La nefasta trayectoria del presidente del INE.

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Por Francisco Javier Pizarro Chávez

A escasos 5 meses de su retiro, el presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova Vianello, sin recato alguno, se opone a reestructurar el sistema electoral  de la democracia participativa, en curso de una modificación constitucional promulgada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para que el INE vigente “ya no esté en manos de la oligarquía antidemocrática, corrupta, que por conducto de los partidos nombraba a los consejeros del instituto; gente sin principios, sin vocación democrática, y nombraban también a los magistrados del Tribunal Electoral”.

Dejó en claro que nadie va a desaparecer al INE; lo que se pretende, agregó el presidente, es “reducir las prerrogativas partidistas, adelgazar el Congreso; elegir a los consejeros y magistrados; desaparecer los institutos electorales estatales y transformar el INE, en un Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC).

Tiene razón. El INE no respeta los principios constitucionales de Imparcialidad, Independencia, Objetividad y Certeza. Tan es así que el consejero presidente Lorenzo Córdova, difundió que el INE interpondrá en los próximos días una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por “entrometerse” en sus funciones, en especial, sobre la aprobación de la reforma en materia electoral.

La CNDH exhortó al Congreso de la Unión aprobar una reforma en materia electoral que “transforme al INE”, debido a que su actuar ha vulnerado la política en el país. 

Ah, pero eso sí, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama que ahora se proclaman “paladines de la democracia”. Se les olvida que hicieron caso omiso del fraude electoral de 2012 de Enrique Peña Nieto mediante la compra de votos y voluntades que rebasó los topes de gastos de campañas por 14 veces, con la famosos tarjetas Monex y de la Soriana y de otros Bancos como Bancomer y Banamex, las cuales aportaron 2 mil 294 millones de pesos al proceso electoral de los priistas.

Para lavarse la cara el INE “descubrió” que la empresa “Logística Estrategia Asismex” también manejó en esa elección presidencial mil 400 millones de pesos, sin reportar un solo peso a las autoridades electorales y hacendarias. Para “taparle el ojo al macho”, el INE se limitó a sancionar al PRI por no “reportar 16 millones de pesos”, de ese ficticio y grotesco episodio.

En el proceso electoral federal de 2021, Lorenzo Córdova se dio a la tarea de fiscalizar los recursos de ingresos y egresos del partido Morena y sus aliados, que utilizó para impedir sus candidaturas y evitar que ganaran la elección, a diferencia de los partidos de derecha (PRI y PAN) a los que no les “toco ni un pelo”.

El titular de del INE –eso sí– fue a comparecer en la Cámara de Diputados, que era “necesario incrementar su presupuesto para financiar” la Consulta de la Revocación de Mandato” que, según su fiel Murayama, avisó que estaba en riesgo y podían ser cancelados.

El muy cínico promovió incluso “cancelar el ejercicio de la democracia participativa” de los ciudadanos, con el argumento de que no cuenta el INE con dinero suficiente, por lo que iban a apelar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), una controversia constitucional a la Cámara de Diputados, e incluso amenazó con el apoyo de los legisladores blanquiazules, tricolores y del Movimiento Ciudadano boicotear la Reforma de la energía eléctrica que postulo el presidente de la República.

El diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, le hizo frente en la Cámara de Diputados; le cuestionó a Lorenzo Córdova y su compinche Murayama, que perciben 300 mil pesos mensuales, sueldo tres veces mayor que el del Presiente de la República.

Y no sólo eso. Dijo a la par, que Córdova debería renunciar por “su actitud racista, clasista y majadera” y ser sometido a juicio político por la a grotesca burla telefónica de una conversación que sostuvo con indígenas, que le solicitaron que les abonara acudir a sus casillas electorales en sus regiones.

El presidente del INE, sabe que su padre Arnoldo Córdova fue legislador de la Izquierda de la Cámara de Diputados y se sumó a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en 2011, el cual fue su alumno, y posteriormente, se integró a Morena, justo cuando su hijo Lorenzo Córdova fue designado presidente del Consejo General del INE, el 15 de diciembre de ese año, con el voto mayoritario del PRI y el PAN.

Vaya lo que es el destino. Su padre, Arnoldo Córdova, fue un extraordinario académico del Derecho y Ciencias Políticas que generó obras trascendentales de la historia política contemporánea. Falleció el 30 de junio de 2014.

Estoy convencido que, si su padre “viviera”, estaría en desacuerdo del “Paladín democrático” de su hijo, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4ta Transformación.

Veremos y diremos si Lorenzo Córdova sigue desdeñando la trayectoria política y conciencia social de su padre y preservando su ambición del poder y el dinero.

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