Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos aceptaron financiar con 120.000 el estudio dirigido por Dan Burgard, profesor asociado de química, a fin de examinar la variación del consumo per cápita de cannabis después de que comenzara en julio pasado la venta legal de marihuana en tiendas autorizadas en Washington.
La investigación, basada en los métodos que desarrollaron por primera vez científicos italianos en 2005, consistirá en analizar muestras de aguas residuales para detectar los niveles de metabolitos producidos por el organismo cuando procesa drogas.
Burgard utilizó previamente el método para medir las aguas residuales de la universidad y determinar si los estudiantes habían incrementado el consumo de “drogas para estudiar” como Ritalin y Adderal durante los exámenes trimestrales y finales. En un periodo de exámenes finales en la universidad, Burgard detectó que los niveles de consumo de esos estimulantes se habían incrementado ocho veces en comparación con la primera semana de clases.
Burgard comenzó a compilar información sobre la marihuana en diciembre de 2013, después de que los electores aprobaran legalizarla en 2012, pero faltaban entonces ocho meses para que comenzara la venta legal de marihuana en tiendas autorizadas.
El próximo estudio ayudará a determinar si la legalización aumenta el consumo de marihuana entre los usuarios, si la información obtenida en las aguas residenciales coincide con las respuestas de la gente en sondeos sobre su uso de cannabis y si su consumo ha incrementado entre semana o el fin de semana.
“Intentamos tener idea del tipo de usuario”, declaró Burgard. “Si aumenta el consumo de cannabis los fines de semana, podría deberse a que tuvo un uso mayor con fines recreativos. Pero si el incremento es marcado de domingo a jueves, podría constituir una preocupación de salud pública, porque los usuarios habituales aumentaron el consumo”.
Burgard declinó precisar el nombre de las dos ciudades en las que se efectuará el estudio, y señaló que se divulgaría al concluir la investigación.
El estudio se efectúa en colaboración con Caleb Banta-Green, científico de alto rango en el Instituto de Abuso del Alcohol y Drogas de la Universidad de Washington.
Fuente: AP
