Por Jorge Zepeda Patterson
No sé si se trata de un plan orquestado en contra de Marcelo Ebrard y de Miguel Ángel Mancera, pero qué bien les está saliendo. Este lunes 7 de julio varios diarios capitalinos al parecer fueron “sembrados” con la misma nota. Resulta que hace siete años, en agosto de 2007, Marcelo Ebrard fue alertado por el ex director del Sistema de Transporte Colectivo (SCT) Metro, Francisco Bojórquez, de la conveniencia de utilizar ruedas neumáticas y no férreas en la nueva Línea 12 para evitar problemas y accidentes en la operación. Sin embargo, un mes más tarde de esa recomendación el gobierno del DF decidió utilizar trenes férreos porque resultaban, en términos generales, 7 por ciento más baratos que la tecnología neumática.
No se cuán incriminatorio sea para el gobierno de Marcelo Ebrard haberse decidido por un sistema (el férreo) que es utilizado por 90 por ciento de los sistemas de Metro en el mundo y que resulta 7 por ciento más barato que su alternativa (el neumático), pero está claro que alguien quiere convertirlo en pecado capital. Sería la culminación de un largo proceso de linchamiento en contra del ex jefe de gobierno a propósito de la Línea 12. Para nadie es un secreto que, virtudes y defectos de Ebrard a un lado, se trata de una estrategia para deshacerse de una vez por todas de un político de oposición que podría rivalizar con cualquier candidato del PRI para la elección de 2018.
El propio PRD, dominado por “Los Chuchos” o Nueva Izquierda, contrarios a Ebrard, han aprovechado la Línea Dorada para raspar a su rival. Temen el regreso político de Marcelo en las elecciones federales para renovar la cámara de diputados el próximo año y la posibilidad de que se convierta en coordinador de los legisladores perredistas. Eso le permitiría gozar de una alta visibilidad para contender por la candidatura presidencial del partido en 2018. Algo similar a lo que Josefina Vázquez Mota hizo en 2012 en el PAN: saltar de coordinadora de los diputados de su fracción a candidata presidencial, imponiéndose a los designios de la cúpula del partido que prefería a Ernesto Cordero. Lo cierto es que apenas la semana pasada Daniel Ordoñez, vicecoordinador de la bancada perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), miembro a la corriente de Los Chuchos, lanzó duras acusaciones en contra de Ebrard, a quien responsabilizó de todos los males de la Línea 12.
Desconozco si este golpeteó en tándem es un 1-2 propinado por PRI y PRD, pero algo me dice que las andanadas son demasiado acompasadas para ser un mero fruto del azar. Algo similar sucede con las protestas en contra del Hoy No Circula (HNC).
Desde luego que, por donde se le mire, se trata de una decisión errónea. Prohibir que circulen por el área metropolitana capitalina 8 de cada 30 días los autos con más de 15 años es una medida aislada, poco eficaz para combatir la contaminación y de una brutalidad innecesaria para la población de bajos ingresos. La ampliación del HNC está incluida en un reporte preparado por el Centro Mario Molina, pero forma parte de un paquete de otra veintena de sugerencias y advierte claramente que ninguna medida por sí sola tendría algún efecto. Entre otras cosas recomienda el mejoramiento del transporte público, una nueva estructura de vialidades, ajustes en el precio de los combustibles, restricciones a taxis para que no circulen sin pasaje, tenencia e impuestos a los autos nuevos y un largo etcétera.
Resulta inexplicable que de buenas a primeras las autoridades hayan sacado de contexto un punto de ese reporte de sugerencias y lo hayan aplicado con tan poco tino y sin saber “venderlo” a la opinión pública.
Y desde luego que Miguel Mancera tiene responsabilidad en el asunto. Pero eso no justifica que le hagan pagar todos los costos políticos de una medida avalada enfáticamente por la Semarnat del gobierno federal y fue tomada en el seno de la Comisión Ambiental Metropolitana del Valle de México, formada por autoridades del Edomex y del Distrito Federal.
Y sin embargo, en el linchamiento ante la opinión pública, Eruviel Ávila o Enrique Peña Nieto han sido convenientemente ignorados y todos los misiles han sido dirigidos al jefe de gobierno del DF. Y si bien las marchas en contra del HNC preparadas para colapsar el tráfico este fin de semana no prosperaron por falta de quórum, alcanzó a trascender que en la organización de tales protestas había mano de agitadores priistas.
¿Chamaquearon a Miguel Manera? ¿Le hicieron un cuatro?
Altamente probable. Lo que queda claro es que comienza a dar frutos la estrategia priista que consiste en desgastar la imagen de las autoridades perredistas frente a la opinión pública para recuperar en 2018 el control del Distrito Federal. La imagen de Ebrard y de Mancera se encuentra a la baja debido en parte a sus propios errores, pero sobretodo al hecho de que sus fallas son debidamente expoliadas y expandidas por una cuidadosa estrategia orquestada por sus detractores y por el llamado “fuego amigo”.
@jorgezepedap
Fuente: Sin Embargo
