Protesta Guachochi por ola de asesinatos y exige paz

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El pueblo de Guachochi salió a las calles este martes para exigir paz y tranquilidad tras el secuestro y asesinato de cinco personas –entre ellos el comisario ejidal de Tónachi–, el pasado fin de semana.

Afuera la funeraria Shalom, decenas de habitantes se dieron cita para unirse al dolor de las familias de los fallecidos, y con los ataúdes de cuatro de las víctimas –a Gerónimo Alonso González, un adolescente de 16 años de origen rarámuri, se lo llevaron para sepultarlo en Tónachi– recorrieron varias cuadras del poblado.

Llegaron hasta las instalaciones de la Policía Ministerial y luego al lugar donde se encuentra el Ejército, pero nadie salió para escucharlos.

“El sufrimiento no se negocia, las vidas humanas no tienen precio”, “Una injusticia hecha a un individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”, “Se ha alargado la noche, se ha alargado la agonía y seguimos en lo mismo”, “Lo que aquí resulta más fácil, convivir con la tragedia y la injusticia que con la libertad”, se leían en algunas de las cartulinas que portaban los manifestantes.

Según los habitantes de Guachochi, el pasado 28 de abril el abuelo de tres de los jóvenes asesinados fue asaltado en una brecha cerca del aserradero El Ojito. Iba hacia el rancho La Gobernadora, cuando unos hombres armados lo despojaron de su camioneta. El hombre llamó a su familia para que alguien fuera por él.

Acudieron al llamado Elsar Palma Payán, de 21 años de edad, y su primo Héctor Fabián Payán Contreras, de 19, y en el camino les pidió un aventón Genónimo Alonso González.

Pasaron las horas y los muchachos no regresaban, por lo que salió a buscarlos el padre de uno de ellos, Héctor Fabián Payán Escárcega, quien era maestro de educación primaria y comisario ejidal de Tónachi. Lo acompañó su sobrino Esdar Josué Payán Olivas, de 30 años.

El sábado localizaron los cuerpos de los primeros tres jóvenes y un día después hallaron a los otros dos hombres de la familia Payán.

Y hoy se dio a conocer que dos maestras y un maestro de quienes no se sabía nada aparecieron golpeados por la misma zona de Tónachi, y un cuarto compañero, Claudio Bustillos Lerma, continúa desaparecido.

La Secretaría de Educación, Cultura y Deporte confirmó el asesinato de Héctor Fabián Payán Contreras, alumno de la Universidad Tecnológica de la Tarahumara.

Héctor Fabián, de 19 años de edad, cursaba el octavo cuatrimestre de la carrera de Turismo, en el municipio de Guachochi. Era reconocido entre sus compañeros y maestros por ser un alumno participativo, quien antes de ser asesinado realizaba –como parte del servicio social– una campaña en la Universidad para la recolección de PET, con el que elaboraría una casa sustentable.

La familia reprochó a las autoridades que no hicieran nada después de que reportaron la desaparición de los tres jóvenes, pese a que se les dio toda la información para buscarlos.

“Aquí salimos y no sabemos si vamos a regresar a la casa, es una impotencia, una tristeza tremenda, porque nos sentimos solos, no nos escucha ninguna autoridad. Al alcalde, desde que ganó, no lo vemos en la presidencia nunca”, lamentó una mujer que participó en la manifestación.

Fuente: Proceso

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