Weegee (1899-1968) recorrió los callejones más oscuros de Nueva York durante los años de la Gran Depresión, armado sólo con una cámara de fotos y grandes dosis de descaro, en busca de las últimas imágenes de asesinatos o detenciones. A menudo, un cadáver tendido en una acera, en medio de un charco de sangre. Y muchas veces, él llegaba a la escena del crimen antes que la propia Policía, cita euronews.
El Centro Internacional de Fotografía, en Nueva York expone una retrospectiva de su obra: “Murder is my Business”, la cual termina el 2 de septiembre.
