Los aguacates

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Por Misael Máynez

En una ocasión acudió un regiomontano a comprar una tina para su baño y después de negociar el precio pactaron que la enviarían a su domicilio en los siguientes días. Él esperó por unos días y nada, no la recibía. Con el fin de ahorrar en la vuelta decidió enviar un telegrama, pero como el cobro es por palabra únicamente les envía “i”. Pasa la siguiente semana y tampoco; decide ir a la tienda y les reclama la tardanza, incluso les envié un telegrama, comenta airado. A lo que el empleado le dice, no le entendimos solo puso una “i”. ¡Por eso! y la-tina.

En estos momentos estamos como el regiomontano, no queremos gastar en ir por lo nuestro y enviamos mensajes cortos que no se captan con la claridad debida. Déjeme explicarme con dos ejemplos para que sepa a que me refiero.

Primero, se acaba de estrenar el nuevo presidente interino nacional del PRI, Enrique Ochoa, para que termine el periodo al que había sido electo Manlio Fabio Beltrones y en su discurso retomó la necesidad urgente de modificar el actuar del partido y sacudirse la sombra que obscurece el panorama para las elecciones de 2017 y 2018, la carga de gobiernos emanados del PRI que muestran una gran voracidad por sus ejecutivos, falta de cercanía con la gente y preguntas por doquier e inconformidades extenuantes.

Parece un buen mensaje, pero cómo entender la búsqueda de la renovación cuando el método por el cual es designado es más que histórico, aberrante y contrario a la necesidad que esgrime. Dígame usted cómo es que los mexicanos debemos entender un discurso de modernidad emanado de un hecho arcaico y basado en los cánones políticos del siglo XIX; ¿no estamos a caso en el siglo XXI? Igual y sólo son dos equis y un palito, que importa el orden, dirán quienes analicen los tiempos.

¿Por qué habríamos de conformarnos con esa forma de hacer política? ¿No hay acaso otra forma de definir dirigentes de los partidos? ¿no les dará para entender que en este tiempo de la historia mexicana la sociedad reclama debate, confrontar ideas y asegurar que quien llegue a una posición sea por mérito y no por su grupo o padrino político? Con ese sistema de elección del presidente nacional y que se duplicará en los comités estatales y municipales le adelanto que el proceso de 2018 para sustituir a Enrique Peña Nieto será ganado por alguien ajeno al PRI.

No han querido entender, o bueno, no quieren compartir el poder la cúpula enquistada y eso les va a costar otras derrotas; el tiempo me dará la razón. Sólo mandaron mensajes cifrados muy cortos, creo que peores al regiomontano.

Segundo, hace días el banco central decidió subir la tasa de interés para contrarrestar el efecto BREXIT y que México sea atractivo a la inversión. Ese ajuste en la tasa solo es otra medida corta y cifrada, ajustada a lo más ortodoxo de la política económica. Parece que el banco central o el gobierno mexicano en su conjunto tiene obstruida la vía de la innovación económica.

¿Será acaso que el Banco de México y la SHCP no han revisado los diagnósticos del banco mundial, OCDE, foro mundial de Davos, Suiza, la CEPAL y otros organismos más que hacen hincapié en modificar el marco regulatorio?

El pronóstico de crecimiento del PIB personal es de 1.8% y lo he sostenido en distintos medios. ¿cómo podríamos crecer más? Diagnósticos sobre el impacto en el crecimiento por abatir la corrupción abundan ¿y ha visto alguna acción contundente? Yo sigo viendo muy sonriente a Romero Deschamps en el senado.
Se ha demostrado también el mayor crecimiento al flexibilizar el funcionamiento de las empresas en materia fiscal y no hay avance en ese sentido.

En fin, nos conformamos con muestras muy simples del sentir generalizado. Debemos ir por más y con mayor contundencia.

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