Juan Pablo II y Juan XXIII han sido canonizados en la ceremonia presidida por el papa Francisco que ha congregado a más de 800.000 peregrinos tanto en el Vaticano como en varios puntos de Roma.
Se ha tratado de un momento histórico, al ser la primera vez que dos papas son canonizados a la vez, al que ha asistido también el papa Benedicto XVI, predecesor del papa Francisco y cuya presencia había permanecido en duda dada su delicada salud.
También han asistido más de 90 delegaciones oficiales, incluyendo más de una veintena de jefes de estado, además de representantes de otros credos religiosos como el musulmán o el judío, corroborando la singularidad del acto y de sus dos protagonistas.
Baja la atenta mirada de los presentes tuvo lugar el momento esperado, en el que el cardenal Angelo Amato hacía las tres peticiones, “con gran fuerza”, “con mayor fuerza” y “con grandísima fuerza”, a lo que el papa Francisco respondía con la lectura de la fórmula que ratifica la inclusión de ambos papas en el santoral.
Las reliquias de ambos santos ya han sido entregadas al Vaticano: Una ampolla de sangre en el caso de Juan Pablo II y una pedazo de piel desprendido durante la exhumación en el de Juan XXIII.
Se trató de dos papas bien distintos pero que marcaron la historia de la Iglesia a su manera.
Por un lado el papa Juan Pablo II, de gran popularidad y cercano, como demostró con sus innumerables viajes, y conservador, que no se salvó no obstante de las críticas, especialmente por desentenderse de los casos de abusos contra menores.
Por otro, Juan XXIII, del que se esperaba que fuese un papa de transición, pero que revoluciono la Iglesia con la celebración del Concilio Vaticano II, el más abierto y universal de la historia, que sirvió para renovar la institución.
Fuente: euronews
