Cae procurador de la CDMX tras el chasco del caso Narvarte

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Rodolfo Ríos renunció a su cargo como titular de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina, dimisión que se da una semana después de que Proceso dio a conocer que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, pidió la renuncia de todo su gabinete.

Y se da también a tres días de que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) determinó que la investigación de la ejecución del fotoperiodista colaborador de Proceso, Rubén Espinosa; la activista Nadia Vera, además de otras tres mujeres, no fue “adecuada” ni “exhaustiva”, por lo que emitió una recomendación a la PGJ.

En un comunicado difundido esta tarde, el gobierno capitalino señala que la dimisión fue aceptada por Mancera Espinosa, quien agradeció la labor que desempeñó Ríos al frente de la dependencia.

El subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales e incondicional de Ríos, Edmundo Porfirio Garrido Osorio estará encargado del despacho en tanto se designe el nuevo procurador, señala el documento.

El sábado 17, Proceso dio a conocer que Mancera Espinosa pidió la renuncia de todo su gabinete, legal y ampliado, a tres meses de su probable salida del cargo en busca de la candidatura presidencial para el 2018.

Ese día, una fuente de alto nivel de la administración capitalina, dijo que la orden del mandatario local no implica que todos los integrantes de su gobierno se vayan, sino que es una manera de que los propios servidores públicos autoevalúen su desempeño al frente de las secretarías y organismos que encabezan.

Sin embargo, el miércoles 21 Mancera evadió explicar lo ocurrido el sábado anterior, cuando desde sus oficinas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento salieron llamadas a todos y cada uno de los integrantes de su gabinete, pidiéndoles entregar su renuncia lo antes posible.

Ese día el mandatario capitalino respondió a la prensa sobre el asunto:

“Ya, ya se explicó, ya de ese tema ya no vamos a hablar”.

-¿Pero por qué?

-No hay renuncia.

La información publicada en esta página fue corroborada por Joaquín López Dóriga, cuando difundió en su columna de Milenio la misma versión de que la solicitud del jefe de gobierno fue cierta y dejó entrever que ésta salió de la oficina de Luis Serna, su amigo de la infancia y secretario particular.

El diario La Jornada, también el miércoles pasado, publicó una nota en la que también confirmó la instrucción que recibieron los secretarios y directores del gobierno, aunque dijo que fue mediante la llamada de “una secretaria” de la oficina de Julio César Serna.

No obstante, en la nota se aseguró que, en menos de cinco horas, y a través de un “chat interno”, el gabinete fue informado de que dicha orden no procedía.

Pero no fue todo, también les ordenaron negar la información cuando algún reportero les preguntara.

Fuente: Apro

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