Por Jenaro Villamil
Día intenso este cabalístico martes 13 de noviembre. Apenas fue el primer día del juicio de Joaquín Guzmán Loera, mundialmente conocido como El Chapo, y las declaraciones del capo de la droga devenido en serie de Netflix generaron una airada reacción del vocero presidencial de Enrique Peña Nieto y del propio exmandatario Felipe Calderón, señalados como beneficiarios de los multimillonarios fondos del Cártel de Sinaloa para sus campañas electorales de 2006 y 2012.
Según los abogados de Guzmán Loera, el verdadero “jefe de jefes” de El Cártel de Sinaloa, no es el personaje extraditado en enero de 2016 a Estados Unidos, sino Ismael “El Mayo” Zambada, considerado por los narcólogos como una especie de conssiglieri de la narco mafia más poderosa de México y América Latina durante los últimos treinta años.
Según Jeffrey Lichtman, abogado de El Chapo, Zambada nunca pasó un día en prisión y sigue prófugo porque “ha pagado al actual y al anterior gobierno de México… millones de dólares en sobornos”. Señaló que Guzmán Loera fue víctima de una trampa que le tendió una vasta conspiración transfronteriza que incluyó al actual gobierno, a la DEA y al propio Zambada.
Curiosamente, el mismo argumento esgrimido por los abogados de El Chapo para minimizar el peso de Guzmán Loera en la estructura del cártel sirve para explicar las dos fugas legendarias del capo: la del 2001, al inicio del gobierno de Vicente Fox y la del 2015, en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Estas dos huidas sólo podrían explicarse por la amplia red de sobornos y de corrupción de Guzmán Loera con los tres últimos gobiernos.
El proceso que inició en una corte de Nueva York obviamente se ha convertido en el “narcojuicio del siglo” y generó inmediatas reacciones en los medios, en las redes y en la política.
El hashtag #Chapo se convirtió de inmediato en la tarde de este 13 de noviembre en el Trending Tópic más mencionado en Twitter, con más de 80 mil retuits en dos horas. En Facebook proliferaron las versiones, especulaciones y contexto que documenta la larga relación de complicidad entre las autoridades y Guzmán Loera. Los principales medios de comunicación norteamericanos y mexicanos, las agencias informativas del mundo y hasta Netflix, la plataforma de televisión on line que sugirió lo mismo en su serie de ficción, no se han quedado al margen de este inicio espectacular del juicio.
El primero en reaccionar fue el expresidente panista Felipe Calderón, quien escribió en su cuenta de Twitter:
“Son absolutamente falsas y temerarias las afirmaciones que se dice realizó el abogado de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Ni él, ni el cártel de Sinaloa ni ningún otro realizó pagos a mi persona”.
A su vez, el vocero peñista Eduardo Sánchez resaltó:
“El gobierno de @EPN persiguió, capturó y extraditó al criminal Joaquín Guzmán Loera. Las afirmaciones atribuidas a su abogado son completamente falsas y difamatorias”.
Por supuesto que la estrategia de la defensa de Guzmán Loera es minimizar su papel en la estructura criminal del Cártel de Sinaloa y abrir una auténtica caja de Pandora que involucra no sólo a los tres últimos expresidentes de la República, sino a sus principales responsables de combatir el crimen organizado, destacadamente al exsúper policía Genaro García Luna.
En un sondeo levantado en Twitter, ante la pregunta “¿Ustedes creen que son ciertas las declaraciones de El Chapo Guzmán de que apoyó las campañas de Peña Nieto y Felipe Calderón?, en menos de media hora se emitieron 2 mil 700 votos. El 88 por ciento dijo que “sí”, el 6 por ciento opinó que “no” y 6 por ciento que “es dudoso”.
La falta de credibilidad de los últimos gobiernos juega a favor de uno de los capos más sanguinarios y hábiles de los últimos años y de su estrategia de defensa. De este nuevo narco show lo único cierto es que saldrán ganando los propios norteamericanos en su estrategia de presión a México.
Fuente: Homozapping.com.mx