Falta luz y ahora Texas no tiene agua potable

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.No sólo es falta de energía. También falta ya el agua potable a millones de personas en Texas. Y de acuerdo con The New York Times, esta crisis puede verse agravada este mismo jueves por una franja de mal tiempo que se extiende desde la frontera con México y hasta Nueva York. El Servicio Meteorológico Nacional dijo que una gran tormenta invernal traería lluvia helada, nieve y temperaturas “muy por debajo del promedio”.

La crisis que se ha apoderado del segundo estado más grande del país continuará, ya que millones de personas aún no tienen acceso al agua y muchas luchan por encontrar comida. Los pronósticos apuntan a que habrá temperaturas bajo cero hasta el sábado.

Hasta el miércoles, a los residentes de más de 100 de los 254 condados de Texas se les había dicho que pongan a hervir el agua potable ya que las plantas de tratamiento continúan sufriendo cortes de energía. Más de 12 millones de personas no tenían agua potable en sus hogares o tenían agua potable disponible sólo de forma intermitente.

“Los impactos en el agua y los alimentos por el clima invernal continúan, y esta noche habrá una fuerte helada, lo que podría causar impactos adicionales a la infraestructura”, escribió la juez Lina Hidalgo en Twitter el jueves.

“Es un golpe en el estómago para los tejanos que han recurrido a estufas, parrillas para asar carne, generadores de gasolina y sus vehículos para mantenerse calientes. Los días de clima glacial han dejado al menos 38 personas muertas en Estados Unidos, han hecho que muchas carreteras sean intransitables, interrumpido la distribución de vacunas y cubierto de nieve casi tres cuartas partes del territorio continental”, reporta el Times.

Ayer, el Gobernador texano Greg Abbott advirtió a los residentes que se preparen. “La mayor parte del estado estará bajo cero”, advirtió Abbott en una conferencia de prensa el miércoles. Agregó que un respiro de la ola de frío llegaría sólo el sábado. Es tal la tormenta que obligó a posponer un viaje planeado por el Presidente Joe Biden el jueves a una instalación de Pfizer en Michigan que produce la vacuna contra el coronavirus.

“Va a ser un desastre”, dijo Laura Pagano, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional, sobre la tormenta que se esperaba que se extendiera desde las llanuras hasta el Atlántico medio y el noreste. Se pronosticaron varias pulgadas de nieve y aguanieve para el área de Washington.

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Duke Energy advirtió a sus clientes en las Carolinas que podría haber un millón de cortes de energía en los próximos días, y el Gobernador de Maryland, Larry Hogan, dio una advertencia similar, diciéndoles a los residentes que mantengan sus teléfonos cargados y que se preparen para la nieve y el hielo que se avecinan.

Sin embargo, de forma generalizada Estados Unidos sufrirá tormentas mortales con más frecuencia, por lo que el país debe mejorar en su gestión de estos eventos, indicaron expertos el miércoles mientras Texas y otros estados lidiaban con tormentas invernales que superaron todas las previsiones de empresas de suministros básicos, gobiernos y millones de ciudadanos ateridos.

Las tormentas de esta semana -y las que están por llegar al este del país- encajan con un patrón de eventos extremos provocados por el cambio climático, y demuestran una vez más que las autoridades locales, estatales y federales no hicieron suficiente por prepararse para un clima más extremo y peligroso.

Al menos dos docenas de personas han muerto esta semana, algunas de ellas por incendios o intoxicación de monóxido de carbono cuando intentaban calentarse en sus casas. En Oklahoma City, una masa de aire ártico hizo caer las temperaturas de la capital del estado hasta los -25 grados Celsius (14 grados Fahrenheit).

“Esta es una clase de tormenta diferente”, dijo Kendra Clements, una de las personas en Oklahoma City que abrieron los edificios de sus empresas para cobijar a personas sin hogar, algunas de las cuales llegaron con signos de congelación, hipotermia y carámbanos en el pelo. La escena adelantaba lo que los proveedores de servicios sociales y gobiernos describieron como un aumento de las necesidades de los más vulnerables conforme empeoran el clima y los desastres naturales.

Otros estadounidenses se ven en situaciones de riesgo. Los sistemas de energía de toda clase fallaron en el frío extremo, incluidas centrales eléctricas de gas natural que se quedaron fuera de servicio y, en menor medida, turbinas eólicas que se congelaron y dejaron de funcionar. Más de 100 millones de personas viven en zonas bajo alertas, avisos o advertencias por clima invernal, y se espera que los apagones continúen durante días en algunas partes del país.

(SinEmbargo/ EFE/ AP)

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