Jeb Bush se dice ofendido por dichos racistas de Trump

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No es un hombre estúpido, está haciendo esto para atraer la atención, dice el aspirante presidencial sobre su contrincante. Otros cinco precandidatos republicanos a la Casa Blanca se han deslindado también sobre los comentarios del magnate contra los mexicanos

El aspirante republicano a la Casa Blanca, Jeb Bush dijo hoy sentirse personalmente ofendido por los comentarios de su rival en las primarias del partido, Donald Trump, sobre la migración irregular a EU.

De hecho, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; los ex gobernadores de Texas, Nueva York y Florida, Rick Perry, George Pataki y Jeb Bush, y los senadores por Carolina del Sur y Florida, Lindsay Graham y Marco Rubio, han calificado de “incorrectos”, “equivocados”, o “divisivos” los insultos de Trump a la comunidad migrante de origen mexicano o hacia México en general.

Bush, cuya esposa Columba es mexicana, se mostró indignado por las polémicas declaraciones de Trump, que el mes pasado lanzó duras críticas contra los migrantes procedentes de México y propuso levantar un “gran muro” entre los dos países.

“Este tipo de comentarios extraordinariamente feos no reflejan al partido republicano”, dijo Bush después de participar en un desfile por el Día de la Independencia de EU en el estado de Nuevo Hampshire, informó el diario The New York Times.

“(Trump) no es un hombre estúpido, así que no asumo que piense que todos los mexicanos que cruzan la frontera son violadores. Está haciendo esto para inflamar, incitar y atraer la atención, que parece ser el principio organizador de su campaña” a la presidencia, añadió el exgobernador de Florida.

Bush, favorito en las encuestas sobre la carrera republicana para las elecciones presidenciales de 2016, respondió afirmativamente a la pregunta de si se toma personalmente los comentarios de Trump dado que su esposa es mexicana.

“Si, por supuesto, absolutamente, y mucha otra gente” también se lo toma personalmente, indicó Bush.

El aspirante presidencial aseguró que la estrategia que va a triunfar en las primarias es la de ser “esperanzador y optimista” y no la de “estar enfadado todo el tiempo”, y consideró que Trump enarbola “una forma exagerada” de ese último enfoque.

El que fuera candidato republicano en las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2012, Mitt Romney, también expresó hoy su rechazo a los comentarios de Trump.

Durante un desfile con motivo del Día de la Independencia en Wolfeboro (Nuevo Hampshire) , Romney opinó que las declaraciones de Trump han hecho daño al partido republicano.

“Creo que (Trump) cometió un grave error al decir lo que dijo acerca de los mexicano-estadounidenses , aseguró Romney.

Trump defendió sus polémicos comentarios en una entrevista con la cadena de televisión Fox, y aseguró que no esperaba una reacción tan dura como la que se ha encontrado.

Otros republicanos se deslindan de Trump

En un intento por distanciarse de los comentarios tóxicos de Donald Trump y evitar que su discurso de odio contra los inmigrantes se vuelva en su contra, al menos seis aspirantes a la nominación presidencial por el Partido Republicano (PR) han decidido marcar distancias con el hombre que amenaza con arruinar sus planes para reconquistar el voto hispano e hipotecar durante varios años su respaldo.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; los ex gobernadores de Texas, Nueva York y Florida, Rick Perry, George Pataki y Jeb Bush, y los senadores por Carolina del Sur y Florida, Lindsay Graham y Marco Rubio, han calificado de “incorrectos”, “equivocados”, o “divisivos” los insultos de Trump a la comunidad migrante de origen mexicano o hacia México en general.

“Las declaraciones de Donald Trump son inapropiadas y no tienen lugar en la contienda del PR a la presidencia”, aseguró el contendiente que más recientemente hizo oficial su aspiración a la nominación presidencial, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, un hombre conocido por su carácter levantisco y su lenguaje directo.

El gesto de Christie animó ayer mismo a otros candidatos a hacer lo propio. “Creo que sus comentarios están mal. Y tal vez sea un buen tema a discutir cuando nos veamos frente a frente”, aseguró el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, en alusión a la esperada fase de debates en la que Trump tendrá que medirse con el resto de los aspirantes a la nominación presidencial.

El ex gobernador de Texas, Rick Perry, no se quedó atrás. “Creo que ha sido un tremendo error de su parte y además no refleja la visión de los republicanos sobre los mexicanos”, señaló Perry, quien no pocas veces se ha visto envuelto en medio de polémicas frente a su vecino del sur por sus declaraciones sobre la seguridad fronteriza.

Los dichos de Trump no tienen lugar en el PR”, insistió.

Pataki decidió ir más allá de la condena, con una iniciativa para recoger firmas a través de internet para tratar de “frenar” a Trump y su discurso de odio antiinmigrante.

“Hace cien años, cuando los inmigrantes irlandeses venían a América, mi abuela entre ellos, demasiado a menudo se les caracterizaba como ‘borrachos’. Unos años más tarde fueron los inmigrantes italianos, mi abuelo entre ellos, que fueron llamados ‘mafiosos’. Este tipo de retórica divisiva es simplemente incorrecta. Fue un error hace 100 años y sigue estando mal hoy”, señaló Pataki en la carta que sirve de presentación para recabar firmas.

“Que Donald Trump llame a los mexicanos criminales, violadores o traficantes es inaceptable”, dijo, al advertir que, aunque él está a favor de garantizar la seguridad fronteriza con México, también tiene muy claro que la inmensa mayoría de los mexicanos que han llegado a EU lo han hecho “para trabajar muy duro y para tratar de hacer realidad el sueño americano”.

En medio de este apurado desmarque, Lindsay Graham, senador por Carolina del Sur y uno de los ocho legisladores que impulsaron el último proyecto de reforma migratoria, consideró que, lamentablemente, las declaraciones del empresario reconvertido en político incendiario “dicen mucho más de él, que de las personas a las que ha querido insultar”.

A su vez, el senador por Florida, Marco Rubio aseguró que Estados Unidos “necesita de un presidente que una a sus ciudadanos y no que los divida” con comentarios “que no sólo son ofensivos, sino inexactos”.

En medio de este súbito cambio de actitud de algunos aspirantes a la nominación presidencial, la mayoría de los analistas observan la necesidad de evitar a toda costa el hundimiento del apoyo entre la base electoral hispana, en franco declive desde las presidenciales en 2004, cuando George W. Bush ganó con 40% del voto latino.

En 2012, el candidato republicano Mitt Romney fue incapaz de superar el 27% del voto hispano. Sus comentarios a favor de apurar la “autodeportación” de millones de indocumentados le valieron el abandono de los latinos.

La mayoría de los aspirantes se han dado cuenta de que Trump les está arruinando la estrategia para reetiquetar al próximo candidato a la Casa Blanca como un presidente incluyente.

“No esta siendo de mucha ayuda”, reconoció Reince Priebus, presidente del Comité Nacional del Partido Republicano, en alusión a la peligrosa intervención de los extremistas en la primera fase de las primarias, cuando los candidatos cortejan a la base más conservadora pero se olvidan y pierden al grueso del electorado que necesitarán en la recta final hacia la Casa Blanca. En este sentido, añadió, Trump se ha vuelto un serio problema para rehabilitar la imagen de los republicanos con los hispanos.

Fuente: EFE/ El Universal

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