Por Pineda Jaimes
¿Hacia dónde va el futbol?
Después de ver el Rusia-Arabia Saudita, creo que la FIFA debe estar preocupada. El negocio se puede venir abajo.
Lo de ayer fue algo así como cuando al mago le descubren el truco para sacar de la chistera al conejo.
Y algo tendrán que hacer, pues de lo contrario se congelará la gallina de los huevos de oro.
Son tantos los controles que la FIFA está imponiendo para que el negocio salga redondo y siempre lleguen a la final Alemania, Brasil o Argentina y que el país sede pueda avanzar lo más que se pueda y que de vez en cuando se cuele uno que otro despistado, parece que ha entrado en crisis, pues cada vez se descubre más el truco. Entonces, la magia del futbol desaparece. Y no hay mayor desencanto en la vida que el engaño.
Y por lo que estamos viendo, lo que viene es terrorífico: un Mundial con ¡48 equipos! Eso es lo que veremos en ese esperpento que será el encuentro de 2026 que dicho sea de paso de quién será: ¿de México, de Estados Unidos o de Canadá? No hay mucho qué pensar. El truco está a la vista. 60 partidos para los estadunidenses y 10 para México y otros tantos para Canadá.
Me temo que al paso que va la FIFA tendremos por primera vez un Mundial de categorías y divisiones. Las potencias agrupadas en algo así como la Primera División o Liga Premier que atraigan las multitudes a los estadios; después una especie de Liga de Ascenso donde siempre tendremos un lugar privilegiado y la tercera división, donde estarán casi todos los países de Centroamérica y los de Asia y Oceanía.
Son tantos países que será imposible a uno solo poder organizarlo, así que debemos comenzar a acostumbrarnos a ver lo que se avecina: Mundiales compartidos y en categorías. El país más poderoso económicamente con los mejores partidos y la mejor rebanada del pastel y los otros a conformarse con las migajas. Por tanto, creo que se avecina un Darwinismo futbolístico donde solo sobrevivirán los más fuertes.
Así que disfrute lo que me temo será el último Mundial donde razonablemente podremos pensar que Fortuna, aquella diosa romana será invitada para que ruede el balón porque en adelante se dará paso a la entrada triunfal de Mammon, al que quién sabe si le guste el futbol.
Y no es albur, que conste.
Buen día y buena suerte.