Al conceder al presidente de Uruguay, José Mujica la condecoración del Águila Azteca en grado de collar, el presidente Enrique Peña Nieto ubicó al mandatario sudamericano como un gran estadista y líder social por “su admirable forma de entender y hacer política, su experiencia y filosofía de vida”.
Mujica es reconocido mundialmente por haber promovido la legalización de la mariguana en Uruguay.
En una ceremonia a la cual fueron convocados intelectuales, artistas, diplomáticos y personajes de la política tanto de México como de Uruguay y de Cuba, país anfitrión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el mandatario mexicano impuso la presea al líder de la izquierda de su país.
Fueron alrededor de un centenar los invitados. Entre ellos se encontraban el hijo del líder de la revolución cubana, Fidel Castro Díaz-Balart, el historiador y responsable de la reconstrucción del centro histórico de La Habana, Eusebio Lea y el escritor Leonardo Padura, así como el músico, Leo Brouwer, entre otros.
Para agradecer la distinción, el presidente Mujica inició con su clásico humor ácido: “Cuando empiezan estas cosas (los homenajes) es que te falta poco…”
Luego hizo un amplio reconocimiento a la condición solidaria de México al ser el país donde muchos de sus compatriotas y otros de numerosas naciones, perseguidos por razones políticas fueron recibidos.
Mujica consideró el otorgamiento de la medalla como “un regalo para mi pueblo” e hizo una amplia disertación sobre la condición del hombre actual que al mismo como nunca antes hoy tiene todo para erradicar la pobreza y el hambre, nunca acumuló tanto conocimiento, pero al mismo tiempo “nunca antes había habido tanta gente infeliz en la soledad multitudinaria de las grandes metrópolis”.
Luego del almuerzo, el presidente Enrique Peña Nieto se incorporará a la sesión plenaria vespertina de la CELAC, donde tiene prevista una intervención ante los mandatarios reunidos aquí.
Fuente: La Jornada
