En el hemisferio sur, a un mes de que termine el invierno, la sorpresa ha sido que prácticamente no se han detectado casos de influenza. El sistema de información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la actividad de la enfermedad está en los niveles más bajos respecto de años anteriores.
Es el caso de Argentina, que en 2018 registró mil 517 casos y 4 mil 623 en 2019. En la actual temporada (2020) sólo van 53 hasta los primeros días de agosto. Una situación similar se reporta en naciones como Chile, con 12 casos de influenza; Australia, con 33, y Sudáfrica, con seis, de acuerdo con un reporte publicado en la revista Science editada por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia de Estados Unidos.
Sobre los datos, la OMS pide cautela en el análisis, pues el aislamiento, distanciamiento social y las medidas de higiene que se pusieron en marcha para frenar la pandemia de Covid-19 pudieron influir en la baja prevalencia de la influenza en los países del sur. El fenómeno es tan extremo que para el organismo internacional la temporada de influenza no ha comenzado en ese hemisferio. También plantea la posibilidad de que las prioridades de los sistemas de salud se hayan enfocado en las pruebas de detección del virus.
Al respecto, Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, recordó que en las naciones del hemisferio sur el periodo de mayor transmisión de la pandemia de Covid-19 coincidió con la temporada de influenza.
En esos lugares las personas estaban en confinamiento, lo que junto con el uso de cubrebocas pudo haber contribuido a la disminución de la gripe de invierno. En México la situación podría ser diferente, insistió. Persiste el riesgo de que confluyan Covid-19 e influenza a partir de octubre.
La pandemia se mantiene activa en el país, de acuerdo con información de la Secretaría de Salud (Ssa). Reyes Terán comentó que en la zona metropolitana del Valle de México la ocupación hospitalaria reporta un descenso lento, mientras aumenta la movilidad de las personas en el espacio público.
De ahí la importancia de contar con un plan para hacer frente a ese nuevo desafío. Un elemento de la respuesta es mantener al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) con la reconversión total en un hospital de terapia intensiva con 200 camas.
Otra acción será la separación ágil de pacientes con influenza de los que tengan Covid-19, mediante pruebas de diagnóstico que de manera simultánea identifican éstas y otras infecciones respiratorias virales.
Science publicó testimonios de investigadores de Sudáfrica que comentaron sobre el proyecto que tenían para aprender de la doble infección y la interacción entre ambos padecimientos, pero la influenza no llegó, dijo Cheryl Cohen, del Instituto Nacional de Sudáfrica de Enfermedades Transmisibles. El epidemiólogo comentó que desde marzo sólo había visto un caso de influenza, cuando en años previos el registro del sistema de vigilancia ha tenido alrededor de 700 contagios.
Fuente: La Jornada
