Habitantes del poblado de San Jerónimo el Grande, municipio de Ajuchitlán del Progreso, decidieron levantarse en armas y asumir las funciones de seguridad que le competen a las autoridades gubernamentales, ante el vacío de autoridad que se vive en la región de Tierra Caliente.
De esta forma, los campesinos de este poblado pretenden confrontar directamente a la banda delictiva denominada Los Tequileros, afincada en San Miguel Totolapan y a la que se atribuye el secuestro masivo de 10 personas registrado la semana pasada y de las cuales hasta el momento han sido liberadas tres.
Por su parte, integrantes de la autodefensa La Tecampanera del municipio de Teloloapan, advirtieron que no van a dejar las armas y que incluso reforzarán los retenes que mantienen sobre la carretera federal que conecta la zona norte con la regional de Tierra Caliente para evitar más plagios atribuidos a sicarios al servicio del grupo delictivo La Familia, que tiene sus bastión en el municipio vecino de Arcelia.
Anunciaron la toma nuevamente del ayuntamiento de Teloloapan que administra el alcalde perredista Robel Uriostegui Patiño, así como el cierre de cadenas comerciales, bancos y la central de autobuses como forma de protesta ante los niveles extremos os de inseguridad y violencia.
Ello debido a que hasta el momento el gobierno de Héctor Astudillo Flores no ha cumplido con el compromiso asumido en el sentido de investigar los presuntos nexos con el narco del alcalde priista de Arcelia, Adolfo Torales Catalán, así como de detener a los principales líderes de La Familia, señalados como socios y proveedores de empresas mineras que operan en la zona norte y la Tierra Caliente.
La postura de los líderes de La Tecampanera se registra tras el hallazgo de los cuerpos de los tres herreros secuestrados desde principios de este mes, los cuales fueron encontrados este domingo desmembrados y con mensajes firmados por La Familia y dirigidos contra el gobierno de Héctor Astudillo Flores y los miembros de La Tecampanera, acusados de ser integrantes de la banda delincuencial Guerreros Unidos.
La situación que se vive en la Zona Norte y la Tierra Caliente es un reflejo del nivel de corrupción, impunidad y violencia que persiste en la entidad donde la confrontación de bandas criminales no sólo ha exhibido nexos de empresarios mineros, políticos y autoridades gubernamentales con el narco, sino también ha dejado una estela de desplazados, asesinados, secuestrados y extorsiones contra el sector productivo local que se encuentra colapsado.
Sobre el caso de San Jerónimo el Grande, ayer al menos unos 200 habitantes de la comunidad decidieron tomar las armas para defender su vida y patrimonio ante los embates del grupo delictivo Los Tequileros y la incapacidad gubernamental para revertir los efectos de la narcoviolencia.
Los inconformes difundieron imágenes en redes sociales donde aparecen con el rostro cubierto portando armas de bajo calibre y un mensaje escrito sobre una manta que dice textual:
“El pueblo de San Jerónimo el Grande está cansado de tanta violencia de ese grupo criminal llamado Los Tequileros pedimos al gobierno que actúe porque el pueblo se va a levantar en armas y pedimos la liberación de nuestros compañeros. Ya Basta”.
De esta forma los habitantes de este poblado de Ajuchitlán del progreso, región de Tierra Caliente, exigieron la liberación de siete hombres que permanecen secuestrados desde la semana pasada en esta franja de la entidad donde los plagios masivos ya se han vuelto comunes.
Los manifestantes acusaron a más autoridades gubernamentales, las corporaciones policías y el Ejército de estar coludidos con la delincuencia porque los criminales operan y se desplazan impunemente, mientras que las autoridades “son los únicos que no los observan”.
También, exigieron al gobernador Astudillo que cumpla con su promesa de campaña de “orden y paz” porque hasta el momento solo impera el caos y la violencia, indicaron.
Fuente: Proceso