Cientos de niños migrantes que cruzaron de forma irregular la frontera entre Estados Unidos y México fueron víctimas de “maltrato atroz” mientras estuvieron en custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
Una investigación realizada por la organización Americans for Immigrant Justice (AI Justice) mostró que 70 por ciento de menores migrantes que ha entrevistado y fueron detenidos por la CBP en 2021 indicaron “haber experimentado condiciones de abuso” durante su estancia en estaciones fronterizas para niños no acompañados.
El reporte asentó que los niños con los que la organización habló dijeron haber sufrido detenciones excesivas, abuso verbal y físico –incluidos golpes de los agentes–, privación de atención médica, carencia de alimentos y de agua, internamiento en espacios con bajas temperaturas y falta de mantas para cubrirse, separación familiar y otras violaciones a derechos humanos.
Frente a esto, el pasado 6 de abril AI Justice presentó una denuncia administrativa ante el Departamento de Seguridad Nacional, en la que detalla el incumplimiento de la CBP de sus propios estándares en transporte, escolta, detención y búsqueda de niños no acompañados.
Para el análisis se entrevistó a 12 mil 731 niños migrantes y el testimonio de siete de cada diez –apuntó la organización– demostró que la administración de Joe Biden, al igual que anteriores, “se ha quedado corta” en la protección a los derechos de este sector, pues existe “un abuso sistémico bajo custodia de la CBP, independientemente de quién esté a cargo a nivel federal”.
Los resultados de la investigación, dados a conocer hace unos días, revelaron que 50 por ciento de los menores entrevistados fue internado en espacios con bajas temperaturas, muchos enfermaron de fiebre o resfriado; a 32 por ciento se le detuvo por más de 72 horas –lo que va contra la ley estadunidense en la materia–, y 13 de cada 100 reportaron falta de alimentos o agua.
Además, seis por ciento fue víctima de abuso verbal y/o acoso por parte de los funcionarios de la CBP; cinco por ciento fue detenido en estancias junto con adultos; uno por ciento recibió abusos físicos o fuerza excesiva, y 17 por ciento sufrió otro tipo de maltratos.
Algunos de los casos documentados por AI Justice son: una niña con fiebre alta solicitó atención médica y nunca la recibió. Mientras dormía en un colchón sobre el piso “un oficial la llamó por su nombre, pero estaba demasiado débil para responder o ponerse de pie, por lo que el agente se le acercó y la pateó en las costillas”.
A una adolescente de 15 años le esposaron el pie a una silla a pesar de cooperar y responder las preguntas de los oficiales; un chico, también de 15 años, informó que si los llamaban por su nombre y no respondían porque estaban durmiendo, los agentes los despertaban a patadas; otra niña informó que dormía en el mismo colchón con otras tres debido al hacinamiento y terminó con piojos.
Un menor de diez años estuvo detenido más de cinco días, pasó hambre y no pudo ducharse en ese periodo; otra adolescente fue retenida en la estación migratoria por siete días, donde pasó fríos y hambre y fue incomunicada; a un niño de 12 años se le prometió reunirlo con su madre, que vive en Estados Unidos, pero lejos de eso fue detenido por cuatro días, lo llevaron a un hotel por tres días más y después “fue devuelto ilegalmente” a Guatemala sin su conocimiento o consentimiento.
La investigación también mostró que 85 por ciento de los niños migrantes en custodia de la CBP entre 2019 a 2020 reportaron maltratos similares.
Fuente: La Jornada