Elecciones en EU, Obama a prueba

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Por Ross Ramsey/ The Texas Tribune

Este no va a ser un año en el que las grandes ideas y las celebridades políticas decidan las elecciones.

Va a ser como un referéndum para el demócrata que ha estado en la Casa Blanca en los últimos seis años.

En este año, los republicanos de Texas, al igual como los de todo el país, están compitiendo contra Barack Obama, eclipsando las personalidades de los candidatos y dejando a un lado los asuntos que podrían ser de interés para los votantes.

Por ejemplo, en el primer debate que tuvo con la demócrata Wendy Davis, el republicano Greg Abbott tuvo la oportunidad de hacer una pregunta.

“¿Se arrepiente de haber votado por Barack Obama?”, lo cual funcionó muy bien, ya que Davis no contestó.

Durante un intercambio de palabras que hubo en otro debate —entre el vicegobernador republicano Dan Patrick y la demócrata Leticia Van de Putte—, el dragón federal apareció nuevamente, cuando él la acusó a de votar para ampliar el Obamacare y en contra de un plan compacto de salud interestatal que apoyaban los republicanos.

“Cuando ella dice que a algunas personas les gusta Washington más que a otras, es a ella a la que le gusta Washington más que a otras personas”, aseguró Patrick.

Aunque no siempre las cosas han sido así. Algunos asuntos también pueden impulsar las elecciones.

En algún momento, la lotería fue un gran tema.

Los jueces federales que estaban tomando el control de las prisiones de Texas, los hospitales y escuelas estatales se convirtieron en un punto de debate en las campañas de la década de 1980.

El corredor Trans-Texas, el federalismo, la justicia juvenil, el bienestar y la educación. Los crímenes y la pena de muerte.

En algunas ocasiones, las personalidades interesantes —y las fallas de la personalidad— monopolizan el centro del ring.

Ann Richards y Clayton Williams. Tony Sánchez Jr. y Rick Perry.  Perry y Carole Strayhorn, Chris Bell y Kinky Friedman. George W. Bush y en una notable excepción a la tendencia de este año, su sobrino George P. Bush.

En este año, los votantes de Texas tienen que escoger entre personas mucho más inteligentes, que fueron a la universidad y son muy capaces.

A pesar de todo, los Bush no son unas estrellas de rock en las urnas.

Los dos nombres más importantes entre los políticos republicanos de Texas, Ted Cruz y Rick Perry, no están incluidos allí.

También, algunos de los nombres más destacados en la política demócrata de Texas, como Joaquín y Julián Castro de San Antonio, tampoco están allí.

La carrera para gobernador es la que más atención acapara, como usualmente ocurre en los años en los que no hay elecciones presidenciales.

Davis y Abbott han estado promocionándose durante semanas y dominando la temporada política de este año que ha estado un poco apagada.

Abbott hasta lanzó un anuncio en el que dice que desea que el estado utilice todo los recursos que tiene para las carreteras para construir caminos en lugar de en pequeños proyectos de la Legislatura.

El rubro más grande que cubre este desvío de fondos es la Policía Estatal, un detalle que quedó fuera del anuncio.

Sin embargo, el sitio en la web de Abbott ilustra su punto de vista acerca de los temas de este año.

Enlista varios asuntos en los que destacan el Gobierno de Obama — incluyendo el Obamacare—, ponerle freno a la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), defender las leyes de identificación del votante —el Departamento de Justicia de Estados Unidos es uno de los que se oponen a Texas— y la Décima Enmienda Constitucional.

Abbott afirma que “está en contra de que el Gobierno Federal se haya extralimitado en Texas”.

Si no pensara que esas cosas son populares, no estarían allí.

Davis ha invertido la mayor parte de sus recursos publicitarios en atacar a Abbott, intentando descalificar al candidato favorito y hacer que los votantes consideren otra alternativa: ella misma.

Su plataforma hace énfasis en la educación, que tiene la ventaja de que generalmente les ha funcionado bien a los demócratas pero tiene la desventaja de que en este momento no es un tema importante para los votantes de Texas.

Su principal ataque contra Abbott en la educación ha sido la defensa que él ha hecho, en su papel como procurador general de Texas, en cuanto al tema del sistema financiero de las escuelas del estado.

Un juez estatal de Distrito declaró que es inconstitucional; Abbott está apelando ese fallo ante la Suprema Corte de Texas.

La mayoría de las ideas de esas y otras campañas han aparecido como documentos de orientación sobre la política, como discurso único ante los grupos cívicos y páginas de sitios en la web que no son muy visitados: y no como gritos que complacen a las multitudes en cuanto a recortes en los impuestos o nuevas carreteras o las apuestas o cualquier cosa que los candidatos piensen que logrará que los votantes salgan de sus casas y acudan masivamente a las urnas.

Hay años en que esos temas hacen que los votantes se sientan atraídos. En otros años, es otro rollo.

Las primarias republicanas produjeron algunos destellos sobre esa política, particularmente cuando los candidatos trataron de distinguirse en los temas de inmigración, seguridad fronteriza y asuntos que importan a los conservadores sociales que tienen una gran voz en esas elecciones dentro de los partidos.

Inmigración, que fue un tema importante durante las elecciones primarias republicanas de la primavera pasada para elegir vicegobernador, y sigue sobre la mesa en la elección general, aunque en este momento el diálogo entre los candidatos es limitado.

Semanas antes de las elecciones primarias del mes de marzo, los cuatro republicanos que estaban compitiendo para ocupar ese puesto estaban casi cada día en una audiencia pública —town hall meeting— o en un debate.

En la elección general entre Patrick, quien sobrevivió a esa elección primaria, y la demócrata Van de Putte, quien no tuvo contrincante en su primaria, ha habido sólo un debate.

Hay una razón por la que probablemente no se ha escuchado su propuesta para que se puedan cursar dos años en un Community College de manera gratuita, lo cual parece una especie de promesa de campaña que podría atraer un poco de atención.

Pero no ha sido así. El presidente si lo ha logrado.

De las principales contiendas, la carrera para vicegobernador ha sido la más sustantiva, ya que los candidatos están argumentando sobre sus diferencias políticas.

Lo que ha sucedido es que no les han dado a los votantes muchas oportunidades para verlos en acción.

La mayoría de los candidatos demócratas están tratando de convencer a los votantes de que sus contrincantes no deberían ser electos: haciendo alarde de todo, desde el descuido de los fondos para el desarrollo económico de Abbott, la decisión de Patrick de no hacer públicos sus declaraciones fiscales, hasta el citatorio y multa que recibió el candidato a procurador general Ken Paxton, por parte del Consejo Estatal de Valores.

Y la mayoría de los republicanos están hablando acerca del demócrata más conocido del planeta, quien al parecer es muy impopular en Texas en este momento.

Fuente: The Texas Tribune

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