Por Miguel Badillo
Resulta ofensivo el despilfarro al que nos tiene acostumbrados el Instituto Nacional Electoral (INE), en donde hay un gasto público abusivo por parte del presidente, consejeros y demás directivos.
En momentos de tragedia como la que ahora vive México por huracanes y terremotos —fenómenos naturales que han dejado en la calle a cientos de miles de familias (que además de vivienda han perdido todo su patrimonio)— es urgente que todo órgano de gobierno, autónomo o no, que opere con dinero público, se apegue a un esquema de austeridad para con ese ahorro poder ayudar con más recursos a las víctimas.
Por ello resulta ofensivo el despilfarro al que nos tiene acostumbrados el Instituto Nacional Electoral (INE), en donde hay un gasto público abusivo por parte del presidente, consejeros y demás directivos, quienes no solo se asignan elevados salarios que rebasan con mucho el sueldo que recibe el presidente de la República, sino que además se pagan jugosos aguinaldos, primas quinquenales, primas vacacionales, seguros médicos mayores, gastos de defunción, ‘ayudas’ para renta hasta por 20.000 pesos mensuales (cerca de 1.100 dólares) durante periodos de 6 meses y despensas por 350 pesos mensuales.
Además, en el absurdo total, el INE otorga a trabajadores gratificaciones de 250 pesos (en torno a 14 dólares) a cada uno por el Día de la Madre, otros 250 por el Día de Reyes y 250 por el Día del Niño.
También con dinero público el INE cubre gastos de traslado y menaje de casas cuando lo necesiten, y otorga becas académicas a favor del personal de plaza en los cargos de contralor general, directores ejecutivos, directores, jefes de unidad técnica, subcontralores, coordinadores del registro federal de electores, vocales ejecutivos locales, directores de área de estructura, vocales ejecutivos locales, vocales secretarios, vocales locales, vocales ejecutivos, secretarios distritales, subdirectores de área, vocales distritales, coordinadores operativos, jefes de departamento, jefes de monitoreo a módulos y homólogos, según consta en su ‘Manual de percepciones’ para el 2017.
Y hay más: reciben estímulos, reconocimientos, recompensas, incentivos, compensaciones extraordinarias y pagos equivalentes que se otorgan a los servidores públicos de mando.
Por lo anterior resulta paradójico que el polémico presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, haya cobrado notoriedad en los últimos días, cuando se anuncia que parte del presupuesto público que ese órgano electoral debe entregar a los partidos políticos para las elecciones presidenciales de 2018 será utilizado para miles de damnificados por los sismos ocurridos en México.
Y es paradójico porque ese mismo funcionario electoral hace 17 años (30 de octubre de 2000) cobró 39.875 pesos de dinero público por contraer matrimonio. Es decir, que cuando se desempeñaba un cargo menor en el máximo instituto electoral le fue pagada una ‘dote matrimonial’ por casarse.
En un acto de plena justicia y de urgente austeridad, el doctor Córdova Vianello debería devolver esos casi 40.000 pesos (más intereses, algo así como 100.000 pesos, 5.480 dólares) que abusivamente cobró del presupuesto público por realizar una acción eminentemente privada como es el matrimonio y que en nada beneficia a los mexicanos, pero que dicha cantidad le fue pagada porque un absurdo y retrógrada reglamento interno así lo establecía y él cínicamente se aprovechó de eso.
Fuente: RT
2 Comments
Pinche sinvergüenza, CORRUPTO, Racista. Debería estar en la cárcel este Traidor del pueblo, Saqueador del erario y decomisarle todos sus bienes mal habidos.
Que indignante y cuánto coraje da sabernos burlados por estos personajes. Hasta donde quieren llevarnos? Hasta donde quieren probar nuestra paciencia e indignacion? Cuando van a parar de burlarse de la población? Malditos!