Traicionados

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Por Misael Máynez

Veo lo que ocurre en mi País y viene a mi mente una gran pregunta ¿amigos o enemigos? Amigos traicioneros, amigos traicionados; amigos de qué o de quién, enemigos de qué o de quién, es lo que intentaré explicarme en las siguientes líneas.

Empiezo por un tema que tiene acaparados todos los medios nacionales: el enfrentamiento entre maestros y la policía federal. Siempre he creído que para estar a favor o en contra de alguien o de alguna idea hay que ver los dos enfoques para poder entenderlo mejor. Veo, por un lado, la instrucción de la autoridad de llevar a cabo la reforma educativa, al menos en el sentido que fue hecha; si es lo mejor que se puede hacer es otro tema para debatir. Aquí solo parto de la realidad y muestra enfrentamiento. Una postura es ejercer la autoridad para que se lleve a cabo la aplicación de la reforma tal cual y es la instrucción de la policía federal, repeler a los rijosos y evitar obstrucciones a las calles, establecer el estado de derecho, hacer que las cosas se hagan y se respete lo establecido por la reforma. Es la postura oficial. Pero como en todo conflicto hay dos posturas encontradas. La de los maestros es que no hay tal reforma, se vulneran sus derechos, intensifica la evaluación, se exigen mayores resultados y se vulneran logros sindicales; para ellos más que educativa es una reforma laboral que elimina derechos y los obligan a ser parte de un mal logrado plan para beneficiar intereses diferentes a la educación.

La educación es particularmente importante para el país, la competitividad y mejores condiciones de vida están directamente relacionadas a la educación. Debemos tener mejores resultados; entiendo la urgencia de una reforma educativa y su aplicación en todo el territorio nacional; ¿porqué tanto alboroto pues?

Aún y cuando eso parece justo, yo mismo he defendido la exigencia federal de mayor calidad en la educación; evaluaciones, seguimiento al desempeño y estímulos ligados a la productividad.

Lo que creo que lastima a los maestros es el mismo sentir generalizado. Porqué no exigir evaluaciones o mayor productividad a la clase gobernante; ¿cuándo evaluaremos a los diputados y senadores?, pero sobre todo cuándo se les hará una castigo por incumplimiento. Cómo entender que todas las instancias de gobierno sufren por falta de recursos y aún en este contexto de bajo presupuesto la cámara se asigna más recursos. Cómo debe leerse que a los maestros se les demande más tiempo en el aula y por todo el país surgen casos escandalosos de funcionarios que se enriquecen, ¿ahí no aplica el criterio de mejores resultados? O con una vara se mide al magisterio y con otra a las demás instituciones del país y sus funcionarios.

Siempre había criticado a los maestros y los tachaba de ladrones o pandilleros. Se que hay mucho por hacer en la educación de México, pero se que la forma de aplicar la eficiencia anhelada no es congruente ni generalizada y eso abre una gran ventana de inconformidad para preguntar ¿porqué solo nosotros? O todos coludos o todos rabones. Siento que es la base de la rebelión magisterial, es un reclamo basado en la exigencia de mejores resultados a todos.

Por otro lado veo intensiones claras de generar inestabilidad política con miras al 2018 y quiero invitarle a evaluar quienes son amigos y enemigos nuestros; me explico.

Todos tenemos amigos en los diferentes partidos políticos, tenemos amigos en instituciones, incluso a veces tenemos que acudir a ellos para poder avanzar en trámites, lo cual es reprochable; las instituciones por principio son imparciales.

Lo que intento dejar claro es que esos amigos cuando ponen por encima de su función intereses personales o de grupo; interés para beneficiar a unos cuantos nos traicionan a todos y por consiguiente se vuelven nuestros enemigos.

Un amigo es quien ayuda y cuando en la función pública se desvían a beneficiar a unos cuantos nos fallan, nos traicionan y lo peor es que traicionan al futuro de nuestros hijos, y ahí mi querido amigo no creo que debamos perdonarlo: ¿porqué “amigo” he de ser cómplice y traicionar a mi propia sangre y robarles el futuro? ¿sólo para que unos cuantos estén contentos? No es válido ni permitido. No desde mi punto de vista.

¿Usted qué dice?

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