En un mensaje a la ONU, el papa Francisco pidió a los gobiernos del mundo que redistribuyan la riqueza en favor de los más pobres, con un espíritu de generosidad, a fin de neutralizar la “economía de exclusión” prevaleciente.
Francisco habló el viernes en un mensaje ante los jefes de las principales agencias de la ONU, presidida por el secretario general Ban Ki-moon, que se reúnen esta semana en Roma.
El pontífice argentino ha fustigado con frecuencia las injusticias del capitalismo y el sistema económico global que margina a buena parte de la humanidad.
El viernes, el papa exhortó a Naciones Unidas a promover una “movilización ética” de solidaridad con los pobres y un nuevo espíritu de generosidad que apunte a las raíces de la pobreza y el hambre.
Agregó que una forma de progreso económico más equitativo puede lograrse por medio de “la redistribución legítima de los beneficios económicos del estado, como también la cooperación indispensable entre el sector privado y la sociedad civil”.
Francisco dirigió un mensaje similar en enero ante el Foro Económico Mundial y también en su exhortación apostólica “El gozo del Evangelio”. Ese documento provocó críticas en Estados Unidos de que tuviera inclinación marxista.
El papa ha negado ser marxista y pasó años en Argentina combatiendo los excesos de la teología de la liberación, pero ha dicho desde el primer día que desea una iglesia “pobre para los pobres” y que alcance hasta los sectores más marginales de la sociedad.
El viernes instó a la ONU a promover objetivos del desarrollo que atacan las causas de la pobreza y del hambre, proteger el ambiente y asegurar un trabajo digno para todos.
“Específicamente esto involucra desafiar toda forma de injusticia y resistir la economía de la exclusión, la cultura del derroche y la cultura de la muerte”, enfatizó.
Fuente: AP