Libre, papá de niña que clamó al Papa

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Liberan al padre de la niña que pidió al Papa interceder ante Obama para frenar deportaciones. Mario Vargas salió libre bajo fianza. La menor se convirtió en un símbolo y no cabe de felicidad ante tal noticia. Espera que sea una realidad la reforma migratoria. Migrantes invitarán al Santo Padre a venir a EU.

Desde antes de que la niña Jersey Vargas fuera a su cita con el Papa Francisco ya tenía conocimiento de que su padre podrá ser liberado de una cárcel de inmigración de un momento a otro. “Y ahora ¿qué voy a decir a los medios?”, indicaba jocosa, porque así perdía argumentos que la convirtieron en un símbolo contra las deportaciones.

Y ayer se hizo realidad ese anhelo: su padre no será deportado y salió libre mediante una fianza de cinco mil dólares.

Así culminaba un episodio del drama de los padres indocumentados ausentes con familias viviendo en EE.UU. y aún más: con hijos nacidos en territorio estadounidense.

En esa situación se encuentran 5 millones de menores. Unos ya no tienen a sus padres a su lado y otros aguardan la deportación o viven en las sombras el temor de ser detenidos por carecer de documentos migratorios.

Jersey pidió el miércoles pasado al Papa Francisco interceder ante el presidente estadounidense Barack Obama –con quien el pontífice se reunió al día siguiente– para que frene las deportaciones. Ayer, la niña recibió la noticia de la liberación de su padre, un originario del estado de Hidalgo.

“Yo estoy muy feliz porque ya voy a tener a mi papá, pero no lo creo hasta que no lo tenga conmigo. Lo creo, pero lo quiero ver de verdad”, dijo Jersey Vargas, de diez años, al conocer la noticia ayer por la tarde.

Entrevistada en la Plaza de San Pedro, Jersey aseguró con inocencia sentirse “como un líder” porque finalmente pudo hacer “una diferencia en el mundo”.

El mexicano Marío Vargas salió ayer por la noche de un centro de detenciones en Luisiana, tras pagar una fianza de cinco mil dólares.

Jeersey u su familia se unieron a la causa de las familias rotas y participaron en conferencias de prensa, en marchas. La niña, sola estuvo en marchas, la última el 22 de febrero, en el centro de Los Angeles.

Jersey se dijo esperanzada en la aprobación de una reforma migratoria en Estados Unidos luego de que Jorge Mario Bergoglio la escuchó el pasado miércoles durante su audiencia pública.

Hablé con el papa Francisco y le dije por favor que pare las deportaciones, ayer (jueves) se encontró con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estoy muy feliz porque por fin ya hablaron de la reforma migratoria”, indicó.

Jersey es la tercera de cinco hermanos del matrimonio entre Marío y Lola Vargas. Ella y otros dos de sus hermanos son ciudadanos estadunidenses, mientras los otros dos tienen permisos temporales.

Sus padres llevan 14 años residiendo en el país. Desde hace más de uno el padre se encontraba en una cárcel y su deportación era inminente. La madre sostiene económicamente a la familia, que reside en la localidad de Panorama City, vendiendo tamales.

Desde hace meses su padre se fue a buscar trabajo a Tennessee, pero allí fue detenido por la policía manejando sin licencia.

“Me acuerdo que cuando comíamos había un lugar vacío donde mi papá siempre se sentaba y en la casa se sentía un vacío. Cada domingo mi mamá hacía tamales, limpiaba los pasillos de nuestro departamento, limpiaba casas y hacía peinados, también cuidaba niños”, señaló.

“Le voy a decir que lo quiero mucho y que ya nunca me voy a separar de él. Le agradezco mucho al papa Francisco porque me escuchó y también lo invito a que venga a California para que conozca a los niños que le escribieron las cartas”, apuntó.

La niña se refería a las mil 500 cartas que una delegación de hispanos le entregó al Pontífice el miércoles pasado, durante la audiencia rutinaria.

Por su parte, Juan José Gutiérrez, coordinador de la Coalición Derechos Plenos para los Migrantes, aseguró que las organizaciones de migrantes invitarán formalmente a Bergoglio a visitar California y la Arquidiócesis de Los Ángeles, donde la mayoría de los feligreses son latinoamericanos.

Creemos que con el alto grado de compromiso demostrado por el Papa con la reforma migratoria, le va a interesar mucho ir. Él puede ser nuestro mejor aliado y el de Barack Obama para desatorar la reforma migratoria”, apuntó.

Mientras tanto, el máximo jerarca católico acudió ayer a uno de los confesionarios de la Basílica de San Pedro del Vaticano para confesarse de rodillas durante el Rito de la Reconciliación que ha oficiado en el templo, previo al cuarto domingo de Cuaresma.

El papa argentino descendió del altar de la Basílica de San Pedro, bajo el baldaquino barroco, y, tras quitarse la capa pluvial morada, símbolo de preparación cuaresmal, acudió a uno de los confesionarios de la nave central, ante el que se arrodilló.

Fuente: La Educación vía Revolución 3.0

 

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