Sin manual o reglas para “twittear”. Esa fue la respuesta que dio la Presidencia de la República a una solicitud de información formulada por este diario, en la cual se solicitó los lineamientos que emplean el Presidente o los secretarios de Estado para su comportamiento en las redes sociales.
A diferencia del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la pasada administración encabezada por Felipe Calderón Hinojosa sí contaba con un manual para el uso de redes sociales en plataformas como Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, entre otras.
Esto se conoció en 2012 luego de que el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) encontró y ordenó dar a conocer el “Protocolo de uso de Twitter para funcionarios del gobierno federal”.
Pero el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto dijo que no cuenta con ningún lineamiento para el uso de estos canales de comunicación vía web.
En respuesta a la solicitud número 0210000120113, la Presidencia de la República declaró “inexistente” la información.
Ello, luego de una revisión de sus archivos en la Coordinación de Comunicación Social; la Dirección General de Tecnologías de la Información; la Coordinación de Asesores y en la Coordinación de Estrategia y Mensaje Gubernamental.
Se buscó en la Coordinación de Estrategia Digital Nacional, la Jefatura de la Oficina de la Presidencia, y la Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional, y el Estado Mayor Presidencial.
Mediante oficios señalaron que no se localizó documento alguno relacionado con la información solicitada por lo que declararon inexistente la información.
No obstante, tanto el presidente Enrique Peña Nieto; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; la titular de Desarrollo Social, Rosario Robles; el comisionado nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, el secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos; el secretario de Hacienda Luis Videgaray, por mencionar algunos servidores públicos, emplean constantemente las redes sociales para subir su agenda, fotografías, información, reuniones con líderes partidistas, condolencias, o felicitar al Congreso por la aprobación de reformas.
Alertas vía Twitter
Recientemente, el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, mencionó que por medio de Twitter se alertó a la población de las lluvias torrenciales que provocaron el huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”.
Durante la gira del presidente Peña Nieto por Indonesia, el canciller José Antonio Meade posteó en su cuenta @JoseAMeadeK: “México es el país en América Latina con el que Indonesia tiene más acuerdos. La relación entre ambos países tiene un carácter estratégico”.
En junio pasado, junto con los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y de Colombia, Juan Manuel Santos, el presidente Peña Nieto fue rankeado en la lista de los 20 líderes latinoamericanos más seguidos en Twitter, según el informe “Twiplomacy”, de la firma de relaciones públicas Burson-Marsteller.
Los lineamientos del calderonismo
En la pasada administración, el manejo de las cuentas institucionales de todas las dependencias del gobierno federal estaba a cargo de una persona designada por la institución y se actualizaba conforme las necesidades de comunicación de cada dependencia.
En Twitter se recomendaba a los servidores públicos no esperar “reciprocidad” en el seguimiento de las cuentas de instituciones del gobierno federal.
Dentro del mantenimiento periódico de sus cuentas, las instituciones podrían dejar de seguir (o dar “unfollow”) a algunos usuarios, sin que ello implique un pronunciamiento negativo o positivo.
En cuanto a los @Replies (respuestas) y Mensajes Directos “el usuario de Twitter no debía esperar respuesta directa de las instituciones a los mensajes dirigidos a ellas vía @Replies (@Mentions) y Mensajes Directos (DM), puesto que existen mecanismos de vinculación previstos en los sitios web de las instituciones correspondientes”.
El hecho de que un usuario fuera seguido, incluido en una lista de la red social, recibiera un @Mention o DM de un funcionario del gobierno federal, no implicaba aval alguno por parte del funcionario o la institución a su cargo.
“De igual manera, el hecho de que un tweet sea retweeteado, citado o marcado como favorito por un funcionario del gobierno federal, no otorga aval alguno por parte del funcionario o su institución hacia al autor del tweet”, dice el manual.
Fuente: El Universal
