Panamá comenzó el martes a repatriar inmigrantes indocumentados en vuelos patrocinados por Estados Unidos.
Esta decisión se tomó menos de dos meses después de que asumiera el cargo el nuevo presidente del país, José Raúl Mulino.
La campaña presidencial de Mulino incluyó la promesa de “cerrar” el Tapón del Darién, una peligrosa franja de selva por la que pasaron más de medio millón de migrantes el año pasado en su camino a Estados Unidos desde Sudamérica.
La administración de Joe Biden sostiene que se ha comprometido a pagar los vuelos de repatriación como parte de sus esfuerzos para frenar la migración ilegal a Estados Unidos.
Un grupo de 29 colombianos con antecedentes penales fueron los primeros en ser deportados el martes.
Según el acuerdo firmado por el ministro de Asuntos Exteriores de Panamá y el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, Washington destinó 6 millones de dólares para ayudar a Panamá a financiar equipos, transporte y logística para “eliminar a los extranjeros que ‘no tienen derecho a hacerlo'”. una razón para quedarse” en este país centroamericano.
La inmigración es un tema clave en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, y el flujo de migrantes hacia la frontera con México está siendo monitoreado de cerca.