La crisis mundial en ciernes

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Por Francisco Javier Pizarro Chávez.

Estamos en un grave conflicto de la humanidad, ya no solo de la pandemia del Covid, sino de una aguda disputa por la hegemonía del sistema económico y financiero neoliberal, que puede devenir, incluso, en una confrontación de la tercera guerra mundial.

Ejemplo de ello, es el conflicto bélico de luces y sombras que se ha generado entre Rusia y Ucrania, pero también entre Estados Unidos y Cuba, Venezuela, Bolivia; Israel y Arabia, Europa y Asia.

En síntesis. Estamos entrando en una época desafiante con “el desarrollo espeluznante de las empresas trasnacionaales, que actualmente son dos tercios del comercio mundial y que tienen un peso creciente en las decisiones políticas. Porque toda concentración económica significa, a la postre, influencia política determinante”, como bien lo señala el ex vicepresidente de Uruguay, José Mujica, el cual agrega;

“El otro signo de nuestra época es la creciente desigualdad que comienza con las reformas fiscales conservadoras de la década de los 80 y que en términos redondos significó prácticamente la mitad de lo que se pagaba entre 1932 y1980. El alivio fiscal impulsado por el gran capital, empujó en forma espeluznante la concentración de la riqueza. La empresa trasnacional creó el basamento de este mundo globalizado y necesita que se tomen medidas a su favor”.

Nuestro país, no es ajeno a ese contexto neoliberal. Como es de dominio público, las grandes empresas trasnacionales provenientes de Estados Unidos, España, Canadá y China y los neoliberales de Va por México se oponen con el apoyo de los legisladores del PAN el PRI y el PRD, en contra de las reformas constitucionales energéticas, e hidrocarburos y el litio que el presidente de la República ha impulsado con la 4T.

En respuesta a ello, López Obrador ha propuesto reestructurar la falaz “democracia representativa” del INE con la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) que sería la única autoridad administrativa electoral del país, cuyas “Órganos Públicos Locales” (OPLES) lleven a cabo los ejercicios de la democracia directa que prevén la Constitución y las Leyes.

Dicho en lenguaje llano. El eje fundamental de la 4ta Transformación es, por donde quiere que se evalúe, la democracia participativa, mediante la cual se logrará fortalecer el poder del Estado, abolir la pobreza, recuperar la dignidad de los trabajadores y sus salarios, consolidar la educación y la cultura, las políticas sociales, combatir la corrupción y la impunidad prevaleciente durante todo el período neoliberal vigente, que se opone sin recato alguno, en contra de las política de Bienestar Social de la población; la Constitución de los mexicanos y la soberanía del país.

Veremos y diremos, si los “morenistas” se abocan a fondo de la democracia participativa. La 4ta Transformación inició gracias a la “revolución de las conciencias” que promovió AMLO. Forma parte de una gran oleada progresista no solo en México, sino en toda Latinoamérica, ya que se ocupa de temas que son cruciales para el futuro de la humanidad.

Como bien lo señala Rafael Barajas: Morena está obligada a “hacer una reflexión rigurosa acerca de los retos que enfrenta el mundo tras la barbarie neoliberal”.

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