Presidente de Ecuador rompe diálogo con indígenas

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El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, rompió ayer el diálogo con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), luego de un enfrentamiento entre manifestantes y militares que dejó un fallecido y 12 uniformados heridos, y anunció que “no volveremos a sentarnos a dialogar” con Leonidas Iza, líder de la mayor organización indígena del país.

En respuesta, la Conaie acusó a Lasso de “autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad” y dijo que deberá responder por “las consecuencias de su política belicista.

“Exigimos respeto para nuestro máximo líder, Lasso no rompe con Leonidas, rompe con el pueblo”, tuiteó la Conaie, que convocó al paro nacional en demanda de la reducción de combustibles, más presupuesto para la educación y la salud y la fijación de precios de productos agropecuarios, desde el pasado día 13.

En tanto, la Asamblea Nacional rechazó anoche revocar el mandato del presidente Lasso, después de que la iniciativa promovida por Unión por la Esperanza, liderado por el ex presidente Rafael Correa, obtuvo sólo 80 de los 92 votos que eran necesarios. El cuerpo legislativo cuenta con 37 integrantes.

Minutos después Lasso tuiteó: “Defendimos la democracia y ahora debemos recuperar la paz. Pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país. Queda en evidencia quienes trabajan para las mafias políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador”.

En la mañana, y en cadena nacional, Lasso dijo que su gobierno no se puede sentar a dialogar “con quienes pretenden secuestrar la paz de los ecuatorianos”. Aseveró que Iza sólo defiende “sus intereses políticos”.

“No vamos a negociar con quienes mantienen a Ecuador como rehén”. Aseguró que regresará a la mesa de negociación cuando “se cuente con legítimos representantes de todos los pueblos y nacionalidades del Ecuador”.

Relató que en la madrugada un convoy que custodiaba combustible “fue atacado por cien violentos (…) con “lanzas y armas de fuego” en Shushufindi, en la Amazonia. Un sargento falleció y 12 resultaron heridos, incluidos cinco policías.

“Fue un ataque brutal (…) Pero ¿cómo podemos saber si realmente salió o no salió de los manifestantes?”, preguntó Iza, al comentar las afirmaciones del mandatario.

Estaba previsto que ayer se reanudaría el diálogo entre la delegación encabezada por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, y la Conaie y más organizaciones que se sumaron al paro, pero tras el anuncio presidencial la representación oficial no acudió.

La dirigencia indígena calificó de contradicción que el Ejecutivo llame al diálogo y no acuda a la mesa, informó el diario local El Comercio.

Centenares vuelven a las calles de Quito

Mientras, centenares de indígenas volvieron a volcarse a las calles en Quito. A su paso los comercios cerraban, y de nuevo hubo contraprotestas en zonas acomodadas de la capital, con filas de automóviles de lujo, y banderas blancas.

El paro se ha caracterizado por manifestaciones y cierres de vías, lo que ha provocado desabastecimiento de alimentos y combustible. En la ciudad de Cuenca, 310 kilómetros al sur de la capital, estaba por terminarse el oxígeno hospitalario, especialmente en el nosocomio regional Vicente Corral Moscoso, que atiende a pacientes de varias provincias del sur del país, según las autoridades.

Aseguraron que la reserva de ese producto pasó de mil kilogramos el lunes a 500 kilogramos en ese hospital.

La dotación de oxígeno no llega debido a las protestas que mantienen literalmente sitiada a esa ciudad, donde también hay escasez de alimentos.

Acosado también por un debate en curso de destitución en el Congreso, Lasso cede a cuentagotas ante los reclamos de los manifestantes, que los consideran insuficientes.

Redujo los precios de los combustibles, aunque no en la proporción que pedían los manifestantes; concedió una moratoria de deudas hasta por 3 mil dólares para los campesinos y levantó el estado de excepción, bajo el cual los militares salieron de los cuarteles en seis de las 24 provincias del país y se impuso un toque de queda en Quito.

El país, cuya dolarizada economía empezaba a recuperarse de los efectos de la pandemia, pierde unos 50 millones de dólares diarios por las crisis, según cifras oficiales. Al margen de los enfrentamientos, las protestas dejaban cinco manifestantes fallecidos, más de 500 lesionados, entre uniformados y civiles, y aproximadamente 150 detenidos, según diversas fuentes.

(Afp, Ap y Reuters)

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