Por Pineda Jaimes
Si a usted le gusta ver lo que sucede en este Mundial, pero no está muy enterado o enterada de lo que ocurre allá, aquí le dejo algunos datos para que los tome en cuenta.
Si le sorprende por qué pasó a la siguiente ronda Japón en lugar de Senegal; si le llama la atención que Inglaterra y Bélgica jugaran a ¡perder!, porque ese era el camino más fácil rumbo a la siguiente ronda y más increíble que Japón que perdía 0-1 ante Polonia se dedicara a no arriesgar porque ese marcador también le favorecía (¿?), aquí una explicación.
En el primer caso, Japón y Senegal, integrantes de grupo H, la situación fue así: Ambos tuvieron los mismos puntos (4), la misma diferencia de goles y ambos empataron en su encuentro en la fase grupos. ¿Qué definió entonces que uno pasara sobre otro? ¡Las tarjetas amarillas! O sea, el famoso Fair Play. Japón tuvo 4 y Senegal 6. Resultado: los africanos ya están de regreso a casa y los nipones enfrentarán ahora a Bélgica. Esta es la primera vez en la historia de los Mundiales que sucede una cosa así. Ante una eventualidad como la vivida en este grupo, la corruptísima FIFA ha establecido siete criterios para determinar quién pasa a la siguiente ronda en caso de presentarse una situación como la vivida entre senegaleses y japoneses.
¿Cuáles son estos criterios?
1. Diferencias de gol
2. Más goles anotados
3. Puntos logrados en el partido entre los equipos empatados
4. Diferencia de gol en ese partido
Si persiste el empate quedan:
5. Goles anotados durante ese partido
6. Fair Play (menor número de tarjetas amarillas)
Y si por alguna de esas cosas extrañas del futbol llegara a seguir el empate, el último y definitivo criterio es:
7. El sorteo. O sea, ¡un volado, pues!
Esto es que cuatro años de intensa preparación de un equipo pueden terminar en la suerte de Merlín. A cara o cruz.
Por eso, a Japón no le importó perder ante Polonia, pues sabía que con eso empataba con Senegal pero al tener menos tarjetas amarillas la balanza se inclinaría hacia ellos.
En el caso de Inglaterra y Bélgica, integrantes del grupo G, ambos llegaron al partido para definir quién quedaba en primero y quién en segundo. Sin embargo, sucede que eso del deportivismo no va con un Mundial, sino que lo que cuenta son números, matemática pura y ambos sabían que el quedar en segundo lugar, o sea, ¡perder!, los pondría en una llave que en teoría lleva a un camino más fácil rumbo a la final pues evitaría a las grandes potencias de la otra llave en la siguiente ronda.
¿Jugar a perder y en un Mundial? Pues sí, aunque usted, no lo crea.
Veamos:
Al quedar Inglaterra como segundo lugar del grupo G, ahora enfrentará a Colombia en los octavos de final y en caso de ganar, como sería previsible en cuartos de final enfrentará al ganador de Suiza o Suecia en la siguiente ronda y de ahí al infinito y más allá. En cambio, Bélgica que quedó en primero, enfrentará a Japón, -quien pasó pese a no estar previsto- y como es previsible el triunfo belga, luego para seguir vivo tendrá que enfrentar a cualquiera de estos equipos que ganen en cuartos de final: Brasil, México, Francia, Argentina, Uruguay o Portugal. Solo alguno en alguna fase. Casi nada.
Vivillos los ingleses.
Números, números y más números…
Terminó la primera fase de grupos, vienen los cuartos de final y para muchos es cuando comienza verdaderamente el Mundial.
Para los amantes de las estadísticas así le fue a cada confederación en esta primera fase de grupos.
En el caso de Europa de 14 equipos que iniciaron, 10 pasan a la siguiente ronda; 4 de 5 por Sudamérica; 1 de 3 de la Concacaf (México); 1 de 5 de Asia (Japón), nadie de los 5 de África y nadie de Oceanía.
En el Mundial pasado celebrado en Brasil, pasaron 6 por Europa, 5 de Sudamérica, los 3 de Concacaf y 2 de África y ninguno de Oceanía.
En términos porcentuales, la eficiencia de la UEFA es del 71.42 por ciento; de 33 por ciento de la Concacaf; del 20 por ciento de Asia y de 0 por ciento de África.
Pero para desgracia de Concacaf, Panamá se queda en el último lugar de las 32 selecciones que compitieron en este Mundial.
Más datos.
La buena:
México es el primer país que clasifica ¡siete veces seguidas! de la ronda de grupos a los octavos de final.
La mala:
De ahí no pasamos… Buenos días y buena suerte.