El secretario de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, falleció la madrugada de este sábado a la edad de años 62 años en la Ciudad de México. El embajador, promotor cultural y abogado se encontraba internado en el Hospital Central Militar de acuerdo con un comunicado difundido el jueves en el que no se precisó cuánto tiempo llevaba en el nosocomio ni las causas de su padecimiento. Los restos del historiador serán llevados al panteón francés hoy partir de las 11, informó la dependencia.
Promotor de la creación de la Secretaría de Cultura federal fue también representante de México en Francia e Italia, labor desde donde gestionó gestionó la magna exposición Miguel Angel Buonarroti. Un artista entre dos mundos y Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza que se presentaron en el Palacio de Bellas Artes.
En las últimas semanas su estado de salud generó numerosas preguntas por su ausencia en actividades clave como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El secretario de Salud, José Narro, justificó en la capital tapatía la ausencia del titular de la Secretaría de Cultura aduciendo “asuntos personales”.
Ensayista y novelista entre sus últimas apariciones públicas están las del 19 de octubre y el 1 de noviembre: en octubre anunció la exposición de arte mexicano Pinta la Revolución: Modernismo mexicano 1910-1950, con obra de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, María Izquierdo y Frida Kahlo, que se presenta en el Museo de Arte de Filadelfia y podrá visitarse en febrero próximo en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Mientras que el pasado 1 de noviembre, el secretario asistió a Primera Sesión Extraordinaria del Comité para la Conmemoración del Centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al lado del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Dicho comité es el responsable de organizar las actividades para conmemorar los cien años de la promulgación de la Carta Magna.
Rafael Tovar y de Teresa nació el 6 de abril de 1954 en la Ciudad de México y cursó la licenciatura en derecho en la Universidad Autónoma Metropolitana. En París estudió en la Universidad de la Sorbona y la Escuela de Ciencias Políticas.
Entre 1972 y 1973 se desempeñó como crítico musical en el suplemento cultural del periódico Novedades. Entre 1974 y 1976 fue jefe de Relaciones Culturales de la Secretaría de Hacienda y después asesor de la Dirección General del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de 1976 a 1978.
Su carrera como diplomático inició en 1979 como Director General de Asuntos Culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y continuó como Ministro de la Embajada de México en Francia y asesor del Secretario de Relaciones Exteriores.
En 1989 fue coordinador de Asuntos Jurídicos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y coordinador de Asuntos Internacionales de esa dependencia. Ya en 1991 estuvo al frente del INBA. De 1992 al 2000 presidió el Conaculta para luego ser nombrado embajador de México en Italia.
Regresó al Conaculta entre 2012 y 2015, hasta que se anunció la creación de la Secretaría de Cultura, de la que fue nombrado titular por el presidente Enrique Peña Nieto. El 2 de septiembre de 2015, en una conferencia de prensa tras el anuncio de la creación de la secretaría durante el tercer informe presidencial, Tovar y de Teresa señaló que esa institución tendría como objetivos la preservación del patrimonio cultural, los temas de educación artística, fomento del libro y la lectura, temas de cine, de culturas populares, la proyección internacional, la integración de una agenda digital cultural, aprovechamiento de la infraestructura, animación cultural y aprovechar el talento de los artistas.
En ese momento subrayó que lo más importante es “articular una política cultural que se convierta en una política pública y una política de Estado: pública porque la cultura tiene que ver con la política exterior e interior, con las secretarías de Comercio, Hacienda y Turismo.
“De Estado para que permita crear los mecanismos para mantener en el tiempo ciertas políticas, es decir, ciertas orientaciones que permitan conservar nuestro patrimonio cultural, nuestra herencia traducida desde inmuebles hasta iglesias o palacios virreinales, del siglo XIX o del XXI y que, más allá de la coyuntura de qué partido o de quién gobierna, es una política que permite garantizar la continuidad cultural del país”.
Como escritor y ensayista publicó Modernización y política cultural (FCE), Paraíso es tu memoria (Alfaguara), El último brindis de don Porfirio (Taurus) y De la paz al olvido. Porfirio Díaz y el final de un mundo (Taurus).
Fuente: La Jornada