FTF), la Red Global de Mujeres Constructoras de la Paz (GNWP) – Red de Acción Internacional de la Sociedad Civil (ICAN), la Comisión Huairou, la Coalición Internacional por la Salud de las Mujeres (IWHC), la Organización de las Mujeres para el Medio Ambiente y el Desarrollo (WEDO), el Movimiento Federalista Mundial – Instituto de Política Global (WFM-IGP).

[5] La reunión fue convocada por Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN) y la Red de Género y Macroeconomía de Asia-Pacífico (APGEM), en colaboración con la Oficina para Asia-Pacífico de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres).

[6] La conferencia cuenta con el respaldo del Ministerio Federal alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (UN DESA), y está siendo configurada por un Comité Directivo compuesto por muchas de las principales redes de la sociedad civil internacional, como CIVICUS, Beyond 2015, Alternativas de Desarrollo con Mujeres para una Nueva Era (DAWN), el Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP), la Campaña Global para la Acción Climática (GCCA), Social Watch, VENRO y el Foro del Mar Báltico.

Fuente: AWID, referido por Alainet.org

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