La batalla por el control del Congreso hondureño

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La izquierdista presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, anunció anoche la expulsión de su partido de 20 diputados que se opusieron al candidato que ella había nominado para presidir el Congreso.

“Por aclamación de manera unánime resolvemos y aprobamos, de forma extraordinaria, declarar la expulsión definitiva de los diputados” disidentes, afirmó Castro luego de una reunión de urgencia de su partido convocada tras el revés sufrido en el Congreso el cual será presidido por un opositor, propuesto y aceptado por los diputados que pertenecían a la alianza Libre de la mandataria electa, pero que expresaron su cambio de postura desde el pasado jueves.

El Congreso de Honduras inauguró ayer sus labores legislativas 2022-2026 con la elección de su directorio provisional en un episodio de golpes, gritos y empujones desatado por la rebelión de un grupo de diputados del partido de la presidenta electa, Xiomara Castro.

La trifulca comenzó luego de que el ministro de Gobernación, Leonel Ayala, abriera la sesión y 20 parlamentarios del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) propusieron como presidente provisional a Jorge Cálix, violando un pacto con la fuerza política aliada.

Ayala llamó a Cálix, uno de los disidentes, a subir a la mesa de la directiva y le tomó juramento. En medio de gritos de “traidores” y “Xiomara”, siete legisladores leales a Castro subieron a agredir a Cálix y lo obligaron a huir.

El diputado de Libre Rasel Tomé denunció que Ayala, del oficialista Partido Nacional (PN, derecha), “ilegalmente le cedió la palabra” al grupo de disidentes que “traicionaron el mandato que el pueblo dio a Xiomara Castro” en las elecciones.

Ayala señaló a una televisora local que la elección de Cálix “fue acompañada por 83 firmas”. Para la elección de la directiva del Congreso se requieren 65 escaños.

Con Cálix en la presidencia del Congreso, el Partido Nacional, habiendo sido derrotado en las urnas, “logra maniobrar y lograr el control del Congreso Nacional” indicó el analista y profesor de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa.

El dirigente de Libre, Gilberto Ríos, declaró que detrás de los 20 parlamentarios están “el crimen organizado, el poder financiero, el narcotráfico y los equipos que saquean los recursos del Estado”, que quieren frenar los proyectos de Castro contra la corrupción y la impunidad.

La crisis al interior de Libre estalló la noche del jueves, cuando Castro –quien ganó en las elecciones del 28 de noviembre al candidato del PN, Nasry Asfura– convocó a los 50 diputados de su partido con el fin de pedirles que apoyaran a Luis Redondo como presidente del Legislativo, pero 20 no asistieron.

“La ausencia de los 20 diputados es el augurio de una traición contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrocó la narcodictadura (…) al imponer un plan de la élite corrupta que dirige (el actual presidente) Juan Orlando Hernández”, declaró la presidenta electa tras la reunión del jueves.

Castro ganó las elecciones con la propuesta de impulsar transformaciones sociales que rescaten al país de la pobreza, la corrupción y el narcotráfico que infiltró las estructuras del Estado, lo que ha sido bien visto por Estados Unidos al favorecer su política antimigratoria.

La mandataria electa se impuso con una alianza entre Libre, coordinado por Manuel Zelaya –su esposo y ex presidente derrocado en 2009– y el Partido Salvador de Honduras (PSH), del ex candidato Salvador Nasralla. Uno de los compromisos de la alianza era nombrar a Nasralla vicepresidente y cederle la presidencia del Congreso. Nasralla propuso para ese cargo a Redondo.

El Congreso está integrado por 128 diputados: 50, de Libre; 10, del PSH; 44, del PN; 22, del Partido Liberal (PL, derecha), y dos de un par de partidos minoritarios.

La ventinena de diputados que se rebelaron violaron el acuerdo de Libre con Nasralla al desconocer a Redondo y proponer a Cálix para que así la oposición controle el Congreso.

Castro acusó a los disidentes de “traicionar el acuerdo constitucional” y “hacer alianzas con los representantes del crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico” del PN, subrayó.

“Procede expulsión de quienes traicionaron (…) el proyecto de refundación de nuestra patria” prometido por Castro, publicó Zelaya en un tuit.

Junto con otros funcionarios, como el presidente del Congreso, Castro tomará protesta como presidenta el 27 de enero en una ceremonia a la que asistirán autoridades de varios países, como la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. El Congreso debe tomar posesión el próximo 25 de enero con una directiva definitiva nombrada dos días antes.

Fuente: AFP

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