La Procuraduría General de la República también acusó por el delito de delincuencia organizada a Elba Esther Gordillo Morales, Isaías Gallardo Chávez y José Manuel Díaz Flores, éstos últimos personajes que sirvieron de enlace para transferir más de 2 mil 600 millones de pesos de cuentas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a cuentas de Elba Esther Gordillo y al pago de tarjetas de crédito de cadenas comerciales de lujo en Estados Unidos, así como para el pago de cirugías estéticas.
El Juzgado Sexto de Distrito con sede en la Ciudad de México dio a conocer que a la lideresa del SNTE y sus coacusados se les imputa haber violado la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, prevista y sancionada en el artículo 2, fracción i, que a la letra señala “Cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada”.
Asimismo se les imputa operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto en el artículo 400 bis del Código Penal Federal. Las acusaciones formuladas contra la líder magisterial y sus coacusados no tiene derecho a la libertad bajo fianza y en caso de que les dictara el auto de formal prisión, continuarían su proceso penal encarcelados.
El plazo que el juez sexto de distrito, Alejandro Caballerro Vertiz, tiene para resolver la situación jurídica de Elba Esther Gordillo, Isaías Gallardo Chávez y José Manuel es de 72 horas, in sin embargo, este plazo podría prorrogarse hasta a 144 horas, (seis días) en caso de que la defensa de los inculpados solicite la duplicidad del plazo para poder presentar pruebas de descargo.
Elba Esther Gordillo Morales fue detenida ayer en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Toluca, cuando regresaba de un viaja a San Diego, California, Estados Unidos, y luego de varias horas fue internada en el penal femenil de Santa Martha Acatitla, en donde quedó a disposición del juez
Fuente: La Jornada
