Falla ley migratoria de republicanos

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Los republicanos de la Cámara de Representantes retiraron la legislación de John A. Boehner para dar respuesta a la creciente crisis de inmigración en la frontera de Estados Unidos y México en lugar de ser rechazada, en medio de una revuelta conservadora que sostenía que la propuesta de 659 millones de dólares no atendía a los problemas principales en la frontera.

Enfrentándose a una cierta derrota, Boehner (republicano de Ohio) retiró la legislación de ser puesta a consideración hoy por la tarde, de acuerdo con los lineamientos planteados por los consejeros de la directiva. Con más de 20 conservadores de la Cámara que manifestaron su oposición, Boehner no consiguió los votos suficientes de sus propias filas republicanas debido a que virtualmente todos los demócratas se opusieron a la legislación.

La resultante falta de acción pondrá fin a la sesión de verano del Congreso en un ya familiar fracaso legislativo, ahora que la Cámara y el Senado entrarán en un receso de cinco semanas y se preparan para las elecciones en otoño, donde los votantes muestran niveles récord de disgusto por el Congreso.

Con casi ningún apoyo demócrata, Boehner necesitaba conseguir los suficientes votos virtualmente en su totalidad dentro de su propia camarilla republicana, donde se enfrentó a un grupo de conservadores que trabajaron muy de cerca con el senador Ted Cruz (republicano de Texas) en planear su estrategia para anular la legislación y con el fin de adoptar una postura completamente conservadora.

Los demócratas culparon a Boehner por querer conseguir el voto conservador, el cual nunca se iba a materializar, luego que inicialmente había propuesto un robusto plan de 1.5 billones de dólares con el que era muy probable que consiguiera algunos votos demócratas. Pero en su lugar, cuando los conservadores se opusieron a la cantidad de dinero mencionada, los líderes del partido republicano redujeron el monto en un intento por conseguir el voto republicano al mismo tiempo que perdían por completo a los demócratas.

“El peor proyecto de ley, obtiene la mayor cantidad de votos por parte de los republicanos”, según dijo la líder minoritaria Nancy Pelosi (demócrata de California) en los últimos minutos del debate.

El retiro de la legislación marcó un vergonzoso fracaso en la primera prueba impuesta al nuevo equipo de liderazgo que asumió su cargo el jueves tras la renuncia del representante de Virginia, Eric Cantor como líder mayoritario.

Emergiendo de su oficina justo a un lado del pleno de la Cámara, luego que la decisión fuera anunciada, el presidente del Comité de Apropiaciones de la Cámara, Hal Rogers (republicano de Kentucky), dijo que estaba decepcionado al admitir que el apoyo a la legislación se diluyó rápidamente el jueves.

Tenemos una camarilla de posturas ampliamente discrepantes. En verdad nunca llegó a concretarse”, dijo, agregando que se esperaba que tan sólo “unos cuantos” demócratas ayudaran a que el proyecto de ley republicano fuera proclamado.

A pesar del contratiempo, Rogers intentó de inmediato esquivar toda atención y presión política y revertirla de vuelta hacia el presidente Obama.

“Creo que esto pondrá más presión al presidente para que actúe”, dijo Rogers. “En muchas maneras, fueron sus acciones e inacciones las que ocasionaron la crisis en la frontera, y nosotros intentamos con esta legislación ayudar a remediar dicha crisis. Él tiene la autoridad y el poder para resolver el problema de inmediato”.

Rogers dijo que Obama debe utilizar su poder “de manera responsable”. Cuando se le pidió que fuera específico sobre cuáles serían esos poderes, dijo: “Es ponerle un alto al influjo. Él puede hacer eso tan sólo con su palabra, anunciar que sus políticas que ha presentado con anterioridad han rescindido y que no va a dejar entrar a esta gente. Ser más enfático; no creo que sea una cuestión de dinero, en una cuestión de mandar el mensaje correcto”.

Horas antes durante el día, tras una reunión a puerta cerrada del Comité Nacional Republicano, los republicanos de alto rango habían expresado sentirse confiados de que la propuesta de Boehner sería aprobada.

Mostrando un pulgar alzado al salir de la reunión del Club Nacional Republicano, el representante Jeb Hensarling (republicano de Texas) , un influyente conservador y presidente del Comité de Servicios Financieros, dijo que apoyaría a Boehner. Al igual que lo hizo el representante Dana Rohrabacher (republicano de California), un frecuente crítico de los líderes de la Cámara. “No es perfecto, pero no debemos dejar que eso se interponga en el camino del bien”, dijo.

El representante Peter Roskam (republicano de Illinois) jefe suplente del Partido Republicano, agregó, “Hay un fuerte consenso”.

El inicial consenso en torno al plan de Boehner vino después de un intenso debatir por parte de los líderes del Partido Republicano, quienes les prometieron a los conservadores un voto para limitar el programa de Acción Diferida para Menores que Arriban al País (DACA) de la administración de Obama, el cual les otorga alivio temporal a algunos menores inmigrantes y que está listo para ser renovado en el otoño. Al agregar un voto sobre DACA a la lista de la propuesta, muchos republicanos del Partido del Té dijeron que Boehner bien podría ganarse su apoyo.

La medida fronteriza de los republicanos de la Cámara podría haberle facilitado las cosas al gobierno de Estados Unidos para deportar a los menores centroamericanos que han entrado al país de manera ilegal y habría ofrecido 659 millones de dólares en fondos adicionales para las dependencias federales para el final del año fiscal. El financiamiento era significativamente menor a los 3.7 billones de dólares que Obama había solicitado y menos de los 1.5 billones de dólares que inicialmente Boehner y sus aliados habían propuesto durante el transcurso de este mes.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, emitió un comunicado hoy en anticipación de los votos que estaban planeados, criticando a los republicanos de la Cámara por incluir un voto a DACA como parte de su oferta legislativa.

“Es sorprendente que la Cámara de Representantes, tras no haber podido, por más de un año, reformar nuestro descompuesto sistema migratorio, intente votar a favor de restringir una herramienta policial que el Departamento de Seguridad Nacional utiliza para enfocar los recursos en prioridades clave como la seguridad pública y la seguridad en la frontera, y para ofrecer un alivio temporal de la deportación a personas que no representan una prioridad de ser deportadas”, según dijo Earnest.

El miércoles, la Casa Blanca también amenazó con vetar la medida de la Cámara, diciendo que la propuesta “podría empeorar la situación”.

Algunos conservadores siguen mostrándose precavidos de respaldar el proyecto de ley fronterizo de Boehner, a pesar de que Boehner haya ofrecido un voto sobre el DACA en el pleno. “Hay algunos que aún se oponen pero son un pequeño número”, dijo el representante Trent Franks (republicano de Arizona), un confidente de los conservadores de la Cámara.

La representante Michele Bachmann (republicana de Minnesota) dijo que ella votaría en contra el miércoles y aún mantiene dicha postura. “Aún no llego a eso”, dijo.

“No quiero votar a favor de un proyecto de ley que se verá muy bien pero no va a hacer nada”, dijo Bachmann. “No estoy tan convencida como algunos de estos miembros”.

El aliado de Bachmann en la derecha, el representante Louis Gohmert (republicano de Texas) hizo eco a la postura de Bachmann y dijo que estaba considerando sus opciones. “No estoy seguro”, dijo malhumorado.

Bachmann y Gohmert, entre otros republicanos de la Cámara, asistieron a la reunión el miércoles por la tarde en la oficina del senador Ted Cruz (republicano de Texas), quien había instado a los conservadores a que se opusieran al plan fronterizo de la directiva del Partido Republicano de la Cámara y se concentraran únicamente en ponerle fin al DACA.

El ex presidente de la Cámara, Newt Gingrich, quien visitó  a los republicanos de la Cámara hoy por la mañana, dijo que el aprobar tanto la medida de financiamiento de Boehner como el proyecto de ley del DACA era hacer política de manera sagaz en anticipación a las elecciones de mitad de periodo, dado que los republicanos necesitan de algo tangible que citar a la hora de criticar al Presidente Obama.

“La idea de que el Presidente, por orden ejecutiva, puede legalizar a millones de personas, sonará como una locura para el país”, dijo Gingrich. “Tienen que poder responder a ello y decir que estamos preparados para hacerle frente”.

Cuando se le preguntó sobre la participación de Cruz en los asuntos de la Cámara, Gingrich sonrió y se encogió de hombros.

“Yo solía ponerme de lado del Senado todo el tiempo, para fungir como diputado ordinario, y hablar con todo tipo de personas”, dijo. “Es bueno tener un partido que pueda entablar un enlace bicameral. Es parte del proceso de un partido que habla consigo mismo”.

Fuente: The Washington Post

 

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